Las compras de servicios e insumos, los medicamentos y la gestión general en territorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) son un tema recurrente en la agenda de la salud, así como la relación con otros prestadores y el pasado reciente profesional de algunos de los integrantes de la directiva, entre ellos, de su presidente, Leonardo Cipriani. Por ejemplo, los montos pagados al Círculo Católico en los últimos dos años por compras de servicios.
Los servicios de salud mental que brinda el prestador también están sobre la mesa, si bien el gobierno ya anunció que se destinarán 20 millones de dólares a salud mental.
Para conversar sobre estos y otros temas, Cipriani recibió a la diaria en el directorio ubicado en el edificio central de ASSE. Rodeado de carpetas con pedidos de acceso a la información pública de períodos de gobierno anteriores, planillas con compras del prestador público a los prestadores privados, y actas de reuniones de la directiva de ASSE, dio extensas explicaciones sobre los temas que recurrentemente se instalan en la agenda, sobre su gestión y la actualidad de la atención que ASSE brinda en Montevideo y en el interior del país, así como sobre el rol de la oposición en cada uno de los asuntos.
Con base en los pedidos de informes de Federico Preve y del senador Charles Carrera se observa un incremento de las compras de ASSE al Círculo Católico en los últimos dos años.
Los pedidos de informes vienen específicamente hacia el Círculo Católico porque yo fui director técnico de la institución, y los titulares siempre son dirigidos a esa institución. Si la pregunta es cómo viene comprando ASSE, no le compra sólo a uno. El Círculo hoy debe de ser el cuarto prestador, en volumen, al que se le compra, y se hace por convenio. Nosotros en nuestra administración todo lo queremos tener por convenio, como lo permite el Sistema Nacional Integrado de Salud. A su vez, estamos tratando de levantar todas las observaciones del Tribunal de Cuentas para todos los procesos. Si vamos a convenios de complementación, tenemos convenio vigente con el Círculo Católico, con el Casmu y tenemos otros que no están vigentes porque se vencieron y ahora estamos trabajando en ellos, convenios que estaban vencidos desde 2018. Estamos unificando todos los precios y todas las condiciones. Eso quiere decir que todos los convenios, por ejemplo, el del Casmu y el del Círculo Católico, son iguales. Rompimos ese desbalance que había, estamos unificando el mismo valor para todas las instituciones.
¿Por qué los pedidos de información terminan en la Justicia?
De los pedidos quiero destacar la calidad de cómo se pide. Siempre se está informando que recurren a la Justicia, lo cual es falso. Lo que hacen es pedir información con tal nivel de complejidad que, si bien es entregada, después piden cosas que a veces no estaban en el pedido original y hacen el show mediante la Justicia. Nosotros entregamos toda la información en tiempo y forma como es solicitada, lo que pasa es que hacen los pedidos de una forma a la que yo atribuyo que no tienen conocimiento sobre cómo se pide, o tienen una intencionalidad. Nosotros en ASSE no tenemos nada que esconder, ya llevamos 124 millones de pesos en contestar pedidos de informes, porque los multiplicaron. Hacen el jueguito de ir a la Justicia por temas que son mínimos para tener el titular de que no somos transparentes. Y ojo, si yo fuera legislador también pediría mucho, pero para que vean que en la salud todos los valores son caros.
¿Cómo se explica ese aumento de los montos de las compras al Círculo Católico?
Si vamos específicamente al convenio de ese prestador, que estaba vigente, lo que se hizo fue una unión entre dos convenios. Se unificó con el de [la ex] Casa de Galicia, con la que ASSE también tenía un acuerdo. Si uno se fija en un pedido de acceso a la información correspondiente a 2016, hecho por Martín Lema, ve que en ese entonces ASSE gastaba, en un semestre, 11 millones de dólares en contratar camas de CTI y su proveedor principal era Casa de Galicia. En salud son cifras que entran dentro de la normalidad. Cuando el Círculo adquirió Casa de Galicia, lo que hicimos fue tirar abajo el convenio previo y unificar. Luego es tan fácil como sumar los números. En cuanto al convenio nuevo, no asusta a nadie la cifra. Un error que cometen cuando hablan de este convenio es que quieren separar el convenio del sanatorio Galicia del convenio en el sanatorio Juan Pablo II; eso no es así. Es importante remarcar que se siguieron todos los pasos administrativos legales. Yo voy a cualquier tribunal porque tengo todo hecho en regla, en tiempo y en forma, como tiene que ser.
También se habló, en su momento, sobre una eventual interferencia de ASSE en el cierre de Casa de Galicia.
En primer lugar, nada tuvo que ver ASSE en el cierre de Casa de Galicia. De hecho, les comprábamos servicios y siempre se les pagó en tiempo y forma. De hecho, nosotros en los meses finales del prestador teníamos prácticamente lleno ese sanatorio con pacientes de ASSE en CTI y en cuidados moderados. Pero en el cierre no tuvimos nada que ver: fueron el Poder Judicial y el Ministerio de Salud Pública quienes intervinieron. Nosotros quisimos quedarnos con ese sanatorio porque necesitamos un hospital norte, pero Economía sólo me permitió hacerlo al final, si no se remataba, por eso fuimos al remate. Luego, en agosto de 2022, cuando se trató el tema del convenio de complementación de este prestador y el Círculo Católico, el gerente general de ASSE, Eduardo Henderson, y yo nos retiramos porque, aunque la ley lo permite, como somos exfuncionarios del Círculo Católico preferimos no interferir. El convenio se aprobó por unanimidad del directorio; entre ellos, votaron a favor los representantes de los trabajadores y de los usuarios de ASSE.
¿Entonces usted dice que el incremento lo justifica la unificación de los convenios?
ASSE tiene un presupuesto que sobrepasa los 1.100 millones de dólares. La salud maneja 9,6% del producto interno bruto, todos los costos en salud son millonarios. Doy otro ejemplo: en noviembre de 2017, también por un pedido de acceso de Martín Lema, se observa que SAME 105 contrataba servicios por diez millones de dólares al año, y en ese momento no había pandemia. Nosotros, en tres años y con la pandemia en el medio, gastamos 20 millones. Se hacían 8.000 traslados en un año, nosotros estamos haciendo 67.000 traslados anuales porque la producción aumentó por ocho. Nosotros no hicimos ningún convenio nuevo, tampoco con el Círculo Católico, todos vienen de períodos anteriores. Otro punto que quiero marcar y que es muy importante: los costos. Cuando yo ingresé teníamos costos de cama de CTI que iban desde más de 30.000 a 114.000 pesos; había instituciones, y tengo las facturas, que nos cobraban el día de cama a 114.000 pesos, nosotros unificamos los precios para todos los convenios. Pero no se quiso ver todo. Si se observan todos los porcentajes, por ejemplo, nosotros tenemos un acuerdo con la Asociación Española, con la que las compras aumentaron 226%, pero sólo se dice que las compras al Círculo aumentaron 60%.
¿Evalúa que es perjudicial haber estado en la directiva del Círculo Católico y ahora en ASSE?
Para nada, no le doy corte. Al revés, fue un orgullo trabajar allí. Los que hacemos administración de salud y somos profesionales trabajamos en todos los lugares. Manejo uno de los presupuestos más grandes del Estado. Estuve 14 años en esa dirección técnica y trabajé en el Partido Nacional asesorando, nunca hice política partidaria, trabajé asesorando en salud. Si sos profesional y estás y trabajás, es normal que vengas de una institución.
¿Qué dice sobre las compras a ITHG servicios marítimos?
Cuando se asustan de lo que pagamos por traslados especializados les digo que estamos pagando cinco veces menos que antes, porque conocés el sistema, los costos y cómo manejan las empresas. Para mí es lo normal. Lo que puedo decir es que cumplieron con ASSE.
En cuanto a salud mental, sobre el Hospital Vilardebó surgieron varios temas en las últimas semanas. ¿Qué sabe de la reapertura de la capilla, por ejemplo?
Cuando veo comentarios que dicen que ahora el Hospital Vilardebó perdió la laicidad porque va a tener misa, pienso que es gente que no sabe, porque ese hospital tiene misa desde que se fundó, así que quiere decir que nunca fue al hospital y que no conoce. No creo que eso afecte la laicidad.
Tras la renuncia de Paula Sarkissian a la dirección del centro, ¿ya se pensó en un nombre para su sustitución?
La doctora renunció por temas personales. Por ahora no está totalmente definido, pero hasta el momento está como directora interina Julia Blandin, la subdirectora del hospital, y seguramente sea quien quede en la dirección porque en estos días demostró un gran desempeño.
ASSE ya anunció que recibirá una partida específica para salud mental. ¿Qué más puede adelantar sobre esa área de atención?
La pandemia nos trastornó todo. Mi idea era trabajar de lleno en salud mental desde el principio y lo tuvimos que posponer dos años. En 2020 el artículo de la Rendición de Cuentas que llevó más plata estaba cerca de los 600 millones de pesos, el primer problema enorme cuando asumimos es que no teníamos psiquiatras. Entre 2018 y 2019 ASSE perdió 30% de los psiquiatras, también porque se pagaba la mitad del sueldo actual, pusimos plata, hicimos un diseño de cargo distinto, también aumentamos operadores terapéuticos y psicólogos. Vamos a seguir trabajando en todas las áreas.
¿Y en cuanto a adicciones, teniendo en cuenta que recientemente se aprobó el proyecto de internación por voluntad anticipada?
En el tema de las adicciones ASSE arrancó con una línea muy pobre, había sólo 114 camas para atender pacientes con adicciones. Según las estadísticas, tendríamos que tener 1.200 camas. Las camas de desintoxicación también son muy pocas; por ejemplo, el Hospital Maciel tiene sólo cuatro. Estamos trabajando directamente con el presidente Luis Lacalle Pou, que quiso poner sobre la mesa el tema de las adicciones por lo que implica, porque significa empezar a tratar los problemas de fondo. Pone la plata y nosotros lo que estamos haciendo ahora es aumentar los lugares de desintoxicación en los hospitales generales en la zona metropolitana. También estamos mejorando el Portal Amarillo. A su vez, trabajamos con las intendencias de cada uno de los territorios para crear centros de desintoxicación en muchísimos de ellos.
¿Algo más que pueda adelantar sobre la Rendición de Cuentas?
En todas las rendiciones nos fue muy bien. El primer presupuesto permitió que resolviéramos muchos problemas estructurales; trabajamos mucho, por ejemplo, en la niñez. Hasta ahora pudimos incorporar un buen número de funcionarios asistenciales, descentralizar los CTI y otros proyectos. En esta rendición queremos emprolijar algunos temas y apostar a la salud rural, queremos radicar médicos en los lugares del interior porque los proyectos interinstitucionales que hay aprobados son netamente teóricos, vamos a pedir sustituir los artículos que refieren a eso y contratar a los profesionales desde ASSE, personas que ya están radicadas en las zonas.