En el ámbito de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) se desarrolló una reunión tripartita del sector molinos de harina, como instancia de negociación entre representantes de los trabajadores y de los empresarios, quienes aún no han llegado a un entendimiento en la mayoría de los temas. Lo más relevante fue que las partes acordaron una tregua, y así comenzará una nueva fase en las conversaciones.

Marcelo Pereira, delegado de base del molino Cañuelas, dirigente de la rama del trigo y a la vez representante de la Federación de Obreros y Empleados Molineros Y Afines, habló con la diaria y explicó que “en la reunión de este miércoles lo que buscaban los empresarios era detener las medidas y así sentarnos a negociar nuevamente, ya que las conversaciones venían trancadas”.

El dirigente comentó que, hasta el momento, “todas las demandas de los trabajadores tenían un ‘no’ como respuesta”, pero desde ahora las medidas fueron suspendidas por lo menos hasta el martes 3 de octubre, día en que habrá una nueva instancia tripartita en la Dinatra. Para ese encuentro los empresarios deberán tener una respuesta a las demandas de los trabajadores.

Entre las reivindicaciones que presentaron los trabajadores está la reducción de la jornada laboral (pasar de 48 a 40 horas semanales), contar con profesionales para la cobertura de salud mental (para atender casos relacionados con adicciones e intentos de suicidio) y el aumento del salario.

El pedido de reducción de la jornada de trabajo fue derivado a comisiones bipartitas de cada molino. Este tema se quitó de la negociación tripartita, lo que significa que si se llega a un acuerdo en este aspecto será por empresa y no de forma colectiva.

Como parte de las medidas, cuatro de los seis molinos que integran el sector ocuparon sus instalaciones, mientras que en los restantes se realizó un paro de 24 horas. Las plantas ocupadas, en su mayoría por 24 horas –salvo un caso que fue por 36 horas–, ya fueron desocupadas, no registrándose ningún inconveniente entre las partes. Las medidas se ejecutaron hasta este martes.

Los paros habían comenzado hace una semana y se aplicaron en un formato de dos horas por turno. Posteriormente se paró tres horas por turno hasta pasar a la ocupación. Pereira señaló también que “con todo esto cayeron convenios, algunos a nivel de rama, y a su vez todos los convenios bipartitos que había por empresa”. Agregó que los convenios pueden renovarse, pero que tendrán una nueva fecha de caducidad.

“Somos cautelosos con lo que pueda pasar”, precisó Pereira, quien recordó que la negociación se comienza a desarrollar porque ambas partes tuvieron que ceder en sus posiciones. “Lo ideal es negociar sin tener que tomar medidas. Existiendo una apertura en las negociaciones, estamos dispuestos a conversar sin tener que ingresar en un conflicto cerrado. Así es que veníamos, con un no permanente”, sostuvo.

Vale precisar que para este sector los lineamientos del gobierno son convenios a dos años y ajuste por inflación pero sin aumento del salario real, recalcó Pereira.