Saceem es una empresa uruguaya de construcción que trabaja en el país desde 1951 y su facturación anual supera los 250 millones de dólares; también opera en Paraguay, Perú, Chile y Colombia. El puente de la laguna Garzón, ubicado en la unión entre los departamentos de Maldonado y Rocha, y el Puente de las Américas, de Barra de Carrasco, Canelones, son algunas de las obras que realizó el grupo constructor. Para este tipo de proyectos relacionados con lo urbano y la vialidad se formó un consorcio con Grinor SA, otra empresa vinculada al sector. En 2017, Saceem creó su área de concesiones, con el objetivo de participar en proyectos público-privados. A partir de este mecanismo, la empresa diseñó la iniciativa de construir un viaducto en la rambla portuaria de Montevideo. Fue el único interesado y quedó como responsable de llevarlo adelante.

La obra requirió una inversión de 127 millones de dólares, que serán financiados con recursos de la Administración Nacional de Puertos y con un préstamo del Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata.

Alejandro Ruibal es el director del Grupo Saceem y vicepresidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay y contó a la diaria que la obra del viaducto, que comenzó en junio de 2019, finalizará entre marzo y abril del año que viene. La estructura tendrá 1.800 metros de largo, para transitar habrá dos rampas como accesos principales, de 250 metros cada una –ubicadas a la altura de la estación de la Administración de Ferrocarriles del Estado y en las cercanías de la Central Batlle–, dos rampas secundarias, de 150 metros cada una, y un puente arco de 160 metros de largo. Tendrá tres carriles por la derecha y tres carriles por la izquierda.

Ruibal expresó que el objetivo principal de este diseño es “separar el tránsito urbano del tránsito pesado” que entra al puerto de Montevideo. Con la obra, se desviará el ingreso de los camiones al puerto para que ingresen directamente por el acceso norte. Así, según apuntó Ruibal, “se ganó un montón de área de la bahía, que se rellenó y se están haciendo pavimentos”, y sumó que “el puerto se agranda”, porque la superficie debajo del viaducto pasa a ser “territorio del puerto”.

“El viaducto es necesario porque ya estaba colapsada la rambla, era casi imposible pasar entre el tránsito de camiones, los semáforos, y ahora agregar que va a llegar el tren [de UPM]. La única solución es pasar a dos niveles”, señaló el director del Grupo Saceem. La empresa también forma parte del Grupo Vía Central, consorcio privado que está construyendo la obra del Ferrocarril Central.

“Imaginate que entre un ferrocarril de 500 metros de largo cortando la rambla, ¿cómo hacés? Y agregando más camiones, pues los puertos se siguen desarrollando”, señaló. Enseguida planteó que con esto no están “inventando nada”, porque así “se hace en todos los puertos del mundo”. “Cuando no hay más capacidad a nivel de piso, se pasa a distintos niveles”, enfatizó.

Ruibal dijo que el viaducto tiene las mismas características “que cualquier ruta nacional”. “Pueden ir los mismos camiones que van en la ruta, el tema es que el puerto quería que los camiones entraran por el acceso norte, por un tema de ordenamiento; creo que así lo va a hacer. No tengo claro qué van a hacer con los que van a venir a la terminal de contenedores, a la otra punta del puerto, si los van a mandar por adentro o si van a ir por arriba, por el viaducto”, declaró.

El director de Saceem afirmó que en diciembre el puente arco, de acero y más de 270 toneladas, va a estar terminado; sus piezas fueron fabricadas en España y la infraestructura se montó en dos meses. Para lograrlo se necesitó una grúa de 600 toneladas y otras auxiliares. “Hay una serie de pavimentos y algunas zonas del viaducto que también van a estar prontas, pero no se puede circular porque no están las medidas de seguridad, hay que hacer la iluminación, cartelería. Es una obra muy grande”, remarcó. Piensa que esto va a “cambiar la zona” y que las ofertas de publicidad van a crecer. “Desde arriba se ve todo el puerto de Montevideo, va a estar el puente arco iluminado, la zona va a tener más desarrollo”, expresó.

También destacó otro punto importante sobre el puente: “Al levantar el viaducto y generar una ventana grande, se puede incorporar más áreas al puerto pasando por abajo y sin que haya tantas interferencias, o sea que es para que el ferrocarril pase, pero también para generar eventuales expansiones del puerto”.

En su pico máximo de ocupación, la obra empleó a 400 personas. Ruibal dijo que de cara a la finalización de la obra, ahora “capaz” que tienen “un poquito menos”, pero que “se termina una tarea y empieza otra”. “Capaz que estaremos en 300”, indicó. Se lo consultó sobre los estudios de impacto ambiental y respondió que desde la empresa se hicieron “desde el punto de vista de la obra, teniendo en cuenta los residuos y todas esas cosas”, pero agregó que “el propietario de la obra, que es el Estado”, también hizo estudios por su parte.