De visita en Montevideo, la filósofa mexicana habló con la diaria sobre los vínculos entre “capitalismo gore”, necropolítica, femicidios y el espectáculo de la muerte como una “anestesia social” frente a la violencia contra determinadas corporalidades.
La ministra afirmó que “se dice que se le dio medicación” aunque “no aceptó” tomarla y que “en diferentes oportunidades se retiró contra la voluntad de los médicos”
Lo de Mili fue un suicidio femicida y expone, de la manera más radical, el desamparo institucional que viven las víctimas de violencia sexual en Uruguay.
Violencia es también aceptar una candidatura siendo mujer, a sabiendas de que tarde o temprano llegará el mal rato, el comentario infeliz, la no disculpa.