El presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, dijo este martes en rueda de prensa que la niña de ocho años que murió el 1º de marzo en el Hospital de Rivera por un paro cardiorrespiratorio mientras esperaba un traslado había tenido dos consultas médicas previas en febrero, por lo que también se investiga el accionar de los médicos que la atendieron en ese momento.

Luego de presentarse ante la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social de la Cámara de Diputados, el jerarca fue consultado sobre si la investigación administrativa que se está llevando a cabo también tendría en cuenta por qué a la menor aún no se le había detectado un tumor mediastinal, pese a que su padre había afirmado que ya se le habían realizado controles. Cipriani dijo que esta situación también “amerita” una investigación administrativa. “Vichadero no tenía ambulancia, llevamos una hace seis meses. Y estando a 140 kilómetros de su hospital de referencia, no cuenta con aparato de rayos X [...]. No hay medios para realizarlo y tenemos la obligación de hacerlo”, indicó.

Luego, explicó que se detectaron “dos consultas previas en febrero”, por lo que ahora se espera conocer cómo actuó cada médico que la atendió.

En la rueda de prensa, Cipriani dijo que la investigación administrativa “está muy adelantada” y que “fueron 14 abogados hacia Rivera y Vichadero y se realizaron los estudios médicos legales”. Horas más tarde, se envió una corrección a la prensa indicando el presidente de ASSE se refería a “14 testigos convocados en la investigación administrativa”.

El jerarca defendió el accionar de los funcionarios de salud, indicando que “el traslado surgió con buen éxito”, ya que “se coordina, el avión llega a despegar con un equipo médico-pediátrico intensivista y de enfermería capacitado”, pero la aeronave, que pertenece a la Fuerza Aérea, “tuvo que dar vuelta en el vuelo por un desperfecto”.

Al igual que en la rueda de prensa que dio el pasado jueves en Colonia, el jerarca sostuvo que en la zona norte del país, principalmente en Artigas y Rivera, existe un “problema estructural de muchos años” que es la “no existencia de traslados pediátricos terrestres”.

Para enfrentar esta situación, anunció que “como Estado”, ya se empezó a trabajar “en la instalación, en breve, en unas semanas, de una base de salida de SAME 105 tanto de pediatría como de adultos en Rivera, para que pueda cubrir ese departamento, donde ni desde el ambiente público ni desde el privado existe hoy en día ese servicio”.

Aviocar

Consultada por la diaria, la diputada frenteamplista Cristina Lustemberg, que integra la comisión, dijo que Cipriani indicó que, al momento de solicitar el traslado, la Fuerza Aérea tenía dos aviones C-212 Aviocar. Uno de ellos es el que fue acondicionado para viajar a Rivera y llevar a la niña a Montevideo, presentando fallas y debiendo regresar antes de llegar al norte del país.

Al ser consultado el presidente de ASSE sobre qué sucedió con el otro C-212 Aviocar, Cipriani respondió que “no estaba en condiciones”. Lustemberg dijo a la diaria que se hará una consulta al ministro de Defensa, Javier García, para saber “por qué no se activó otra aeronave para equipar y trasladar a la paciente, como se hizo en gobiernos anteriores”.

En este sentido, ejemplificó que en la anterior administración, cuando ella era subsecretaria de Salud Pública (2015-2017), se hacían diferentes consultas de acuerdo a las características del paciente. “La aeromedicina es compleja. Tienen que conocerse las características del paciente, qué patología tiene que condicione el traslado, más qué aeronave debe ser acondicionada para ser pasible de traslado. En la anterior administración se hacían traslados en el avión multipropósito FAU 500, en el C-212 Aviocar, el C-120 Brasilia y en Bell 212. Entre la Fuerza Aérea y el equipo médico se decide qué aeronave puede tener el soporte para trasladar al paciente”, explicó.

Después de la muerte de la niña, el 3 de marzo, Cipriani anunció el inicio de una investigación administrativa que comprendería el Hospital de Rivera, donde se detectó que la menor tenía un tumor en el mediastino, y el centro de salud de Vichadero, al que los padres acudieron inicialmente y donde se le diagnosticó “un cuadro de aparente broncoespasmo-disnea”.

El 4 de marzo, la diputada frenteamplista Lucía Etcheverry fue al Hospital de Rivera para conocer lo sucedido con el traslado de la menor. El director no se encontraba y la subdirectora, si bien estaba allí, argumentó que no podría recibirla. Según informó Etcheverry en su cuenta de Twitter, en el hospital existen “dificultades serias” que van de la falta de medicamentos a ambulancias paradas sin recursos humanos, pasando por consultas atrasadas en el área de oftalmología, así como también cirugías postergadas. “A la tragedia de la niña, me informaron, se suma la denuncia hace un mes por un usuario que murió dentro del hospital sin asistencia”, recordó.

El jueves 10, Cipriani dijo, durante una rueda de prensa en Colonia, que la muerte de la niña fue “un hecho lamentable”, aunque consideró que “el traslado no le iba a salvar la vida a la paciente”, porque “tenía una patología” como es un tumor mediastinal que “cuando se expresa como se suele expresar, no creemos que haya tenido otro final”.

De todos modos, dijo que estaba “bien atendida, estabilizada, atendida por médicos neonatólogos e intensivistas, equipo de enfermería, intubada y ventilada” y desde el hospital tenían “todo preparado para seguir dándole la atención”. Sin embargo, el avión de la Fuerza Aérea que viajaba al departamento para realizar el traslado “tuvo un desperfecto” en medio del viaje y debió regresar. En este sentido, Cipriani consideró que “una ambulancia también puede chocar”.

Según dijo el presidente de ASSE el jueves, la investigación administrativa cuenta con 22 audios en los que se conoce “cómo se coordina [el traslado de la niña], cómo el avión despega, cómo llaman desde el aeropuerto para informar que el avión tuvo que volver y cómo los funcionarios de SAME empiezan a coordinar los traslados y no hay ninguno en la zona”.