“Estamos en una situación de sorpresa”, dijo Martín Cardozo, presidente de la Federación de Obreros de la Industria Cárnica y Afines (Foica), al dialogar con la diaria sobre el anuncio este martes de la compra de tres plantas frigoríficas pertenecientes a Marfrig por parte de la empresa brasileña Minerva Foods. Tras haber adquirido otra compañía instalada en Uruguay -Breeders and Packers Uruguay (BPU)-, el miércoles 16 de agosto, y al contar previamente con cuatro frigoríficos más, la multinacional se convirtió en la primera en el mercado de faena de ganado bovino en Uruguay.

Luego de la primera reacción, el sentimiento de los trabajadores fue de “preocupación” e “incertidumbre sobre el futuro laboral” ante “el manejo que vienen implementando las multinacionales”, contó Cardozo. Según explicó, Minerva Foods utiliza un “mecanismo de rotación de plantas” y deja a algunas de ellas “mucho tiempo en seguro de paro” para después aprovechar la necesidad de volver a la actividad y “hacer planteos relacionados con los salarios, con la estructura de horarios de trabajo y con la reestructura de plantilla”, así como para frenar planteos sindicales.

De acuerdo con lo expresado a la diaria por el dirigente de la Asociación Laboral del Personal de Establecimiento Colonia (Alpec), Mariano Elbert, el sindicato del frigorífico de Tarariras tomó la noticia de la compra de su planta “con tranquilidad” y además valoró “el hecho de que existan compañeros de la Foica trabajando en empresas que pertenecen a Minerva”, pues les “permite tener cierto conocimiento sobre cómo se mueve” la compañía.

Consultado al respecto, Cardozo consideró que es posible dividir en dos partes el análisis sobre los métodos de la multinacional brasileña. Por un lado, en determinados sentidos el panorama es favorable en comparacion con otros frigoríficos de la región. Además de que “los salarios son acordes”, también se destacan “las condiciones de trabajo, las medidas de prevención y la estructura de las plantas”, señaló el presidente de la Foica. Sin embargo, en materia de negociaciones Minerva Foods “es una empresa dura e intransigente”, aseguró.

“Tenés que ser muy cauto, muy inteligente para negociar”, aseguró Cardozo. En ese sentido, su evaluación es que seguramente Minerva Foods sea más compleja para dialogar que Marfrig, porque mantiene una forma en la que siempre se negocia “con el mismo gerente”. Aún así, “95% de los trabajadores somos afiliados a los sindicatos y pertenecemos todos a Foica, y eso nos da tranquilidad como para trabajar en bloque algunos temas puntuales”, evaluó el dirigente.

Entre las discusiones que podrían volver a plantearse, Cardozo mencionó la disposición de los días de trabajo. Las plantas adquiridas por la empresa brasileña están pensadas para utilizar un sistema de lunes a viernes, pero Minerva Foods suele preferir que el esquema se extienda también a los sábados. Lo que dicen es “que a ellos le sirve por cualquier tema que surja dentro de la semana”, pero para los empleados que están acostumbrados a otros modos puede ser “un peso”, explicó.

Martín Cardozo, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (archivo, agosto de 2022).

Martín Cardozo, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (archivo, agosto de 2022).

Foto: Alessandro Maradei

“No es buena hacia adelante”

“Nosotros lo vemos como una pésima noticia”, afirmó el presidente del Instituto Nacional de la Carne (INAC), Conrado Ferber, durante una rueda de prensa que brindó este martes. La idea de que no es “conveniente” que la concentración de las principales industrias frigoríficas esté “en pocas manos” ya había sido planteada cuando se vendió el frigorífico BPU, y ahora se amplifica, subrayó Ferber.

El presidente del INAC manifestó que la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) tenía herramientas legales para limitar la primera compra, pero no lo hizo bajo el argumento de que “no iba a variar sustancialmente la competitividad”. Aunque “es obvio que a priori es muy difícil determinarlo”, la pregunta es “cómo vamos a manejar esto en el futuro”, cuestionó.

Con la propiedad de siete plantas, Minerva Foods se adueñó del 43% de la faena, y eso “redunda en una situación que realmente resulta muy incómoda”, más allá de los manejos de la gerencia, sostuvo Ferber. Lo fundamental trasciende al grupo empresarial y a su gestión, porque el problema radica en que la situación “no es buena hacia adelante” y “las leyes que están vigentes deberían limitar esta función”, reiteró. Al pensar en escenarios posibles, el presidente del INAC consideró que podría generarse una venta “a otro grupo, de otra parte del mundo, con otra intencionalidad”, algo que representaría “un riesgo” para los productores uruguayos.

Además, Ferber se refirió al “seguro de paro especial” del que habló Cardozo, implementado “para no perder mano de obra calificada” en tiempos de crisis. Según contó, de las tres plantas que manejaba hasta ahora la compañía brasileña, “generalmente una estaba cerrada”. Por lo tanto, “no sé si es una buena noticia tampoco a nivel de los trabajadores, porque esa herramienta, que tiene un fin, también tiene usos que a veces no son los que estaban determinados”, opinó.