Sociedad
Bailando en la oscuridad
Algunos aseguran que se trata de lugares donde hay una mayor libertad, otros que allí no sufren la hostilidad de los espacios heterosexuales, hay quienes sólo procuran asegurarse la diversión y no faltan los que miran la oportunidad bajo una lógica de mercado, sumados a los que buscan sentirse más cómodos y a personas afines a su orientación sexual. Hoy Montevideo tiene boliches que han salido del closet y siguen teniendo un público preferentemente LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans). la diaria conversó con algunos participantes de esta movida para saber por qué la comunidad LGBT montevideana siente la necesidad de tener sus propios espacios recreativos, y cómo conviven sin ellos en lo cotidiano.