Enseñanza

No se trata de que las transferencias económicas sean sólo para premiar resultados, se trata de acompañar las trayectorias asumiendo que los riesgos educativos están también en el propio proceso.

Pocas veces el discurso educativo quedó tan pegado a un videojuego como ahora. La enseñanza no es nada, el aprendizaje es todo: abandonemos el tedio de la clase tradicional, sumémonos a la celebración de los programas a prueba de profesores que ofrecen mayor conexión con los estudiantes que los programas tradicionales.

Además de su utilidad pragmática, la enseñanza de la filosofía nos acerca a aquello que valoramos por sí mismo: vivir una vida buena y enfrentarnos con lucidez a los problemas más profundos de nuestra condición.

La ética docente involucra, y tal vez sea lo más importante, las preguntas ¿cómo enseño?, ¿qué enseño?, ¿qué hago para mejorar cómo enseño?