El lunes se conmemoró el Día de la Construcción, en el Club de Golf de Punta Carretas, con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou y varios ministros. El presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU), Diego O’Neill, destacó que el sector tiene “una gran capacidad instalada” y “las obras recientes lo han demostrado”, por lo que “puede estar tranquilo el Ministerio de Transporte y Obras Públicas [MTOP] porque hay capacidad para llevar adelante el ambicioso plan que tiene previsto”, en referencia al plan de infraestructura vial anunciado por el gobierno semanas atrás.
Destacó que las empresas nacionales han desarrollado nuevas capacidades y hoy se puede ver, por primera vez, en un proyecto de esta naturaleza que “el montaje electromecánico está siendo ejecutado mayoritariamente por empresas nacionales que están a capacidad colmada y han tenido que traer personas del exterior”.
También señaló que existe un “núcleo de promotores muy importante que invierte en forma sostenida, porque indudablemente hay inversión directa del exterior, hay fondo de inversión, pero eso se apoya sobre la base de promotores locales, que son fijos, permanentes, de inversión sostenida, que es lo que le da continuidad a ese trabajo y es otra fortaleza del sector”.
O’Neill identificó “tres motores” que están impulsando actualmente la industria de la construcción. En primer lugar, la construcción de la tercera planta de celulosa en el centro del país “y sus obras anexas”, además del Ferrocarril Central; luego, “la construcción de edificios”, y, por último, “la infraestructura vial y las líneas de comunicación”. Estos tres motores, sostuvo, “nos posicionan en un escenario de mucha actividad y mucha ocupación”.
Acerca de la infraestructura vial, asociada al plan de inversión anual del MTOP, definido por el gobierno como “récord”, el presidente de la CCU afirmó que hay “un aumento importante de la inversión prevista” en el sector público. En base a datos expuestos en la última Rendición de Cuentas, estimó que el gasto público será del 3,3% del PIB a lo largo del quinquenio, “no muy diferente del quinquenio anterior”.
En cuanto al área social, O’Neill hizo foco en los fondos sociales, financiados por empresarios y trabajadores. Si bien señaló que con los sindicatos tienen “enfrentamientos que a veces son muy duros”, también han sabido desarrollar “una cultura de negociación” y “coincidencias para trabajar juntos”.
En ese sentido, destacó el fondo de retiro para cuando el trabajador se retira o se “queda sin changa” pueda tener una ayuda económica. También se refirió al fondo de capacitación, que lleva a más de 13.000 trabajadores capacitados; al fondo social de vivienda, que lleva más de 28.000 préstamos para refacción de vivienda y subsidio, con una cifra acumulada de 1.200 millones de pesos, y al fondo social, que tiene más de 40 beneficios con un presupuesto anual de 160 millones de pesos, uno de ellos “muy conocido es la entrega de útiles escolares cuando empieza el año lectivo a los hijos de los trabajadores”.
Por último, mencionó los dos centros Siempre, de cuidado y educación, en convenio con INAU, en Piedras Blancas y en Flor de Maroñas, que atienden a 90 niños. “Esto también es la industria de la construcción y también nos parece importante destacarlo”, apuntó O’Neill.
“Las cifras nos dan bastante más grandes”
A su turno, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, aprovechó la oportunidad para confirmar públicamente la proyección del gobierno de un crecimiento de 4,8% de la economía uruguaya para este año. “Nosotros no cambiamos frecuentemente las estimaciones”, indicó, pese a que “en el mundo se vive una enorme incertidumbre”.
Luego corrigió algunas de las cifras comentadas por O’Neill. “Nuestros números de inversión pública difieren un poquito, porque la manera en que nosotros miramos la inversión pública no es solamente lo que se pagó este año en la Rendición de Cuentas”, señaló, y añadió que también tienen en consideración los gastos en los proyectos de participación pública-privada (PPP) y los contratos de rehabilitación, mantenimiento y financiación (Cremaf).
Al sumar estos y otros elementos, tales como programas en energía, comunicación y vivienda, Arbeleche afirmó que “las cifras nos dan bastante más grandes” y estimó “un total de 10.800 millones de dólares” de inversión en obras públicas.
Según la jerarca, en términos generales los resultados han sido “muy auspiciosos” en inversión “tanto pública como privada”. Apuntó además que se trata de uno de los sectores de actividad que “no ha tenido pérdida de salario real”, lo cual “es algo sumamente importante para destacar”.
No se trata de “invertir por invertir”
Otro de los oradores del gobierno en el evento organizado por la CCU fue el ministro de Transporte, José Luis Falero. De entrada, manifestó “estar tranquilo” porque “en nuestro país hay empresarios que han demostrado estar dispuestos a actualizarse y modernizarse para competir y dar un paso cualitativo en cuanto a la infraestructura en Uruguay”. “Lo agradezco una y otra vez”, subrayó.
Acerca de la finalización de las obras de UPM y el Ferrocarril Central, prevista para el próximo año, el jerarca aseguró que “pensar el día después” es una tarea del Poder Ejecutivo: “Por tal motivo, presentamos este plan, que desde hace mucho tiempo no se recuerda un plan así en infraestructura vial en el país”. Señaló que “solamente en este período” se construirán 642 kilómetros de rutas nuevas, lo cual representa un incremento del 10% de “nuevas rutas que nos van a permitir una mejor movilidad y un mayor confort”.
Para Falero, en materia de inversión pública no se trata de “invertir por invertir” para que “se note puntualmente en los números”. Aseguró que desde el gobierno existe una “apuesta decidida” para que el gasto estatal sea de “calidad”. “En esa línea de acción estamos dando señales claras de un cambio necesario e indispensable para nuestro país”.
En tanto, el titular del Ministerio de Ambiente, Adrián Peña, expresó en el evento su respaldo al “proyecto Arazatí”, en referencia al proyecto Neptuno, de carácter privado, que pretende llevar a cabo la construcción de una planta potabilizadora en el departamento de San José. “Una inversión que estará en el entorno de los 300 millones de dólares y que es la inversión en agua potable más importante en los últimos 150 años”.
Peña aseguró que Montevideo tiene “una alarma encendida” en su abastecimiento de agua potable. En ese sentido, puntualizó que, si bien en el resto del mundo sólo “la mitad de las personas eligen vivir en las ciudades”, en Uruguay “los que elegimos vivir en las ciudades somos el 90%”. Por lo tanto, agregó, “hay que pensar y generar decisiones que tengan en cuenta estos temas”.