El 9 de setiembre el Sindicato de la Industria del Medicamento y Afines (SIMA) se declaró en conflicto por el despido de tres trabajadoras del laboratorio Ion, que además, son delegadas del comité de base sindical. Según un comunicado emitido por el SIMA la semana pasada, la decisión se tomó en asamblea general “tras haber transitado desde agosto de 2020 instancias de negociación de distinta índole” tanto bipartitas como tripartitas, “con participación en alguna” de estas de la Asociación de Laboratorios Nacionales (ALN), y en las que no se pudo llegar “a un acercamiento de las partes”.
En diálogo con la diaria, Stephanie Brandon, una de las delegadas despedidas, dijo que todos los comités de base sindicales comenzaron a tomar medidas durante cuatro horas por día, y a apoyar la carpa montada frente al laboratorio, ubicado en Paysandú y Cerro Largo. En particular en Ion, se vienen haciendo dos horas de paro diarias.
Según la delegada, la empresa ha dado varias versiones sobre los motivos de los despidos. “Nunca fueron a lo concreto de que pudiera ser algo económico, hasta que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social [MTSS], en una tripartita, los puso contra las cuerdas y ahí ellos dijeron que estaban en una reestructura por un tema económico”, agregó. Sin embargo, Brandon opina que “realmente no es lo que se ve” y “lo que comparten los compañeros que dicen que hay trabajo atrasado”. “Hay compañeros que están haciendo el trabajo de tres personas porque no dan abasto. Esto fue un tema de ir directo contra la organización sindical, sacando a compañeros del comité de base”, agregó.
En un comunicado elaborado por las trabajadoras despedidas al que accedió la diaria, se relata que tras los despidos de 2020, en enero de este año “se denuncia en el ministerio que estaban los visitadores médicos y del sector de aseguramiento realizando tareas de acondicionamiento porque había trabajo atrasado”, lo cual genera que “a los pocos días” se “retoma a una de las compañeras”. “Paralelamente mediante negociación, se activó la cláusula de prevención de conflictos, (punto que se firmó en el último Consejo de Salarios), para que retomaran a los dos primeros compañeros y a las dos delegadas que aún seguían en el seguro. A mitad del mes de febrero la compañera que se había reintegrado, se toma licencia reglamentaria hasta fines de mes”, y el 28 de febrero despiden a las tres delegadas.
Luego de la instalación de la carpa, se logró desactivar los despidos y la empresa aceptó enviar a las cuatro trabajadoras delegadas al seguro de paro, “para negociar y no perder puestos de trabajo”, pero los meses transcurrieron y “la empresa nunca aceptó un seguro de paro rotativo”. “A comienzos del mes de agosto el ministerio pide una prórroga del seguro de paro para presentar una propuesta que contemple a ambas partes. Al terminar el mes, finalizaba el seguro de las compañeras y el ministerio hasta la fecha no ha presentado ninguna propuesta”, indica el comunicado.
Tras una reunión tripartita el 1º de setiembre, la empresa presentó una propuesta de reintegrar “un puesto de trabajo”, y el comité de base, en conjunto con la directiva del SIMA, “entienden que es insuficiente” y presentan una contrapropuesta. “Al no tener ningún tipo de respuesta y el ministerio no manifestar nada tampoco”, el 15 de setiembre “mediante una asamblea general se generaliza el conflicto en toda la industria”.