Los distintos gremios y federaciones del sector de la salud suelen estar en constantes negociaciones con los prestadores de salud, tanto con la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) como con las mutualistas. En ocasiones, cuando no se llega a los acuerdos o los trabajadores no alcanzan los escenarios que creen pertinentes para brindar atención, se generan conflictos. En 2023 hubo varios conflictos y reclamos de trabajadores médicos y no médicos.

Uno de los principales fue el protagonizado por los trabajadores de la ex Casa de Galicia. A menos de un mes de que el Parlamento decidiera mantener el veto del Poder Ejecutivo a la ley que garantizaba el cobro de parte de los adeudos a los extrabajadores de la mutualista, el grupo sigue evaluando cómo avanzar por medio de juicios individuales para cobrar lo adeudado.

A su vez, hubo otras situaciones vinculadas a algunas especialidades, por ejemplo, la falta de especialistas para cubrir guardias en el hospital Vilardebó. El problema, que se repitió varias veces en el año, decantó en negociaciones entre ASSE y el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), que momentáneamente solucionaron las faltas.

Sobre fines de 2023 hubo otros reclamos. Uno de los últimos aún no se ha resuelto e involucra al Centro Hospitalario Pereira Rossell y al Hospital del Cerro. Los trabajadores advierten que en ambos servicios faltan dotaciones para las áreas de emergencia pediátrica, de neonatología y de cuidados intensivos.

Logros y pendientes

En diálogo con la diaria, Martín Pereira, el presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, y José Minarrieta, el presidente del SMU, repasaron los principales conflictos de 2023 y adelantaron algunos proyectos para 2024, que es año electoral.

En principio, Pereira se refirió a los asuntos que se negociaron en la última Rendición de Cuentas. De esa instancia valoró que se presupuestaron cargos, aunque en ASSE “sigue faltando cubrir los servicios de la manera que se necesita” y generar contrataciones para los servicios nuevos, que hasta ahora “se mantienen con el mismo personal”. Como otro de los logros del balance destacó que de la partida por capacitación, el monto que se restó por aquellos que no la realizaron se repartirá entre quienes sí lo hicieron mediante un pago que se efectuará este mes. “Dentro de la situación general, son conquistas que significan avanzar en salario”, valoró.

Por otra parte, Pereira evaluó que quedaron varios temas pendientes. En principio, “se va a pedir que se presupuesten los 2.000 cargos de trabajadores no médicos que están pendientes” y se intentará trabajar en la terciarización de los servicios, algo que “preocupa”. Los trabajadores ganan cierta experiencia y el servicio y los usuarios “también ganan porque se benefician del buen manejo de las tareas, entonces no es positivo que estén rotando el personal cada poco tiempo”, sostuvo.

En cuanto al sistema de salud en general, consideró que “hay que seguir avanzando” en la reforma del sistema porque tanto en el último período de gobierno del Frente Amplio como en el gobierno actual y con la pandemia de por medio, la reforma se estancó. Por ejemplo, la complementación de servicio “de la que tanto se habla debe ser real, hay que evitar que los dineros de ASSE terminen mal gestionados en los prestadores privados para salvarlos”. Casi 30% del presupuesto que el Parlamento vota para ASSE en las rendiciones de cuentas termina en prestadores privados “que, además, no están sometidos “a un control financiero por parte del Ministerio de Salud Pública”, quien “debería jugar un rol mucho más importante del que juega”, agregó el presidente de la federación.

Respecto de las negociaciones con ASSE, consideró que si bien son aceptables, a veces “es difícil que lo acordado se cumpla en todas las unidades ejecutoras”, y eso se debe a “un problema de comunicación interna” que tiene el prestador público, que es de larga data.

“Hoy vemos a varias mutualistas con dificultades económicas”, dijo Pereira, y agregó que está latente el antecedente de lo que pasó con Casa de Galicia”. Por ese motivo, “queremos ver las propuestas de los precandidatos sobre ASSE y sobre todo el sistema en conjunto”, concluyó.

Por su parte, Minarrieta coincidió en que en las negociaciones con ASSE a veces es complejo que se cumpla lo acordado y eso dificulta “otras negociaciones en curso”. En ASSE, y “diría que en casi todos los prestadores, estamos en negociación permanente”, agregó.

Sobre el prestador público, recordó que en este momento está vigente el conflicto por la atención pediátrica. Al respecto, detalló que si bien “hay medidas planteadas”, están todas en suspenso por las semanas festivas de fin de año, que enlentecieron el proceso. “Tenemos la idea de que a mitad de enero se vuelva a poner el asunto sobre la mesa para ver qué se resuelve”, pero “todavía no hubo propuestas que satisfagan lo que se necesita, es una situación que hasta ahora no tiene resolución y está siendo difícil”, explicó Minarrieta.

También se refirió a otros temas que aún no está claro cómo o cuándo se resolverán. “Con Casa de Galicia estuvimos todo el año y aún no está claro cómo se van a resolver los juicios individuales”, expresó. Sobre salud mental, si bien en este momento “no hay conflicto”, se continúa trabajando para cubrir las guardias psiquiátricas.

Valoró los procesos de discusión de las rendiciones de cuentas porque son una etapa en la que “uno pide cosas, ASSE envía al Parlamento algunos de los pedidos y luego las cámaras modifican los recursos”. Sin embargo, para Minarrieta esto “es complicado”, porque los temas asistenciales pueden aparecer a destiempo con la rendición. De hecho, en este momento del período “todas las respuestas tienden a decir que se verá en el próximo presupuesto, y eso es complicado porque la asistencia no puede esperar”.

En cuanto a los planes del sindicato para 2024, adelantó que el grupo médico está dispuesto a discutir con los precandidatos diferentes visiones y propuestas sobre el sistema de salud, el cual en este momento “afronta una situación de debilidad, complejidades en su financiamiento, en las instituciones”, en el cumplimiento de las metas asistenciales y otros problemas particulares, como los servicios VIP.

“Consideramos que es importante avanzar en la reforma de la salud”, dijo Minarrieta, y agregó que desde el SMU se van a formar mesas de discusión e instancias de participación. Según dijo, “la idea es concluir algunas cosas para presentarles a todos los partidos políticos y buscar algunos compromisos” con el partido que sea que vaya a gobernar en el próximo período. Los aspectos que se han “debilitado” y en los que el gremio se centrará, además de los mencionados, son el acceso a la salud, el primer nivel de atención, en el cual “se ha retrocedido”, la atención de la salud mental y algunos otros “aspectos críticos” del sistema.