
Fotografía
El Chino, diez años después
Chaná y Frugoni. Desde allí, elástico y alerta, el Chino estira su territorio cien metros en las cuatro direcciones, cuatro cuadras en cruz. Corre. Cuida coches, dirige el tránsito, abre y cierra puertas, carga bultos. Tiene mil antenas. Lo que no veo, lo escucho, dice. Saluda a todo el que pasa sin excepción. A los varones los llama súper si son chicos y capo si son grandes. Los motociclistas con casco son Batman, quién sabe por qué. Las mujeres son...