Hasta ahora el Ministerio de Salud Pública (MSP) no se ha pronunciado concretamente sobre el proyecto de ley de eutanasia que se estudia en el Parlamento, más allá de la opinión contraria a la iniciativa que mostró el ministro Daniel Salinas, quien dijo estar “a favor de la vida”. Sin embargo, El Observador informó este viernes que cinco áreas del MSP hicieron informes sobre el proyecto de ley y marcaron una postura negativa, al punto de que lo adjetivaron como “calamidad” y “obscenidad”.

El proyecto que estudian los diputados surge de la unificación de las iniciativas del Frente Amplio (FA) y el diputado colorado Ope Pasquet. Según la agenda definida, el próximo 6 de setiembre en la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Representantes se votaría el articulado, porque por mayoría se votó avanzar en la redacción final del texto, sin recibir más delegaciones.

Tras conocerse el contenido de los informes, el diputado del Partido Nacional Rodrigo Goñi anunció que solicitará la postergación de la votación del proyecto de eutanasia y que se convoque al Parlamento a las autoridades del MSP. “Ante la gravedad de los informes del Ministerio de Salud Pública, vamos a solicitar se posponga la votación del proyecto de eutanasia y se convoque al Parlamento a las autoridades del Ministerio. Están en juego muchas vidas y prevenir muertes evitables”, escribió en Twitter el diputado.

Goñi ya se había pronunciado varias veces en contra del proyecto. Incluso cuando se conoció la unificación de las dos iniciativas dijo a la diaria que “reúne lo peor de los dos proyectos que había antes y agrava mucho más los males y los riesgos que habíamos advertido”. Para el diputado, la unificación de los proyectos “consolida una profunda injusticia con los enfermos más vulnerables porque quita más derechos, primeramente la protección del derecho a la vida”.

Lo que dice el MSP sobre la eutanasia

Todos los informes tienen en común el pedido de apoyar e incentivar los cuidados paliativos en todo el país antes de avanzar con la ley de eutanasia. Según las cifras que maneja el MSP, 53% de los uruguayos puede acceder hoy a los cuidados paliativos, una cifra que baja a 31% en el caso de los niños y adolescentes, además de que sólo 3% de las personas que acceden a cuidados paliativos lo hacen mediante el mecanismo previsto en la ley de voluntad anticipada.

“A nuestro juicio es una obscenidad y una calamidad presentar esta ley cuando aún no podemos asegurar la justicia y la equidad en el acceso a los cuidados paliativos en todo el país”, establece el análisis firmado por Adriana Della Valle, directora del Programa de Cuidados Paliativos. La especialista termina el informe con una pregunta: “¿Este nuevo proyecto de ley de eutanasia es un derecho que debería estar en agenda o una necesidad que surge por la falta de desarrollo de los cuidados paliativos?”.

En ese informe también se detalla que “parece contradictorio” que se apele a la obligación del Estado de garantizar la salud de los habitantes del país “cuando se quiere legislar para garantizar la muerte de quienes lo solicitan”.

Asimismo, en el informe se opina que para derogar el artículo 46 del Código de Ética Médica, que condena la eutanasia, se debería celebrar un plebiscito del cuerpo médico, de la misma forma que se votó el código en primer lugar.

Con respecto a la redacción del proyecto de ley, el informe de Cuidados Paliativos cuestiona que se hable de “condición de salud que afecte sensiblemente su calidad de vida” para permitir que una persona mayor de edad pueda pedir la eutanasia. “No establece qué condición podría estarse discutiendo”, establece el texto, y pone como ejemplo el caso de una persona que tras un accidente pierde sus piernas, entonces podría “pedir que lo maten”.

Por otra parte, el informe del Área de Salud Mental del ministerio, fechado el 16 de junio y firmado por su responsable, Horacio Porciúncula, adhirió al apoyo a los cuidados paliativos y advirtió sobre los suicidios.

El Área Programática de Discapacidad y Rehabilitación de la Dirección General de Salud indica en su informe que es imprescindible avanzar en los cuidados paliativos antes de abordar la eutanasia. Esta oficina trae a colación que en el caso de las cuadriplejias existe un período de hasta un año en el que el paciente sufre un período de importante depresión, en el que se niegan a rehabilitarse, pero que luego de un tratamiento antidepresivo y con el apoyo adecuado, la gran mayoría de los pacientes accede a entrar a programas de rehabilitación.

La Comisión de Bioética y Calidad Integral de la Atención de la Salud también se pronunció y señaló que “la persona sufriente es vulnerable y esta situación condiciona la toma de decisiones, en tanto no le permite ejercer su libertad, expresada en la autonomía para decidir”. Cuestiona que en el proyecto de ley se considere que todos los pacientes que pidan la eutanasia actuarán de forma consciente, aun estando en estado terminal.

Por otra parte, el Área Programática del Adulto Mayor del MSP estima que en 20 años, 22% de la población será anciana y superará a los menores de 15 años. El informe hace referencia a “falsas creencias y prácticas”, especialmente en relación al concepto de “muerte digna”, y asegura que no hay ningún marco legal que use ese término para referirse a la eutanasia.

“En relación a la vejez, no se puede dejar de lado que la principal causa de muerte violenta, por encima de accidentes de tránsito o de homicidios, son los suicidios”, agrega el informe. Según detallan, entre los adultos mayores la tasa de suicidio es superior al promedio, ya que es un grupo donde existe subdiagnóstico y hay un pobre tratamiento de la depresión.

En la misma línea que la Comisión de Bioética, el Área del Adulto Mayor cuestiona que el proyecto no prevea ningún recaudo para evitar que factores como la salud mental interfieran en la libre decisión de las personas. “La mayoría de las personas mayores con un deterioro cognitivo neurodegenerativo mayor no están legalmente declaradas incapaces y muchas adquieren deudas en esa condición. Por tanto, también estarían aptas para conseguir y solicitar la eutanasia”, plantean.

Además, enfatizan que los adultos mayores tienden a pasar por un momento de depresión mayor, en el que podrían pensar en la eutanasia. “El propio dolor y sufrimiento pueden ser coacción, librados a un tratamiento inadecuado o ausente”, señala el informe. Esta área advierte que “en ningún caso ni etapa debiera considerarse factible una participación familiar o de personas con algún interés financiero o patrimonial, ni siquiera como testigo”.