Este miércoles a las 10.00 empezará a tratarse oficialmente la Rendición de Cuentas en la cámara alta. La Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda del Senado, presidida por el nacionalista Gustavo Penadés, fijará el régimen de trabajo. Uno de los temas que sigue en pie en el proyecto es el referido a la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), que tiene muy preocupado a su gremio.
A fines de julio, la Unión Ferroviaria se declaró en conflicto, a raíz de varias disposiciones relativas a AFE incluidas en la Rendición de Cuentas, en particular, por la reestructura, que transfiere al sector encargado de infraestructura -y todos sus funcionarios- a la Dirección Nacional de Transporte Ferroviario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
Mariano Pouso, secretario general del gremio ferroviario, señaló a la diaria que las mesas de diálogo con el Poder Ejecutivo están abiertas y “aparentemente” hay disposición del gobierno para respetar las reivindicaciones que plantearon para los funcionarios que se trasladarán al MTOP, como que no haya “pérdida salarial alguna, entendiendo sueldo base y partida de alimentación y otros fijos o complementos”. De todas formas, Pouso subrayó que “hasta que no se concrete en un papel”, siguen “alertas”.
Por otro lado, agregó que el gran tema es lo que pasará con los funcionarios que quedan en AFE, porque los que podrían jubilarse ya iniciaron el proceso para hacerlo, y como van “quedando pocos”, eso “va a afectar mucho”. Además, subrayó que en la Rendición de Cuentas “no hay nada de presupuesto para AFE”, por lo tanto, “es muy difícil producir un cambio o potenciar lo que quede sin un presupuesto adicional”. “Lo que se está perfilando es que AFE quede vegetando, parada, y prácticamente no le queda mucho para hacer, solamente el servicio de pasajeros, y si no se invierte, no hay nada”, aseguró.
El viernes el gremio será recibido por el presidente de AFE, José Pedro Pollak, para hablar de la situación. Pouso destacó que si bien “la pelota está rodando”, piensa que ni los jerarcas del gobierno “tienen muy claro cómo encauzar el proceso”, porque, en realidad, “la decisión política era desmantelar un poco sin hacer olas”. “Hasta que no termine todo este proceso y no se cumpla que los trabajadores no pierden sus derechos y los que quedan en AFE tengan una perspectiva de algo, vamos a seguir en conflicto, porque quedan cerca de 300 trabajadores en AFE. ¿Y haciendo qué? Esa es una de las cosas que más nos preocupan”, finalizó.