El lunes 11, pocos minutos antes del mediodía, una potente tormenta azotó el norte uruguayo. Un rayo cayó en un monte ubicado a 20 kilómetros de Melo, próximo a la ruta 7, en Paraje Chuy, donde tres trabajadores habían llegado horas antes para picar astillas y postes a pedido de un contratista.
Jorge Alexander Machado, de 41 años de edad y padre de tres hijos, falleció por la descarga eléctrica mientras intentaba sujetar una lona a uno de los árboles para protegerse de la lluvia. Uno de sus compañeros, un muchacho de 23 años, quedó inmovilizado en el suelo durante más de media hora; el restante trabajador pudo salir del bosque en busca de auxilio.
El dirigente de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA), César Rodríguez, señaló a la diaria que los dos trabajadores “se salvaron milagrosamente”.
La lluvia y la tormenta eléctrica habían sido previstas para ese día por los diferentes servicios meteorológicos. “Las condiciones del tiempo y los riesgos estaban anunciados desde muy temprano en la mañana” del lunes. Para Rodríguez hubo tiempo suficiente para evitar el siniestro. “Ese tipo de situaciones se pueden prever a la hora de salir a hacer tareas a cielo abierto y pueden ser descartadas o sustituidas por otras”, remarcó.
Según relató la periodista melense Silvia Techera, tía de uno de los trabajadores accidentados, estos no estaban al tanto de la doble alerta que el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) había lanzado para esa zona del país. Añadió que los monteadores habían sido contratados “de forma eventual” por el empresario.
Rodríguez describió la zona donde se provocó el siniestro como un “lugar realmente complicado”: “Está a 20 kilómetros de Melo, cerca de la frontera, sin ningún tipo de servicios al alcance”. “No había condiciones de movilidad; el compañero salió a buscar auxilio en una moto bajo la tormenta eléctrica”, agregó.
El Ministerio del Interior recibió la denuncia del siniestro, hizo las intervenciones pertinentes, e informó a la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social (IGTSS), explicó el dirigente de la UNATRA. “Ahora entre las diferentes partes estamos tratando de juntar las puntas, de establecer las responsabilidades sobre las directivas que se dio a los trabajadores, de definir cuál es la responsabilidad empresarial”.
Falta de reglamentación
Rodríguez lamentó la reiteración de muertes de trabajadores rurales en condiciones climáticas extremas y la ausencia de disposiciones legales que controlen el trabajo bajo advertencias metereológicas. “Hay una falta del Estado uruguayo y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en cuanto a la reglamentación del trabajo rural durante la vigencia de las advertencias metereológicas”, sostuvo.
Esa situación también fue denunciada en agosto de 2020 por la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH). “El año pasado hubo varias muertes de trabajadores rurales y la INDDHH sacó una recomendación para que se reglamentara el trabajo en el sector rural en relación a las alertas metereológicas. Se hizo la recomendación al MTSS, pero no han hecho las reglamentaciones hasta el momento”, lamentó Mariana Mota, directora de ese organismo. Mota dijo a la diaria que “en otros ámbitos laborales ya se ha reglamentado la actividad en caso de tormentas que generan riesgo para la integridad física, para que los trabajadores no salgan a trabajar, para que no se expongan a esa situación”.
Explicó que la regulación podría establecerse mediante una reglamentación dispuesta por el MTSS o por la vía legislativa, de modo que “el trabajador pueda negarse” a desempeñarse en condiciones de riesgo de vida y “que el patrón no pueda obligarlo a hacer la tarea”.
Ante este nuevo caso, en estas horas la INDDHH reiterará “la recomendación” hecha el pasado año para “que se atienda esta situación en que la normativa actual no protege a los trabajadores rurales”.
Dichos y hechos
En enero de 2019 fallecieron dos trabajadores rurales mientras llevaban a cabo tareas en condiciones climáticas extremas. En ese contexto, la Asociación Rural del Uruguay (ARU) exhortó “a los productores y trabajadores rurales en general, que eviten la realización de tareas de campo bajo condiciones de riesgo climático tomando las medidas de precaución, entre ellas, las publicadas con fecha febrero 2015” por esa agremiación. No obstante, la situación no ha cambiado demasiado, según la UNATRA. Rodríguez dijo: “Hace años que venimos denunciando estas situaciones, venimos tratando con las anteriores conducciones del MTSS y de la IGTSS para que se tome recaudo, para que las cámaras empresariales vean qué hacer ante las emergencias meteorológicas, y no hemos tenido avances”. “Por eso acudimos a la INDDHH”, añadió.
Para Rodríguez, “las cámaras empresariales ‒la Asociación Rural del Uruguay, la Federación Rural, la Asociación Cultivadores de Arroz‒ actúan con indiferencia y distancia sobre este tema, es algo que no les quita el sueño”. “Se trata de decirle al capataz que les diga a los trabajadores que se queden protegidos, porque en un establecimiento agropecuario hay un montón de cosas para hacer bajo techo en los días de tormenta”, concluyó.