Ante un nuevo episodio de violencia en el transporte público, que tuvo como respuesta un paro de las cooperativas de transporte el jueves, la Intendencia de Montevideo (IM) anunció medidas para enfrentar el problema. En una conferencia de prensa, Pablo Menoni, director de Transporte de la IM, dijo que están “promoviendo una resolución que obligará a todas las empresas del transporte que nosotros regulamos a contar con una cámara de seguridad, que debería ser usada como elemento de prueba ante hechos de este tipo ante la Justicia” y “va a funcionar como elemento disuasorio”.

Menoni dijo que el panorama en las empresas de transporte en cuanto al uso de cámaras es heterogéneo, ya que hay “empresas que tienen hasta cinco cámaras arriba de un ómnibus y otras que no las tienen”. Agregó que “a partir de la promulgación de la resolución de la intendenta hay 180 días para que los que no tienen cámara instalen una”, que deberá “apuntar a la puerta de ascenso y tiene que registrar, por lo menos, diez días”.

En diálogo con la diaria, Julio Spinetti, dirigente de la Asociación Sindical de Cooperativistas y Obreros del Transporte (Ascot), recordó que la instalación de cámaras en los vehículos es un reclamo que impulsa el sindicato desde “hace mucho tiempo”. “Tuvimos que esperar a que pasaran estos hechos violentos contra compañeros para que se moviera la cosa y activaran un poco más el tema de la instalación de las cámaras”, lamentó.

Según el dirigente, “las cámaras no son la solución para que realmente no existan la violencia y la rapiña, pero ayudan a que se identifique al autor de los hechos. La cámara le da un poco más de tranquilidad al trabajador”. En ese sentido, apuntó que es importante para que la Justicia pueda actuar ante casos de violencia o rapiñas.

En el caso de las cooperativas de transporte, señaló que “la mayoría de los coches están sin cámara” y que los que sí tienen son los ómnibus más nuevos. Comentó que esperan que las cámaras estén funcionando en setiembre u octubre y que el sindicato va a hacer un seguimiento del proceso.

La agresión que desencadenó la medida ocurrió el pasado miércoles, cuando una persona subió a un ómnibus “con un acceso de viaje que da la Intendencia [de Montevideo] por vacaciones”, dijo el dirigente de Ascot Matías Costa a El País. Según relató, “el chofer le dijo que ese acceso no le correspondía” y, como respuesta, la persona “le propinó dos golpes de puño al conductor” con el ómnibus en marcha. Como consecuencia, el trabajador sufrió un traumatismo en la cara y tuvieron que darle tres puntos.

A diferencia de las tarjetas STM, el tipo de pase que se usó en este caso requiere que el chofer controle que el pasajero está habilitado. Por eso, uno de los pedidos del sindicato es que los pases que otorgan los beneficios se integren a la STM. Durante la conferencia de prensa, Menoni apuntó que “para las próximas vacaciones, que son las de verano, estamos en condiciones de contribuir con el uso de pases libres con tarjetas STM”.

En cuanto a la posibilidad de tomar otras medidas para mejorar la seguridad de los choferes, Spinetti indicó que el sindicato tuvo varias reuniones con el Ministerio del Interior en las que pidió mayor patrullaje en “las zonas de mayores conflictos y agresiones”.

De todas formas, aclaró que “la situación está brava en todos lados, en todos los barrios”. Puso como ejemplo la línea G, que va desde La Paz hasta Portones, en la que anteriormente no tenían problemas, pero “en este último tiempo hubo rapiñas violentas y agresiones que antes no pasaban”.

Uno de los pedidos del sindicato al ministerio es que “se active más el bus seguro”, que consiste en el patrullaje policial en las zonas de mayor peligro para los transportistas. “Habíamos arrancado bien con el bus seguro, pero después se sacó personal de ahí. Nosotros comprendemos, sabemos que no hay mayor personal para atender todas las necesidades que tenemos los trabajadores, no sólo en el transporte. Pero nos parece necesario reforzar un poco más el patrullaje y el bus seguro”, planteó.