Lo que atenta contra la salud mental de las personas mayores no es la medida sanitaria de distanciamiento físico sino el estigma y lugar social que se le asigna a este colectivo en función de su edad.
El descenso ha sido menor en mujeres y en niveles socioeconómicos bajos; investigación señala que la política prohibicionista “parece haber llegado a su techo” respecto de fumadores crónicos y sugiere incorporar mirada interdisciplinaria