El integrante de la comisión directiva de la Unión de Trabajadores del Mides (Utmides) Carlos Moreira dijo a la diaria que en el sindicato causaron sorpresa las declaraciones hechas por la directora general de Secretaría del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Karina Goday, quien en una entrevista con Desayunos informales dijo no tener “información” sobre los 88 cargos de confianza que, según el sindicato, no marcan hora en el ministerio, en un contexto de conflicto por las regularizaciones que la cartera quiere llevar adelante sobre los funcionarios.

Es que, según Moreira, les resulta paradójico que el Mides quiera “controlar con más severidad a los funcionarios públicos que se quieren regularizar, exigiéndoles hacer 40 horas”, lo que implica “una rebaja salarial del 30% para unos 370 compañeros que entraban en la regularización”, cuando, al mismo tiempo, “de los casi 200 cargos de designación directa, puestos de confianza que el ministro [Martín Lema] trajo al Mides en este período, hay 88 a los que no se les realiza ningún control horario”.

“No dudamos que muchos vengan a trabajar, a algunos los vemos menos que a otros”, agregó; de todas formas “tampoco se puede comprobar que cumplen las ocho horas, porque el ministro resolvió que no tengan que marcar asistencia”, además de haber “importantes compensaciones que se les otorgaron”.

De acuerdo con el dirigente de Utmides, “muchos de los cargos designados por el ministro han venido en pases en comisión que, además de venir con su sueldo de origen, se los sobrecompensa en el Mides” con compensaciones que “llegan a los 130.000 pesos mensuales en algunos casos”.

Fue entonces una “sorpresa”, marcó Moreira, que en la entrevista “la directora general diga eso, porque ella es la número tres en jerarquía en el Mides”, además de ser “la responsable de todas las cuestiones administrativas vinculadas al ministerio, entre ellas, recursos humanos y gerencia humana”.

“Entonces, que ella no sepa cuántas personas en cargos de confianza no marcan un horario sorprende mucho. Nosotros creemos que eludió la pregunta para no dar una explicación”, analizó Moreira, quien agregó, a modo de dato, que en el gobierno existen actualmente alrededor de 3.000 cargos de confianza designados por el Poder Ejecutivo, lo que representa aproximadamente el 1,2% de los funcionarios estatales.

El dirigente resaltó que “el conflicto sigue” y que el ministro fue muy enfático al expresar que “no dará marcha atrás, que no va a ceder, y que el tema está cerrado”. “Pensamos que ha adoptado una postura un tanto caprichosa porque, además de estar “equivocado”, en “cualquier conflicto debe estar la importancia de la negociación de buena fe”, algo que “no existe en este caso”.

En ese sentido, “los trabajadores vemos que el tema parece estar cerrado, pero eso no significa que no sigamos diciendo que está mal y que sigamos denunciando todas estas cuestiones. Es importante que todo se sepa”, sostuvo Moreira.

Comentó que el sindicato no descarta la posibilidad de renegociar el tema nuevamente con otro ministro, dado que Lema anunció días atrás que dejará su cargo en marzo para dedicarse a la campaña electoral. Cuando “el nuevo ministro o ministra que asuma se encuentre con el regalo que le dejará Martin Lema”, será “una instancia para negociar y buscar revertir la decisión”, manifestó.

Además del conflicto, el sindicato se encuentra en estado de “asamblea permanente”, aunque no tiene pensado realizar una asamblea presencial para sus afiliados en el transcurso de enero, esto principalmente porque “no se visualiza que en este mes existan cambios, salvo que suceda un hecho que lo amerite”.

De los 370 funcionarios que pasarían de seis a ocho horas si aceptan la regularización, ya hay confirmados 70 que no aprobaron el cambio. Sobre esto, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, se comprometió con Utmides en diciembre a “realizar un seguimiento especial sobre este tema en los próximos meses”. El delegado dijo que con esa secretaría de Estado se trabajará a futuro para renovar también el contrato de esos 70 trabajadores, ya que hay vínculos que vencieron en diciembre, mientras que otros llegan a su fin este mes.

En referencia a los 300 funcionarios que sí aceptaron pasar a ser empleados estatales, y de esa manera firmar un nuevo contrato, dijo que a la fecha ninguno comenzó a cumplir con el régimen de ocho horas, ya que “la administración aún no culminó el proceso de elaborar la resolución para que ingresen a cumplir las tareas”.

“Hay un plazo legal que vence el 29 de febrero, ya que a partir del 1º de marzo no se podrían celebrar esos contratos por el impedimento legal de que en el año previo al inicio de un gobierno nuevo no pueden ingresar funcionarios al Estado”; en suma, “tienen poco más de 50 días para cumplir con eso”, remarcó Moreira.

Además de esos 300, Moreira recordó que hay también otros 350 trabajadores que ya venían cumpliendo con las ocho horas, por el momento “la administración no nos ha informado nada de que no vayan a llegar a tiempo para cumplir con la resolución, y si no llegan, realmente sería un fracaso”.

Las designaciones directas en el interior

“El tema son los excesos. En el Mides hay poco menos de 2.000 funcionarios y casi 200 son cargos de confianza, más o menos un 10% de designación directa”, dijo Moreira, que denunció también que en cada departamento del país hay un director que fue designado de manera directa por Martín Lema, que ocupan puestos “que no están creados como lo que son, cargos de confianza”.

“Reclamamos como sindicato que ese tipo de cargos sean concursados” o que, en todo caso, las autoridades “vayan al Parlamento y que planteen que se van a crear 19 cargos de confianza, uno para cada dirección departamental”.

“No estamos en contra de los cargos de confianza. Estamos en contra de las designaciones directas encubiertas”, aclaró Moreira, porque comprenden que “los cargos de confianza son estratégicos para la gestión de la administración”, pero que la designación pase por el Parlamento “daría la tranquilidad de que el jerarca lo designa, y cuando este se va al final de su gestión, el cargo de confianza también se va”.