Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 5 de abril se informaron los primeros diez casos de niños de entre 11 meses y 5 años con hepatitis aguda, con causa desconocida. Hasta el 10 de mayo se notificaron 348 casos probables en 21 países, de los cuales 26 niños requirieron trasplante hepático.

Por otra parte, la OMS informó que si bien no hay una causa clara, “en muchos se ha detectado la presencia de adenovirus en sangre o plasma, pero con cargas virales bajas” aunque “no se ha determinado la presencia del agente en las muestras de tejido hepático de los pacientes analizados, por lo que pudiera tratarse de un factor coincidente más que causal”, según el último comunicado de la organización. Por el momento, la OMS aclaró que en conjunto con los países afectados están recolectando datos y realizando estudios, por lo que se prevé contar con más evidencia las próximas semanas y con base en eso emitir recomendaciones de prevención, tratamiento y control.

“La hepatitis se define como la inflamación del hígado, y se califica de aguda cuando su aparición es en un período breve de tiempo o súbita”, explicó a la diaria Mónica Pujadas, presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría. Agregó que las causas de una hepatitis pueden ser varias, por ejemplo, infecciones -y dentro de ellas especialmente las virales-, pero también puede tener causas no infecciosas como tóxicos, enfermedades metabólicas o enfermedades autoinmunes.

También recordó que Uruguay, antes de que se introdujera en el calendario la vacuna contra la Hepatitis A para los niños, el virus era causa muy frecuente de hepatitis, y en algunos casos incluso llegaban a requerir trasplante hepático. “Gracias a la vacunación, que es muy efectiva, ya prácticamente no vemos hepatitis por el virus A; de todos modos, en ocasiones se dan casos de hepatitis esporádicos cuya causa permanece sin aclarar y se desconoce”, detalló Pujadas.

En cuanto a los síntomas que presenta la hepatitis, explicó que “la enfermedad puede manifestarse con síntomas como fiebre, dolor abdominal, color amarillento de la piel y mucosas, náuseas y vómitos, pérdida de apetito, entre otros” y varían según la causa. El tratamiento también varía según la causa, pero “en general consiste en medidas para controlar los síntomas, en algunos casos de virus específicos antivirales; en otros casos, como en las hepatitis autoinmunes, se recetan antiinflamatorios de tipo corticoides” y, en ocasiones, aunque son la minoría, pueden evolucionar a una falla hepática irreversible y en esos casos el tratamiento es el trasplante de hígado.

Sobre los casos detectados en las últimas semanas, la pediatra explicó que “los reportes preliminares de Reino Unido que hablan de la aparición de estas hepatitis de origen desconocido mencionan un aumento significativo de las infecciones por adenovirus en la comu­nidad tras los bajos niveles de circulación anteriores a la pandemia de la covid-19”. Además “Países Bajos también informó un aumento simultáneo de la circulación de adenovirus en la comunidad”, y la mayoría de las identificaciones correspondie­ron al adenovirus 41.

En cuanto al adenovirus 41, aclaró que “es un virus que habitualmente da síntomas respiratorios, conjuntivitis o gastroenteritis, aunque también se describe como una rara causa de hepatitis”. Sin embargo, la OMS indica que “la identificación del adenovirus también puede deberse a la mejora en las pruebas de laboratorio utilizadas, lo cual puede representar un sesgo”, según Pujadas. Asimismo “se intenta determinar si hay alguna posible relación con el SARS-CoV-2”, concluyó la pediatra.

Argentina

El miércoles 4 de mayo ingresó al Sanatorio de Niños de Rosario un niño de ocho años con una falla hepática. “Los análisis de laboratorio que se le hicieron mostraron que con el pasar de las horas el cuadro empeoró, por lo que el paciente requirió un trasplante hepático”, informó a la diaria Alejandro Costaguta, jefe de la Unidad de Hígado y Trasplante Hepático del Sanatorio. El paciente inmediatamente entró en lista de espera, fue trasplantado y hoy transcurre su sexto día de posoperatorio. “Salió todo bien y la evolución fue favorable”, detalló Costaguta. Este es uno de los casos de hepatitis de origen desconocido que se contabilizan hasta el momento.

Otro caso que tomó estado público en Argentina fue el de un niño de un año y siete meses que también “evoluciona de manera favorable tras el trasplante que se llevó a cabo en el hospital Garrahan”, según informó el Ministerio de Salud de la Nación de Argentina.

Hace una semana, autoridades de la cartera argentina realizaron un encuentro con representantes de distintas sociedades científicas y establecieron una mesa de trabajo conjunta, con el objetivo de realizar un seguimiento epidemiológico y analizar en profundidad los casos sospechosos de hepatitis aguda grave de origen desconocido en población pediátrica. Se definió una estrategia integral de vigilancia de los casos sospechosos de hepatitis aguda grave de origen desconocido y se dará un reporte de información en forma semanal.