Médicos Unidos, el sector del Casmu al cual pertenecen las actuales autoridades de la institución, emitió un comunicado este martes, al que accedió la diaria, en el que acusa al Sindicato Médico del Uruguay (SMU) de establecer un “lamentable juego político sin priorizar la salud de los uruguayos” en torno a la situación del prestador de salud, que ha estado en la mira pública en los últimos meses.

En la declaración, el sector brindó información sobre “la realidad del Casmu” contraria a “los intereses ocultos que se han dedicado a esconder y manipular con datos falsos”. Allí sostiene que “por tercer año consecutivo el ejercicio del Casmu tuvo un resultado positivo”, ya que su patrimonio se incrementó “en 17%” y se mejoró la gestión de cobro de adeudos.

En suma, a pesar de las “condiciones heredadas”, Médicos Unidos destaca que se mantiene la cadena de pagos y que los salarios se abonan el quinto día hábil de cada mes. Asimismo, “se logró reducir el personal sin despido de 352 empleados” durante 2022 y 2023, resalta.

Por su parte, fuentes del SMU manifestaron a la diaria que la agrupación emitió la declaración este martes porque es el día en que se pautó una asamblea, que comenzó a las 19.00. El objetivo del encuentro era que el gremio expusiera una serie de situaciones ocurridas en la mutualista referidas a distintas denuncias de situaciones puntuales, como la destitución y el despido del exmédico capitalizador Álvaro Niggemeyer, de quien el SMU solicitó el reintegro, pero el Casmu desconoció las acusaciones “infundadas”.

En tanto, la diaria accedió a una convocatoria de integrantes de la empresa, que circuló por varios grupos de difusión, en la que invitan a una “reunión informativa” sobre “la situación del Casmu” y sobre “todas las mentiras que se están diciendo por ahí”. Específicamente, convocan a participar en la asamblea de este martes vía Zoom y “defender a Casmu de quienes solamente le desean lo peor”.

La convocatoria también se refiere a Niggemeyer y remarca que “el colmo de los males no fueron sólo los hechos que llevaron a la Comisión Fiscal de oficio en forma unánime a pedir su destitución”, sino que “otros articulen desde diferentes lugares, coordinado desde varios frentes, transformar [la situación] en una tormenta perfecta”.

Según el texto, “de continuar con este ataque injustificado” se pone “en serio riesgo el financiamiento de las obligaciones”, por lo que se hace un llamado a “entre todos los médicos capitalizadores, sin distinción de agrupación, especialidad u orientación, parar y defender la institución” y decir: “Fuera de Casmu los intereses de quienes no son de Casmu”.

Desde el SMU sostienen que, de confirmarse la participación a instancias de la empresa, es algo preocupante y “muy grave”, ya que las asambleas no deberían ser “vigiladas por la empresa”.

El SMU decidió esperar el informe de los veedores

Tras la asamblea, por amplia mayoría, el SMU resolvió aprobar “lo actuado hasta el momento por el Comité Ejecutivo en torno a esta situación” y rechazar el acoso laboral, así como “las presiones indebidas y el clima de amedrentamiento que viven los y las colegas” que trabajan en el Casmu.

Asimismo, volvieron a exigir el reintegro de Niggemeyer y denunciaron que cuando fue despedido se trasladó al ámbito laboral “un tema que, claramente, corresponde a otras esferas, sin motivo ninguno que tenga relación con su desempeño profesional”.

Solicitaron al Comité Ejecutivo, además, “estar atento a los informes de los veedores ante las autoridades sanitarias, en el entendido de que nuestro interés es preservar la estabilidad de esta histórica Institución, el equilibrio del sistema, asegurar la asistencia de más de 180.000 usuarios, y conservar las fuentes de trabajo médico”.

Por último, dispuso “mantener el contacto con las autoridades ministeriales y del SNIS, y con las comisiones de salud del Poder Legislativo para dar seguimiento a las situaciones planteadas, tanto de la esfera laboral como en lo que refiere a la situación de la empresa”.