La democracia se ha convertido en una votocracia en cada período electoral. Esta situación produce, en el mejor de los casos, un círculo vicioso de inactividad.
A Amelia Sanjurjo no la hallaron todos quienes se lo arrogan. La encontraron las viejas incansables; los familiares que nunca se rinden; las almas que ensanchan y multiplican la Marcha y el Silencio cada 20 de mayo.
Tenemos que construir un sistema de seguridad social disociado de los aportes de empleados y empleadores. Financiado por una contribución general, progresiva y unificada vinculada a los ingresos de las personas.
Allí donde la ciudad del capitalismo tardío prolifera en exclusiones y segregaciones, es el contexto y la oportunidad política para formular verdaderas y sustentables alternativas de integración orgánica.
La psicopolítica del siglo XXI tiene en el epicentro a los afectos y los sentimientos, dejando en un segundo plano las “verdades”, los datos “objetivos” o los resultados de gobierno.
La igualdad sustantiva está lejos de alcanzarse en el ámbito político y pretenden convencernos de que los varones parlamentarios ocupan sus bancas en función de sus competencias, competencias que las mujeres no alcanzaríamos.
Construir internacionalismo hoy significa ir más allá de la solidaridad y tejer articulaciones, instituciones, cooperación que sea capaz de mostrarnos un horizonte de justicia, igualdad y democracia.
Aquellos que se presentan como representantes de una minoría silenciada por denunciantes por violencia de género, están disputando la ley e intentando defender un estado de cosas dominante.