La Asamblea Representativa de la Federación Ancap (Fancap) se pronunció sobre el proyecto de reforma jubilatoria que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento, frente al cual manifestó su rechazo “enérgico” por considerarlo “un enorme retroceso para los intereses populares”. A partir de este posicionamiento, el sindicato de Ancap resolvió una serie de medidas, que incluyen “resistir en las calles” junto a otros sindicatos y organizaciones sociales, incluida la Intersocial, y “militar” la “posibilidad” de impulsar un plebiscito constitucional en las elecciones nacionales de 2024 para dejar sin efecto la ley de reforma de la seguridad social del gobierno.

El camino del plebiscito, explicó el secretario general de Fancap, Manuel Colina, a la diaria, tiene como objetivo “que en la Constitución quede reflejado un sistema de la seguridad social igualitario, solidario, que no solamente implique una reforma al sistema de cálculo de las jubilaciones, sino aspectos de seguridad social” integrales, con la eliminación de las administradoras de fondos de ahorro previsional (AFAP) como uno de sus principales contenidos.

El documento de la Asamblea Representativa enumera una decena de puntos por los cuales se argumenta la resolución a la que se llegó por mayoría. Algunas de ellas son que la propuesta del gobierno “es la columna vertebral de un proyecto neoliberal, clasista, excluyente, antipopular y acumulador de riqueza y poder para las clases dominantes”; “que representa un ajuste fiscal” que agrava la situación de pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora; que “parte de premisas que priorizan el capital sobre la vida”, por ejemplo, que “el aumento de la expectativa de vida devenida de la evolución científica se transforma en mayor concentración de riqueza y no en mejora de la calidad de vida de la gente”.

El sindicato también argumenta que, “contrariamente a lo que recomienda la OIT [Organización Internacional del Trabajo], el aporte patronal sigue siendo la mitad del aporte de las y los trabajadores”; que, “a pesar de haberse multiplicado por tres la riqueza producida en el país desde la última reforma, no se introducen modificaciones en las fuentes de financiamiento del sistema por parte del capital”, y “que toda reforma justa debe comenzar por eliminar los privilegios de la caja militar”.

Al entender de Fancap, “discutir una reforma de la seguridad social sobre las bases que están establecidas en el proyecto del gobierno intentando mejorar la misma, es legitimar el ajuste fiscal sobre las y los trabajadores”. Por tanto, plantea que es “necesario y posible realizar otra reforma integral de la seguridad social, justa, solidaria, sin AFAP y construida colectivamente a través de un gran diálogo social como ha sido definido por el congreso de nuestro PIT-CNT”.

Colina: hay que salir del “metro cuadrado de cancha” en el que “la derecha” quiere discutir

Lo primero que aclaró Colina es que la resolución de la asamblea “es ir hacia una posibilidad buscando los consensos, que será esta o será otra”, y no impulsar la medida de la consulta popular en soledad. “Nosotros no podemos ser punta de lanza de nada, porque sabemos que las iniciativas unitarias, individuales, no son costumbre de la clase obrera y no van a prosperar. Nos tenemos que enfrentar a un aparato muy grande, hoy en el Estado y el gobierno, al servicio de la clase dominante”, señaló.

Colina recordó que la idea de eliminar el sistema mixto fue impulsada en los últimos dos congresos del PIT-CNT, bajo el argumento de que “lo que genera es el lucro con algo que no debería generar”, como la seguridad social.

Consultado sobre la decisión de ir por el camino del plebiscito concretamente, Colina explicó que Fancap entiende que “una política de Estado, como debería ser la seguridad social, no puede ser objeto de leyes; tiene que ser objeto de la Constitución”, y la forma de reformarla es la vía del plebiscito. Además, la Constitución prima por sobre las leyes, por lo que aquello que entre en contradicción con la carta magna –como podría ser la ley de reforma de la seguridad social, una vez aprobado el proyecto– quedaría sin efecto.

“Lo primero es plantear la idea. Después se llegará o no se llegará, o veremos qué sucede en el camino. Ahora, si nos vamos a quedar con la realidad fría y discutiendo sobre la realidad fría que nos quieren imponer, discutiendo en el metro cuadrado de cancha que la derecha hoy por hoy quiere que discutamos, vamos a estar discutiendo si a los 60 años o a los 65, si cobramos más o cobramos menos; y no vamos a estar discutiendo el tema de fondo, que es que necesitamos políticas de Estado y la seguridad social es una de ellas”, analizó Colina.

El dirigente sindical resaltó el rol que jugó el Banco de Previsión Social (BPS) en el marco de la pandemia por el coronavirus, y dijo que pese a los “muchos problemas de asistencia de la seguridad social”, es “la seguridad social la que banca cuestiones como, por ejemplo, lo que pasó en la pandemia. Porque tenemos un BPS que, con todas sus debilidades y con su déficit –generado, entre otras cosas, por las AFAP–, bancó y sostuvo a decenas de miles de uruguayos” a través de los seguros de desempleo.

“Lo importante de esta propuesta es que se piense desde otro lugar, que se instale la idea y se construya. Con toda la participación habida y por haber”, concluyó Colina.

Una posibilidad que cobra fuerza

Fancap no es la primera organización que maneja públicamente la idea de impulsar una consulta popular para revertir los cambios contenidos en el proyecto del Ejecutivo. La Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social se había manifestado en este sentido, y desde el ámbito político partidario lo había hecho el Partido Socialista y en una tónica similar: no en solitario, sino a partir de un amplio consenso del campo social.