“La conflictividad laboral global aumentó y la sectorial disminuyó en el mes de setiembre”, según el Índice de Conflictividad Laboral que elabora el Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU). La conflictividad laboral fue “casi cinco veces mayor” que la registrada en agosto y 80% más alta que en setiembre de 2021, lo que implica que fue el mes “que presentó la cifra más alta en lo que va de esta gestión de gobierno”, encabezada por el presidente Luis Lacalle Pou.

La explicación que da la UCU a este hecho se centra en que el 15 de setiembre de 2022 se realizó un paro general de 24 horas convocado por el PIT-CNT en reclamo de “trabajo, aumento de salarios, presupuesto para la educación y en rechazo a la reforma de la seguridad social planteada”. “Si bien este año hubo dos paros generales más (el 8 de marzo y el 7 de julio) en ninguno el índice registró un guarismo tan alto”, agrega el informe. Vale recordar que el PIT-CNT estimó que hubo una adhesión de un millón de trabajadores a esta medida.

Para la UCU, la discusión que se generó en torno a la convocatoria al paro del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, “seguramente impactó en la adhesión y además en ese caso el transporte adhirió sin paro”. Sobre la medida del 7 de julio, se indica que “fue de duración parcial”.

También en 2021 hubo dos paros generales, en junio, “en plena pandemia, con muchas actividades a distancia y sin paro del transporte porque se estaba en plena campaña de vacunación”, y en setiembre, cuando “nuevamente el transporte adhirió sin paro y en algunas actividades se reflejó menor adhesión que en este setiembre”.

El informe refuerza la idea de que el aumento fue exclusivamente por el paro convocado por el PIT-CNT, al analizar “sólo la conflictividad sectorial”, que bajó 45% con respecto a agosto. “Lo mismo al considerar el número de conflictos con interrupción de actividades, que fueron sólo ocho, por los que se perdieron 409.810 jornadas laborales. De estos conflictos uno fue el paro general y en dos casos hubo ocupaciones: en varias facultades por el conflicto de la Universidad de la República por mayor presupuesto y en el liceo 45 en reclamo de mejores condiciones de trabajo (mayor limpieza y seguridad). Hubo además ocupaciones de estudiantes en algunos liceos”, añade el informe.

Índice por rama de actividad

Para este análisis el informe aclara que se considera “solamente la conflictividad sectorial, dado que es la que recoge los conflictos registrados principalmente por diferencias entre trabajadores y empresarios”.

Teniendo eso en cuenta, el estudio establece que la construcción fue la rama con mayor conflictividad, con 45% del mes, seguida por la educación, con 38%, el transporte, con 8%, la industria manufacturera, con 5%, y otros, con 4%.

“En el primer caso se registró un paro parcial de toda la rama ante un nuevo fallecimiento en accidente laboral”, de un trabajador afiliado al Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos, que cumplía tareas para UTE mediante una empresa tercerizada. “En el segundo se suman los paros de la Universidad ya mencionados en reclamo de mayor presupuesto en la Rendición de Cuentas y en secundaria el paro del liceo 45 y un paro de funcionarios y docentes en el liceo Dámaso luego de que le prohibieran ocupar el centro a un grupo de alumnos”, se explica.

En cuanto a las condiciones de trabajo, fueron incluidas en el paro de la construcción por más seguridad en las obras, en el paro en el liceo 45 por más limpieza y seguridad, y en un paro de Copsa por el fallecimiento de un trabajador por una complicación cardíaca en la terminal de Río Branco.

“En salarios se registró también otro conflicto de Copsa, que duró varios días, por pago de deudas salariales y complementos de licencia atrasados, que fue levantado con la firma de un acuerdo en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, los paros de la Universidad ya señalados y un paro de la Mesa del Pan por desconocimiento del convenio y persecución sindical en Friopan”.