El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que desde que llegaron las primeras vacunas contra la covid-19 se desecharon 17.983 dosis. Por “pérdida de validez luego de descongelado” fueron 7.079, mientras que por “vencimiento” fueron 6.040, y por “problemas con cadena de frío”, 3.210. Las 1.654 dosis restantes fueron por “otros motivos”, según la respuesta parcial que recibió la diaria tras haber realizado un pedido de acceso a la información pública.

Al 30 de junio de este año, el país recibió de Pfizer 4.332.510 dosis, mientras que de Sinovac fueron 3.850.000 y de AstraZeneca, 140.800. En el pedido de acceso a la información la diaria consultó el costo de las dosis contra el coronavirus y pidió que se desagregue el monto por empresa. Además, solicitó conocer el monto que el gobierno uruguayo abonó para adquirir la totalidad de estas dosis. El pedido se realizó a Presidencia, puesto que fue quien llevó adelante las negociaciones con las farmacéuticas. No obstante, pidió que sea enviado al MSP porque “no tenía competencia” para responder dicha pregunta. En tanto, desde la cartera se respondió que “no posee dicha información”.

En esta Rendición de Cuentas se informó que del Fondo Covid-19 egresó 40,41% del dinero a las medidas sanitarias. En su mayoría, el monto se repartió principalmente -y en este orden- entre los gastos asociados al plan de vacunación, los gastos hospitalarios y los estudios epidemiológicos. Para el plan de vacunación se destinaron más de 8.003 millones de pesos (200.075.000 dólares al valor actual), cifra que incluye lo gastado en la compra de las vacunas y los insumos para su aplicación, el arrendamiento de carpas y la compra de los aparatos de refrigeración, entre otros.

Según habían planteado desde el gobierno en marzo de 2021, la inversión prevista para la compra de dosis iba a ser cercana a los 120 millones de dólares. Por esos días, el Poder Ejecutivo había aclarado al Tribunal de Cuentas que todas las compras de vacunas se harían por la vía de la excepción ante la “notoria escasez de los bienes o servicios a contratar”.

Según un relevamiento que hizo Búsqueda, el gobierno nacional había pagado entre 10 y 50 dólares por dosis de vacunas contra el coronavirus. No obstante, la cifra concreta del monto que valió cada dosis no se sabe porque el contrato tiene cláusulas de confidencialidad.

Según consignó el semanario, Estados Unidos le pagó a Pfizer 19,5 dólares por cada dosis, mientras que la Unión Europea abonó 14,7 dólares y Costa Rica y Panamá lo hicieron por 12 dólares la dosis.

¿Dónde se perdieron?

Las primeras vacunas de Sinovac, que llegaron el 26 de febrero de 2021, fueron almacenadas en el Laboratorio Calmette de la Comisión Honoraria de Lucha Antituberculosa (CHLA). Arribaron del aeropuerto de Carrasco, se las puso en un camión refrigerado de dicho laboratorio para que el personal preparara los paquetes de dosis y los ubicara en heladeras especiales. Esas dosis eran, en principio, para el personal “esencial”, que eran cerca de 140.000, que se dividían en 90.000 maestros y profesores, 20.000 militares y 30.000 policías. El resto de las dosis se guardaron para más adelante.

Según la respuesta del MSP a la diaria, en el Laboratorio Calmette se desecharon 3.530 dosis por vencimiento; todas eran de AstraZeneca, que llegaron por el mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, que fue criticado por el gobierno por el atraso en enviar las dosis al país y, además, porque estaban sobre el filo del vencimiento, por lo tanto se tuvo que donar una parte a Paraguay. la diaria intentó consultar a algún directivo del laboratorio pero dijeron que, como era información confidencial, se hablara con el MSP.

En tanto, en Rivera, el 3 de marzo de este año, se desecharon 3.540 dosis que ya estaban vencidas desde el 19 de febrero. En concreto, se desecharon 6.753 dosis de Pfizer; 5.640 AstraZeneca; 4.470 de Pfizer pediátrica, y 1.120 Sinovac (ver desagregado por institución).

El proceso

El director de Inmunizaciones del MSP, Gabriel Peluffo, explicó a la diaria que la “destrucción” de las dosis tiene que ver, en su mayoría, por el vencimiento del lote. Con relación a aquellas vacunas que se perdieron por la cadena de frío dijo que “es bastante poco”, y eso “habla bien del proceso”.

En diálogo con la diaria, recordó que la logística tuvo tres niveles de gestión. Por un lado, en el MSP se garantizaba el acceso y disponibilidad de la vacuna; luego, la CNAV analizaba las dosis y elevaba recomendaciones a las autoridades para tomar decisiones. “En este caso en particular, con las vacunas de covid, hubo más reuniones que en toda la historia de la comisión, que aparte sumó una comisión ad hoc integrada por científicos vinculados a la vacunología e inmunología en particular”, consideró.

El segundo nivel refiere al rol de la CHLA, que “es el brazo ejecutor del programa”. La comisión honoraria tenía dos unidades referidas a las vacunas. Por un lado, el Laboratorio Calmette, que es el encargado del almacenamiento, distribución, control de stock y el mantenimiento de la cadena de frío de todo el sistema. Por otro, apuntó que “la única innovación con respecto a la covid, y por razones de necesidad de ultrafreezer, es que se contrató capacidad en otro lugar que no era el Laboratorio Calmette, que era Terminal de Cargas del Uruguay”.

Peluffo expresó que lo “importante” de Calmette es que controla toda la cadena de frío para todos los efectores, tanto públicos como privados. “La ventaja de nuestro proceso es que es centralizado y, de alguna manera, tenemos el control sobre todo el proceso por parte de la autoridad sanitaria”, valoró.

En tanto, el tercer nivel es quien da la vacuna. “Obviamente -dijo- al estar el Laboratorio Calmette al tanto de cada uno de los lotes, que salen de ese lugar, se tiene el control de los lotes y de cadena de frío en todo el país. Lo mismo que lo descartes. Así funciona el proceso”, consideró.

Buena valoración

Al cierre de esta nota, este martes se habían vacunado más de 1.000 personas. Para Peluffo, el plan de vacunación de covid-19 “fue tremendamente exitoso”. Según el monitor de datos de vacunación del MSP, casi 85% de la población está vacunada con una dosis, mientras que con dos -donde se logra la inmunidad- 82% aproximadamente. En tanto, 58% cuenta con tres dosis y con cuatro, casi 22%.

El jerarca evaluó que “fue un gran desafío” el plan de vacunación por la logística, la capacidad de almacenaje, el conseguir los ultrafreezers y duplicar la cantidad de vacunadores, como también generar hubs para lograr una capacidad “mucho mayor” de proceso. “Se llegó a vacunar en algunos días a más de 40.000 personas. La valoración es buena, y más teniendo en cuenta el resultado que tuvo, porque no es solamente vacunar a la gente sino el impacto que tuvo en la caída de la mortalidad, como también de las internaciones en CTI y casos graves”, expresó.

Peluffo indicó que al adelantarse el gobierno en conseguir vacunas bilateralmente -en alusión a las negociaciones que desde Presidencia se dieron con las farmacéuticas- se tuvo buen resultado. “Somos de los países que menos olas tuvieron. La delta fue de las peores en el mundo, fue una variante con una letalidad mayor a la que tenemos ahora circulando. Fue una jugada muy oportuna”, concluyó.

¿Vacunación anual?

Peluffo adelantó que se está en el final del plan de vacunación para la población pediátrica, que se vio interrumpida por el fallo del juez Alejandro Recarey, donde decidió suspender la vacunación a menores de 13 años. “Tuvo una cobertura entre 50 y 52% de dos dosis en niños de cinco a 11 años”, indicó.

Ahora, dijo, se piensa agilizar aún más el proceso para la población de riesgo. Asimismo, indicó que “lo más probable” es que la vacunación “sea anual”, pero lo tiene que definir la CNAV.

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