Buscojobs es un portal de búsqueda de empleo que nació en Uruguay en 2007. Uno de sus cuatro socios, Marcos Aguiar, contó a la diaria que la idea inicial surgió por iniciativa de Joan Díaz, que tenía una firma en España que se dedicaba a hacer portales verticales de empleo: les vendía a las empresas un sistema de selección de personal. Aguiar dijo que esa propuesta no prosperó, pero lograron vender un servicio de bolsa de empleo al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y después a alguna otra empresa. También “ofrecimos el portal a algunos competidores locales, pero no llegamos a un acuerdo, entonces decidimos sacar nuestra propia marca”, dijo. En mayo la empresa firmó un acuerdo de cooperación con la fundación Bensadoun Laurent para ayudar a la inclusión laboral de las personas con alguna discapacidad, y está desarrollando otras propuestas, como una sección de teletrabajo y de primer empleo. Además de hablar sobre los nuevos desarrollos, Aguiar analizó el mercado laboral en medio de la pandemia por la covid-19.

“En Uruguay hay unas 500.000 personas con alguna discapacidad y 80% no tiene empleo”.

¿Desde cuándo tienen ofertas para personas con alguna discapacidad?

Desde 2019, a partir del acuerdo con la fundación Bensadou Laurent, que nos asesoró sobre cómo hacer los cambios en el portal para que sea fácil para usar, tanto para las empresas como para los usuarios. En Uruguay hay unas 500.000 personas con alguna discapacidad, y 80% no tiene empleo. Esto va a ser un proceso lento; no vamos poder cubrir toda la cantidad de puestos mañana, pero la verdad es que ya tenemos 260 ofertas de empresas que publican, admiten o aceptan a personas con alguna discapacidad. Esa es una buena noticia.

“Tanto discapacidad como primer empleo son sectores con mucho desempleo. La tasa de jóvenes desempleados casi que triplica la normal, previo a la covid-19 era de casi 27%”.

¿Esas ofertas están divididas según el tipo de discapacidad?

No necesariamente. Quien publica es la empresa, nosotros le damos la posibilidad de tener un canal específico; en este caso, cuando la empresa está dispuesta a aceptar la conectamos con la fundación para que hagan un seguimiento de la persona. Obviamente tuvimos que hacer alguna adaptación en los currículums para agregar algunos campos y definir la discapacidad.

¿Cómo funciona el vertical de primer empleo?

Tanto discapacidad como primer empleo son sectores con mucho desempleo. La tasa de jóvenes desempleados casi que triplica la normal, previo a la covid-19 era de casi 27%.

¿De qué margen de edad estamos hablando? Porque podría haber una persona de 50 años que por alguna razón nunca trabajó.

No está pensado para ese tipo de persona, porque otro de los verticales es para personas mayores que nunca trabajaron o que perdieron su empleo.

El año pasado dijiste en una entrevista que la demanda de puestos de trabajos al mes era de 3.000, eso fue antes del coronavirus. ¿Cuál es la demanda actual?

En abril la caída fue de 40% y en mayo fue de 60%, respecto del mismo mes del año pasado. En la situación actual y, teniendo en cuenta el desempleo de marzo creo que el desempleo sólo va a empeorar por un par de meses, va a subir mucho, porque la demanda cae de forma muy fuerte. Nosotros la medimos desde 2012 y nunca hubo una caída tan grande como la de estos meses en tan poco tiempo. Estimo que los próximos datos de desempleo van a ser mayores. Además es parejo: cuando se mira por sectores hay algunos en que el golpe fue durísimo, como gastronomía u hotelería, pero no hay un sector que en esta coyuntura tenga más demanda que antes.

Usted dijo que Buscojobs contaba con 650.000 currículums, 20% de la población activa. ¿Aumentó esa cifra desde marzo hasta ahora?

Esa cifra aumenta todos los meses por gente nueva: hoy estamos en el entorno de los 700.000 candidatos en Uruguay, en todos los 34 países en donde funciona Buscojobs estamos en el entorno de los diez millones. Todo es gestionado desde Uruguay y la apuesta es seguir abriendo en otros países.

¿A cuánta gente emplean?

En Uruguay somos 25 personas.

En otra entrevista dijo que con el coronavirus aumentó de 4% a 24% el teletrabajo, eso supone otro tipo de competencias para quienes buscan empleo. ¿Cómo cree que va a afectar la contratación de personas?

El teletrabajo vino para quedarse; no se va a mantener en 24% cuando la situación vuelva a la normalidad, pero no va a ser de 4%. Probablemente haya muchos puestos que terminen siendo mixtos. Sin duda cambia las competencias que se necesitan, en este período la gente aprendió a usar herramientas que antes no utilizaba. También es cierto que al analizar el teletrabajo, cuando se abre por nivel educativo o por ingresos económicos, hay diferencias importantes. Las personas con niveles educativos más altos alcanzan 40%, porque además tienen tipos de empleos que lo permiten, pero hay sectores que siguen trabajando igual que antes.

También dijo que el teletrabajo ayuda a los cuidados...

No, lo que dije fue que probablemente tenga impactos múltiples, entre ellos el tamaño de las oficinas; también dije que puede tener impacto en el Sistema Nacional de Cuidados, porque si una persona puede trabajar desde su casa no necesariamente necesite tener a otra persona para cuidar a los hijos o a una persona adulta; además, si el niño se enferma no necesariamente el trabajador va a tener que pedir el día libre.

¿Considera ese impacto positivo o negativo?

Seguramente tenga de los dos. Lo positivo es la flexibilidad que la gente puede tener para atender determinados problemas domésticos, y el impacto negativo es que hay personas que viven de resolver esos problemas cuando la familia tiene que trabajar.

La forma de dedicación también es diferente, en el hogar pueden surgir distracciones que cambien el tiempo que lleva hacer una tarea.

Sí, también está el problema de cómo se definen horarios de descansos, por ejemplo. Ahora se está empezando a estudiar en un proyecto de ley. Hoy en Uruguay no hay ninguna regulación.

¿Cómo cree que afecta el teletrabajo a la salud laboral?

En Equipos Consultores [Aguiar también es director general de Equipos Consultores] sacamos un informe del impacto emocional en los trabajadores y es terrible. Esta edición la hicimos en agosto de 2019 y volvimos a medir en marzo: hay diferencias enormes en los niveles de preocupación, depresión o estrés. Hay un incremento importante en esos indicadores.

¿Qué cree que puede pasar con el reinicio de las actividades?

No he visto nada estudiado sobre ese tema, pero mi opinión es que a alguna gente le va a costar volver a las dinámicas de antes.

¿Piensa que los empleadores se pudieron acomodar a la falta de control sobre los empleados cuando estos están en sus casas?

Hubo un proceso de adaptación de todas las compañías. Seguramente los horarios pasaron a ser más difusos, el fin de semana se desdibujó; en la medida en que esto se vaya haciendo más normal, también habrá regulaciones propias de las formas de trabajo.

¿Qué opina del derecho a la desconexión?

Me parece que es un derecho que hay que cuidar.

Había empresas reticentes a ciertos cambios que tuvieron que implementar de la noche a la mañana y les fue bien, y se dieron cuenta de que tenían que haberlos hecho mucho antes. ¿Qué otras lecciones deja esta etapa?

Esto aceleró procesos que ya se venían dando, todo lo que es la digitalización y las compras online, muchos lo terminaron haciendo a las corridas, pero era un proceso que se venía dando y se aceleró. También creo que hay firmas que hicieron cambios y no van a volver para atrás, sobre todo las que ya pasaron al negocio digital. Para poner un ejemplo, Zara abrió su comercio electrónico en plena pandemia y seguramente va a empezar a crecer su negocio digital, algo que no hubiera pasado sin la pandemia. Otro caso interesante fue el de un gimnasio: el dueño decidió arrendar los equipos y tuvo que salir a comprar más, dice que no va a volver a tener un gimnasio como el de antes. Cambió su negocio en un mes. Los supermercados debieron adaptar su logística para poder hacer envíos, y les costó, el primer mes tenían un lío tremendo, los pedidos podían demorar hasta diez días, ahora están al día siguiente. Cuando la pandemia pase, la gente va a volver a los supermercados, pero mucha va a seguir comprando online.

Me decía que Buscojobs está en 34 países, ¿tienen una idea de cómo la pandemia afectó el trabajo en esos lugares?

La demanda y la búsqueda de empleo cayó en todos los países, pero el tráfico del portal en otros países se recuperó un poco más rápido que en Uruguay.

¿Qué pasa con las barreras digitales, con la gente que no tiene acceso o conocimiento de las nuevas tecnologías?

Ahí va a haber un problema al que las autoridades van a tener que prestar atención, mucha gente se tendrá que reciclar para otro tipo de actividad.

Con esta baja de actividad, seguro que habrá mucha gente que, por desesperación, se postule para puestos sin importar los requisitos.

Para que tenga una idea, hoy, con 3.000 ofertas de empleo por mes, tenemos 100.000 postulaciones, pero el portal tiene la posibilidad de aplicar filtros. Aunque nosotros advertimos a las personas cuando no califican, no podemos impedir que se postulen. Lo que sucede es que el costo de presentar un currículum en las plataformas bajó a cero. Ya no hay que imprimir un currículum ir a entregarlo o mandarlo. Ahora presentarse es hacer un clic. Nosotros no cobramos a los candidatos porque creemos que es parte de colaborar; con esto no estoy diciendo que no hay un negocio, pero cobramos a quienes quieren contratar. Para los diez años de la empresa hicimos un estudio en los 34 países y nos dio que había unas 150.000 personas que declararon haber conseguido algún empleo por el portal, eso nos reconforta.