La ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, informó este martes, en diálogo con la prensa, que está previsto que la próxima semana reciba un informe preliminar de los tres interventores que recientemente se incorporaron al Casmu y una evaluación de los indicadores asistenciales.
A su vez, El Casmu que Queremos, la lista minoritaria del consejo directivo, envió una carta a las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), que también dirigió a los interventores, en la que solicita que la cartera adopte medidas que permitan “una participación realmente libre, informada y amplia” en la próxima asamblea general ordinaria pautada para el 19 de este mes y para que “las deliberaciones y sus resultados sean fiel reflejo de la voluntad de los asociados”.
La minoría sustenta el pedido en hechos que ya denunció en múltiples oportunidades y que, según relatan, fundamentalmente incluyen falta de transparencia en el cómputo de votos (que se realiza a mano alzada) y restricción y limitación de asociados “que cuestionan a la mayoría actual, para opinar e intervenir en el transcurso de las deliberaciones”.
“Son habituales las presiones a los médicos asociados para emitir su voto en el sentido favorable a la mayoría del consejo directivo, por lo que el pronunciamiento a mano alzada se convierte en un arma de coacción indirecta a los colegas, que temen manifestar su voluntad y luego perder su empleo”, relata la carta firmada por Virginia Massobrio (prosecretaria) y Julia Galzerano (tesorera), a la que accedió la diaria.
Afcasmu denunció “falta de interés en las negociaciones”, por parte de las autoridades de la mutualista
Por su parte, los trabajadores nucleados en la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu) comunicaron que esta semana, en una nueva instancia tripartita en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, los “representantes políticos” de la empresa “dejaron clara la falta de interés en las negociaciones”. “El mensaje patronal es desconocer al sindicato y romper el relacionamiento con los trabajadores”, denuncia el comunicado.
Los trabajadores sostienen que la directiva “pretenderá aplicar alguna política dentro del plan de reestructura, que implique que, una vez más, los trabajadores paguen los lujos empresariales” y “enmascarar la crisis económica”.
Por estos motivos, harán un paro general con asamblea el 21 de marzo.