Con exactitud, hay 541.000 “veinticincomilpesistas” en Uruguay, que representan 35% de la población ocupada, desde trabajadores asalariados a independientes. Es decir, un poco más de medio millón de personas ganan menos de 25.000 pesos líquidos mensuales por 40 horas de trabajo semanales, según marca un reciente informe del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. Este porcentaje de trabajadores con salarios “sumergidos” ha subido en el último tiempo.

Luego de contabilizar dos años y cuatro meses de pérdida salarial, en un contexto económico que “ya muestra niveles de actividad superiores a los vigentes antes de la pandemia”, el Cuesta Duarte analizó el nivel de los ingresos laborales, esto es, cuánto ganan los trabajadores y cómo se distribuyen los salarios en función de distintas características.

El procesamiento de los datos del primer semestre del año revela además que dentro del universo de ocupados que ganan menos de 25.000 pesos, hay cerca de 169.000 (11%) trabajadores que no alcanzan ni siquiera los 15.000 pesos mensuales. Actualmente el salario mínimo nacional fijado por el Poder Ejecutivo es de 19.364 pesos.

El informe se realizó a partir de los datos de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística del primer semestre. Según aclaró el Cuesta Duarte en una nota metodológica, las franjas de ingresos laborales se estimaron con base en la remuneración por hora del trabajo principal de todos los ocupados, bajo el supuesto de 40 horas de trabajo semanales, a excepción de los miembros del hogar no remunerados. “Por lo tanto, en términos estrictos, lo que se analiza son los ingresos laborales por hora de ocupados que trabajarían 40 horas por semana”, explicaron.

Por encima de los “veinticincomilpesistas”, hay 357.000 (23%) personas que ganan entre 25.000 y 35.000 pesos. Más arriba aún, hay 304.000 (19%) que perciben entre 35.000 y 50.000; y hay 358.000 (23%) que cobran sueldos superiores a los 50.000 pesos líquidos mensuales.

El documento del Cuesta Duarte advierte que la elección de los 25.000 pesos como límite entre salarios sumergidos y no sumergidos es “intrínsecamente subjetiva”. A diferencia de la línea de pobreza, “no existe un umbral determinado sobre el que exista un consenso técnico y un reconocimiento social para delimitar cuándo una remuneración puede resultar muy baja”. No obstante, el instituto de la central sindical entiende que un sueldo inferior a 25.000 pesos mensuales por 40 horas de trabajo semanales es “insuficiente en relación al costo de vida que enfrentan las y los trabajadores”.

Se advierte, además, que la cantidad de gente con este nivel “insuficiente” de ingresos aumentó en los últimos dos años. Mientras que en el primer semestre de 2020 el número de ocupados con salarios por debajo de 25.000 pesos era 34% del total, en el primer semestre de 2022 es 35%. Ese incremento de 1% supone ni más ni menos que 47.000 personas.

“Los ingresos laborales han caído” tanto en 2020 como en 2021 “y eso ha provocado un incremento en la proporción de trabajadores con salarios sumergidos”, apunta el informe. “El mercado laboral uruguayo continúa exhibiendo problemas en relación a la calidad del empleo. Sumado al elevado número de ocupados que se desempeñan en condiciones de informalidad, subempleo y otras formas de precariedad laboral, se observa que los ingresos insuficientes afectan a una proporción muy importante del total de trabajadoras y trabajadores”.

Diferencias por género, edad y otras variables

El análisis del Cuesta Duarte revela que las mujeres son “las más afectadas” por los bajos salarios. Del total de las mujeres ocupadas en el mercado de trabajo, 37% gana menos de 25.000 pesos por mes. En el mismo caso se registra una disminución de cuatro puntos porcentuales para los hombres.

También hay diferencias por edades. “Los jóvenes son particularmente afectados por los salarios sumergidos”, resume el informe. Mientras que, en el promedio general, 35% de los ocupados cobra menos de 25.000 pesos, entre los menores de 25 años el porcentaje sube a 58%. Además, 13% de los jóvenes que trabajan no llegan a ganar 15.000 pesos.

Estos números, “en principio esperables” dada la “menor formación y capacitación” de los trabajadores jóvenes, se presentan, sin embargo, en “una magnitud exageradamente alta, que evidencia la inserción excesivamente precaria de este colectivo en el mercado laboral”.

Por otra parte, se observan “diferencias marcadas” entre el interior y la capital del país con relación a la distribución salarial. La cantidad de asalariados de los departamentos del interior que ganan menos de 25.000 pesos “asciende a 212.000 personas, lo que representa 35% del total”. Mientras que, en Montevideo, “la proporción de trabajadores veinticincomilpesistas asciende a 22%”.

En cuanto a los sectores de actividad, el documento del Cuesta Duarte destaca cuatro rubros “con una proporción de salarios sumergidos especialmente alta”: restaurantes y hoteles (55%), servicio doméstico (51%), comercio (50%) y sector rural (48%). Estos cuatro sectores concentran la mitad de los trabajadores ocupados con remuneraciones bajas: 271.000 de 541.000.

“Alta proporción de salarios sumergidos”

El informe del Cuesta Duarte concluye que el mercado de trabajo “continúa mostrando una alta proporción de salarios sumergidos que afectan a cientos de miles de trabajadores”, una alta proporción que se ha incrementado por “la caída del salario real que se registra desde el año 2020”.

En ese sentido, el instituto de la central obrera señala que gracias a “la negociación colectiva” los salarios “crecieron sostenidamente hasta 2020”, con un “fuerte crecimiento” del salario mínimo nacional entre 2010 y 2013, que “logró alcanzar a todos los trabajadores”.

“En un contexto de mejora en varios indicadores macroeconómicos, el país requiere un empuje a la política salarial que a través de la negociación colectiva garantice incrementos reales importantes con un énfasis mayor en el salario mínimo nacional y en las categorías más sumergidas de los diferentes sectores de actividad”, cierra el documento.