Sentirme frenteamplista es querer tener una organización que se encuentre despierta, en alerta y junto a los y las más débiles. Y gente organizada que sepa que no hay márgenes para la especulación ni para los privilegios.
A una mala campaña y a decisiones desacertadas deben continuar el espíritu de volver a ser. Y el retorno al gobierno nacional será por ese camino de profundización de arraigo y coincidencias esparcidas tierra adentro.
Aquel Frente Amplio, este Frente Amplio, fue y sigue siendo la herramienta política de nuestro pueblo para afirmar una república de derechos, basada en el ideario artiguista siempre vigente.