La conducción de Conaprole durante los próximos cinco años se resolvió este viernes en una jornada electoral que estuvo precedida por una intensa y por demás tensa campaña, que incluso comenzó meses antes por la puja de las mismas corrientes en las elecciones de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
En el escrutinio primario, publicado este viernes en la noche por la Corte Electoral, la lista 1010, que gobierna la cooperativa desde la década de 1970, superó por 119 votos (608 a 489) a Opción 2021. Restan contabilizar 129 votos observados (más de 95% de los votos observados tendrían que ir para Opción 2021 para cambiar el resultado).
De peso en el país
La Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole) es la principal empresa exportadora de Uruguay. Representa la abrumadora mayor parte de las exportaciones de su sector y del mercado interno de lácteos. Su facturación anual, incluyendo sus empresas colaterales, es del orden de los 1.000 millones de dólares, en un sector que “es el mayor multiplicador de toda la economía”, según subraya el economista Ignacio Munyo en el informe “El sector lácteo como motor del desarrollo económico y social del Uruguay” (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, 2021), y añade que si el sector primario produjera lo suficiente para utilizar la capacidad industrial instalada que actualmente se encuentra ociosa (aproximadamente 30% del total), su impacto en la economía uruguaya sería del entorno de los 1.300 millones de dólares, es decir, más de 2,5% del producto interno bruto. En ese sector, Conaprole es el gigante local.
La conducción de esta cooperativa se define en elecciones que se realizan cada cinco años. Se elige la integración de un directorio de cinco miembros, con cuatro de la lista ganadora y uno de la segunda lista más votada (siempre que haya obtenido más de 10% de los votos), de la comisión fiscal y de una asamblea de 29 productores de carácter consultivo y asesor que, reunida con el directorio al menos una vez al año, evalúa, entre otros aspectos, los informes de los ejercicios que presenta el directorio.
Hubo tres listas en la disputa: la oficialista 1010, encabezada por el actual vicepresidente, Gabriel Fernández; la 1936, que en el ejercicio que termina ha tenido a Miguel Bidegain como miembro del directorio, y que presentó a Alessio Ortolani como candidato a la presidencia; y la emergente Opción 2021, surgida el año pasado y encabezada en esta instancia por Álvaro Lapido, quien en 2020 había sido designado por Luis Lacalle Pou como presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), que renunció este año a ese cargo para ser candidato a la presidencia de Conaprole.
Tensa y con sombras
La campaña se caracterizó por las tensiones, que multiplicaron las que se habían registrado en el camino andado hacia una postergada asamblea eleccionaria de la ANPL. Allí la 1010 ganó por un margen de 40 votos entre casi 400 asambleístas, una participación que más que duplicó el promedio de las anteriores asambleas.
“Lo que más me ha dolido de esta campaña es que no ha sido limpia”, dijo el martes el doctor Daniel Laborde, número cuatro de la lista 1010, durante el acto de cierre de esta opción. Tanto desde la lista oficialista como desde la 1936 se responsabilizó a Opción 2021, y en especial a Álvaro Lapido, por el inusual tono y el clima enrarecido. “Los vamos a bajar”, había exclamado Lapido ya en el acto de lanzamiento de la lista.
El punto más alto de este enrarecido clima se dio la última semana, cuando en el programa Valor agregado, de la radio Carve, fue difundida una encuesta sobre intención de voto a partir de una entrevista a Diego Candelone, presentado como “director de la consultora Varianza”. Este dijo que había un empate técnico entre las listas 2021 (36%) y 1010 (35%) –la 1936 tenía 2%–, con una alta cantidad de productores que prefirieron no contestar pese a que habían definido su voto, según señaló. Entre otros comentarios, el entrevistado sugirió que “el voto útil” se podría inclinar hacia Opción 2021, y que también hacia allí podrían estar definidos quienes se negaron a contestar qué votarían.
“Es de la peor política que podemos hablar, de encuestas engañosas que tratan de engañar al productor”, comentó Laborde. Desde la lista 1936 también hubo reacciones. “Hemos comprobado que la encuesta es trucha”, dijo el dirigente José González a La Nueva Radio, de Florida. “Me llegó el PDF de la encuesta y tiene el logo de Conaprole, pero no tiene el de la encuestadora. La verdad es que nunca imaginamos que íbamos a llegar a este nivel de campaña política, con noticias falsas, plantadas”, añadió.
La lista 1010 emitió un comunicado manifestando “preocupación ante el uso de herramientas de marketing y manipulación política basadas en supuestos estudios de opinión que no ofrecen garantías para la opinión pública, ni para las personas encuestadas”.
La agenda
Actos, giras, pequeñas reuniones, espacios contratados en medios e incluso jingles: hubo campaña. Se discutieron temas tales como los costos de producción, el precio de la leche al remitente, la productividad y la eficiencia de la cooperativa, pensando especialmente en la competitividad en el mercado internacional, la actitud que debe adoptar el directorio ante el sindicato de trabajadores, la deuda de Venezuela e incluso la relación de Conaprole con el Poder Ejecutivo; en referencia a este punto, Lapido habló en más de una oportunidad sobre el hecho de que Conaprole presentó recién durante este período de gobierno, no durante el anterior, una acción judicial para cobrar la deuda de Venezuela.
Desde el oficialismo se enfatizó que la cooperativa ha crecido en un equilibrio que contempla la inversión, las tecnificaciones y automatizaciones del proceso industrial, así como la gestión de las relaciones laborales, y ha sostenido la consolidación de un perfil que le permite pagar el mejor precio de la leche al productor en el país, además de posibilitarle la compra de insumos al mismo precio “tanto para quien ordeña 200 litros como para quien ordeña 2.000”, como enfatizó el expresidente Jorge Panizza, uno de los referentes históricos de la cooperativa y de la lista 1010. La solidez económica de la empresa fue otro factor subrayado por el oficialismo.
Lapido se preguntó “de qué sirve tener una empresa saludable, con buenos ratios, con un muy buen posicionamiento si en los últimos diez años Conaprole perdió 500 tamberos. Hay que equilibrar esto. Lo primero es el productor, y el productor es el dueño de esta herramienta que es Conaprole”, dijo Lapido a la diaria. “Los socios se sienten lejos de Conaprole”, enfatizó, y añadió que el productor siente que la cooperativa “paga insumos, salarios, y con lo que sobra le pagan la leche”.
Según indicaba uno de sus spots, para Lapido la elección de este viernes era “entre una directiva codirigida por el sindicato o la opción que va a convencer, dialogando, sobre la necesidad imperiosa de cambiar las relaciones laborales para cuidar el trabajo”.
“Podemos tener el mejor precio de nuestro país, pero debemos compararnos con el mundo y dentro del mundo, con aquellos con quienes competimos”, escribió, por su parte, en Twitter el productor Justino Zavala, de Opción 2021, y adjuntó al tuit una gráfica en la cual Uruguay aparece como el país con peor precio de leche al productor entre sus principales competidores en el mercado internacional.
El actual vicepresidente de Conaprole, Gabriel Fernández, enfatizó durante el cierre de campaña en la condición de herramienta de Conaprole, e incluso sostuvo que es precisamente esto lo que les ha permitido a muchos productores pequeños y medianos mantenerse y tener perspectivas en el sector. La intención del directorio, aseguró, siempre ha sido “que Conaprole esté mejor para que los productores estén mejor. La única manera de que los productores mejoren es que Conaprole siga mejorando. Lo tenemos que hacer por los productores, por las familias de los productores, por los empleados, por los que están vinculados a la cooperativa, y lo tenemos que hacer por nosotros y por el país, porque Conaprole tiene mucho peso en Uruguay”.
En el mismo sentido, Panizza dijo ese día que “hay algo que sintetiza todo: cuando empezó este grupo, Conaprole era la empresa que pagaba menos por la leche. Hoy, después de los años de gestión de este grupo, es la empresa que paga más por la leche a los productores. Las empresas que quisieron seguir el precio de Conaprole, pero sin realizar las transformaciones y las inversiones que hizo Conaprole hoy están en serios problemas, y la empresa que no siguió el precio de Conaprole hoy está también en serios problemas, porque se quedó sin leche”.