El PIT-CNT tuvo este jueves su última Mesa Representativa de 2022. La discusión sobre qué estrategia debe seguir el movimiento sindical ante la reforma jubilatoria del gobierno, primer punto del orden del día, duró casi cuatro horas. Fue acalorada. No obstante, por amplia mayoría, la central sindical resolvió mantener su posición de rechazo general a la propuesta y desestimar, por el momento, el camino del plebiscito.

En diálogo con la diaria, el vicepresidente del PIT-CNT, José Lorenzo López, comentó que la Mesa Representativa “aprobó reafirmar la lucha contra la reforma jubilatoria en todas las formas de expresión del movimiento sindical”. En ese marco, indicó, se le encomendó al secretariado ejecutivo “definir una serie de asambleas y barriadas” para “seguir planteando la preocupación” de la central obrera. Asimismo, el Secretario Ejecutivo fue mandatado a “monitorear lo que va pasando en el Parlamento” y, a medida de que avance la discusión legislativa, “también ir profundizando la lucha en los ámbitos orgánicos del PIT-CNT”.

El martes, la comisión especial de la Cámara de Senadores encargada de analizar la reforma jubilatoria recibió a las dos últimas delegaciones. El lunes, luego de que los legisladores estudien el proyecto a la interna de sus bancadas, comenzará el debate en la comisión.

En minoría

Antes de reafirmar por mayoría -en proporción de tres a uno- la posición de rechazo general del PIT-CNT, la Mesa Representativa discutió una moción presentada por una corriente minoritaria de la central sindical. Uno de sus impulsores, Sergio Sommaruga, integrante del Secretariado Ejecutivo, señaló a la diaria que, en primer lugar, se propuso a consideración “un conjunto de acciones tendientes a formar masa crítica en la población con respecto a los perjuicios de la reforma jubilatoria”.

En segundo lugar, la moción proponía consultar a varios abogados constitucionalistas sobre “la viabilidad técnica de presentar eventualmente un recurso de consulta popular para reformar la Constitución en arreglo a principios de la seguridad social en Uruguay”. Tanto el sindicato del Banco de Previsión Social como el sindicato de Ancap ya han expresado su apoyo a un eventual plebiscito constitucional.

Sommaruga señaló que también se le planteó a la Mesa Representativa “tres propuestas concretas”: un paro general de 48 horas contra la reforma jubilatoria, “dos grandes movilizaciones sociales” junto a la Intersocial y, por último, en función de las consultas técnicas y en caso de que el proyecto fuese aprobado en el Parlamento, “impulsar una consulta popular para enmendar la Constitución”. En otras palabras, “bajarlo a los sindicatos para poner esto en consideración en febrero o en marzo del año que viene”.

La moción fue rechazada por la mayoría. Para Sommaruga, si bien el PIT-CNT tiene una clara posición contraria a la reforma jubilatoria y “un conjunto de acciones de rechazo”, estas están desplegándose de forma “muy voluntarista, sin sistematicidad y sin una acción unificante”. A su juicio, el PIT-CNT “no tiene estrategia”.

Consultado por las razones que se plantearon en contra de la moción presentada por la corriente minoritaria, López dijo que “los argumentos quedan dentro de la Mesa Representativa”. Con todo, señaló que la posición de la mayoría “no descarta ninguna de esas medidas”, con referencia al plebiscito constitucional y al paro general de 48 horas, “pero entiende que no es oportuno en este momento tomar una definición al respecto”. A su entender, el camino de la consulta popular “posiblemente” vuelva a discutirse en la central sindical “a medida de que vaya transcurriendo el debate en el Parlamento”.

“Por ahora no descartamos ningún tipo de medida, pero no es la medida que el movimiento sindical está planteando en este momento. La definición de la Mesa Representativa es que se sigue rechazando en todos sus términos la reforma jubilatoria por entender que acá lo que se está planteando es que los trabajadores tengan que trabajar más años para cobrar menos jubilación”, afirmó López.

Congreso del Pueblo

Por otra parte, la Mesa Representativa resolvió este jueves encomendarle al Secretariado Ejecutivo delinear acciones para avanzar en la organización de un nuevo Congreso del Pueblo, meta fijada por la central obrera para mediados de 2023. López explicó que el objetivo es “empezar a hablar con todas las organizaciones sociales para ir ampliando el espectro social, que se sumen a la Intersocial, e intentar llegar a ese Congreso del Pueblo con una base amplia”. “Hoy lo que se votó es que en los primeros meses del año que viene se va a establecer un lanzamiento concreto”, apuntó.

Al respecto, “siendo muy autocrítico”, Sommaruga opinó que la organización del Congreso del Pueblo “viene con muchas dificultades”, sobre todo, “para que arraigue en lo profundo del pueblo”. “Estamos con dificultades. La idea es que se pueda concretar [en 2023], pero no a cualquier costo. Si el Congreso del Pueblo no es realmente el eco de una efervescencia participativa a nivel del pueblo, no tendría mucho sentido. Hacerlo por hacerlo, no tiene valor”.