El 17 de julio es el Día Nacional para la Prevención del Suicidio y en ese marco la ministra de Salud Pública, Karina Rando, presentó en el Palacio Legislativo las últimas cifras de casos y algunos estudios que se han realizado para buscar un abordaje integral de la situación. Según advirtió en una rueda de prensa, “la situación de Uruguay es muy comprometida respecto a lo que es América Latina; la tasa de suicidio es de 23 cada 100.000 habitantes cuando en América Latina el promedio es de nueve”.

Según los datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), la suba de la tasa de suicidio en Uruguay es relativamente constante desde los años 90. En 2016 hubo un aumento significativo de fallecimientos y se llegó a 20,5 cada 100.000 habitantes, cifra que se mantuvo similar en 2019 y 2020. En 2021, tras el período más fuerte de la pandemia de coronavirus, se registró un aumento y alcanzó un valor de 21,6 y en 2022 volvió a aumentar hasta llegar a 23,2 muertes por suicidio cada 100.000 habitantes, lo que implica 823 fallecimientos en el año.

De ese total, 77,9% fueron hombres y 22,1% mujeres, manteniéndose la relación habitual de las últimas décadas. Si se observa la franja etaria, la tasa más alta de suicidios se encuentra entre la población de 90 años y más, con 42,8 cada 100.000 habitantes, seguida por las personas de entre 75 y 79 años, con una tasa de 39 y la de 60 a 64 años, con una tasa de 32,4 muertes. Se reduce entre los 30 y 60 años y aumenta entre los jóvenes de 25 a 29 años, con 31,6 muertes cada 100.000 habitantes.

Al mirar el mapa de Uruguay, en 2022 la mayor incidencia de muertes por suicidio fue en Treinta Tres, con 37,6, seguido por Lavalleja con 36 y Soriano con 33,5. En contrapartida, los departamentos con menor cantidad de suicidios fueron Montevideo con una tasa de 18,4, Florida con 20,2 y Canelones con 20,7.

Estrategias a futuro

La ministra recordó que en la última Rendición de Cuentas se presentó un plan integral sobre salud mental y adicciones para ejecutar en 2024. Según explicó Rando, los usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud dispondrán de un ticket sin costo para acceder a los medicamentos antidepresivos más frecuentes. Además, para quienes hayan pasado por un intento de suicidio el Estado pagará dos terceras partes del copago necesario para financiar el tratamiento de psicoterapia en el prestador de salud.

Además, se aumentó de 25 a 30 años la edad para ser incluido en tratamientos de psicoterapia. Esto incluye unos 200.000 usuarios que se podrán sumar al servicio de los prestadores de salud.

Por otra parte, el MSP “implementará la inclusión de una consulta psicológica anual como parte del control de salud de los adolescentes entre los 15 y 19 años. Con el objetivo de realizar una valoración eficaz del desarrollo psico-afectivo del adolescente que permita su abordaje o derivación oportuna”, agregó la institución en un comunicado.

La ministra también mencionó el estudio “Suicidio adolescente en Uruguay: un análisis desde el sistema de salud”, en el que se analizaron los certificados de defunción e historias clínicas de adolescentes entre 2018 y 2021. Del estudio se desprende que gran parte de los suicidios en adolescentes se vinculan al consumo problemático de sustancias. En este sentido, la ministra recordó el progama Familias Fuertes, que tiene como objetivo fortalecer los lazos familiares para mejorar la contención de los adolescentes.

“Si bien la mayor parte de esos adolescentes que se habían quitado la vida tenían entre 17 y 18 años, hay también prácticamente niños de 12, 13 y 14 años que también se quitaron la vida, o sea que es un tema que empieza desde temprano y hay que tener en cuenta en todas las etapas la educación”, dijo Rando en una rueda de prensa.

Agregó que 70% de estos adolescentes habían estado en contacto con el sistema de salud “ya sea por razones psicológicas o, la mayoría de ellos, por razones físicas o el control rutinario de salud, o sea que ahí tenemos una ventana de oportunidad que es el captar a estos adolescentes, a estos chicos, en el momento que consultan al sistema de salud aunque sea por otra cosa, haciéndoles una pesquisa psicológica”.