Los funcionarios de Creditel, tras declararse en conflicto semanas atrás, realizaron este martes una movilización en la que fueron acompañados por trabajadores y dirigentes del sector privado de AEBU. La manifestación se desarrolló frente a las oficinas centrales de la empresa crediticia, en la zona de Parque Batlle, en Montevideo.
Sobre la situación actual, el dirigente de AEBU Andrés Ledesma dijo este miércoles a la diaria que “la movilización se realizó en ese lugar, porque ahí fue donde se mantuvieron conversaciones y debates, entre sindicato y empresa, y fue ahí donde también se rompieron las negociaciones”. Resaltó que “el objetivo de la movilización es claro, y apunta a la negociación. Lo que estamos pidiendo y exigiendo es que se retome una mesa de diálogo”.
El dirigente mencionó que, “después de poco más de 60 días de que se iniciara el conflicto, lamentablemente una sola vez fuimos convocados, y nunca más hubo un diálogo. Ni siquiera una llamada”. Sostuvo también que en ese período hubo una serie de propuestas realizadas por parte del sindicato a la empresa para intentar mediar en el conflicto, y que la firma “rechazó todos los puntos expresados, y sin proponer ni ofrecer nada como contrapartida”.
“Hoy en día nos encontramos en una escalada de medidas y acciones, pero con el fin de retomar el camino del diálogo, para lograr una negociación seria y de buena fe”, dijo Ledesma, y recordó que el sindicato de Creditel se declaró en conflicto el 1° de agosto porque desde esa fecha “la empresa decidió implementar una modificación en los salarios variables de los trabajadores, medida que afectó el ingreso de 70 trabajadores y sus respectivas familias”.
Dijo que la empresa había acordado con el sindicato, en octubre de 2022, que en caso de que tuviera que efectuar cambios o ajustes en el salario variable “ningún trabajador iba a perder salario, algo que en este momento no está pasando, y lamentablemente nos vimos obligados a declarar el conflicto”.
Ledesma hizo mención también a que tanto Creditel (que pertenece al Grupo Santander), con 15 millones de dólares de rentabilidad en el último ejercicio anual, como el propio Banco Santander, con una cifra cercana a los 200 millones de dólares de rentabilidad, manifestaron que la decisión de modificar los salarios “son políticas netamente corporativas, y que son necesarias para salvar el negocio”.
Posterior a la medida, el dirigente señaló que “desde la dirección de la empresa no existió ningún tipo de contacto ni de reacción a la movilización”, y agregó que “a la brevedad esperamos que la empresa nos convoque. En caso de no ser así, evaluaremos cuáles son los pasos a seguir. Para los próximos días no se descartan más medidas”.