La Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) hizo este jueves un paro general de 24 horas para acompañar una asamblea general del sindicato de Pilsen, que reunió a unos 1.000 trabajadores, en el Club Cordón. La instancia fue para analizar los pasos a seguir ante la postura de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) de parar temporalmente las plantas de Montevideo y Minas (Lavalleja) para hacer paradas técnicas por sobrestock.
En diálogo con la diaria, Fernando Ferreira, presidente del sindicato de Pilsen y de la FOEB, dijo que “hoy estamos en una crisis importante en la industria de la cerveza. Se definieron paradas para mayo, anunciadas por la empresa desde noviembre pasado. En principio se comunicó la ida al seguro de paro o la posibilidad de optar por licencia, tanto en Montevideo como en Minas. Si bien no ha sido oficializado por la empresa, se comentó que en Minas estarían en seguro de paro hasta junio”.
El dirigente manifestó que se solicitó a la empresa una reunión, a los efectos de conocer cómo retornan los trabajadores del seguro de paro y bajo qué condiciones, “porque, en definitiva, hoy la incertidumbre es muy grande”, sostuvo. Señaló que durante la asamblea se planteó que es “fundamental” el mantenimiento de ambas plantas operativas.
“Como asamblea lo que definimos fue mantener la postura del congreso de delegados de que ambas plantas sigan operativas y hacer todos los esfuerzos en esa línea”, dijo. La otra resolución es que en la planta de Montevideo, mientras la de Minas esté detenida en sus actividades, no se envase la cerveza Patricia.
“Lo que había definido el congreso de delegados, y se definió en la asamblea, es no aceptar más la importación de latas de las marcas nacionales que se elaboran en la planta de Minas y que se pueden traer desde Argentina, fundamentalmente. Además, la asamblea nacional votó una huelga general por tiempo indeterminado a partir de julio, en caso de no tener una respuesta satisfactoria sobre la continuidad de las plantas al 30 de junio”, sostuvo.
En la asamblea se definió una serie de movilizaciones para junio. Se descartó hacer alguna en mayo porque muchos de los trabajadores estarán en el seguro de paro o de licencia. Esas medidas, resueltas por la directiva de la FOEB, aún no serán comunicadas, ya que se pretende conocer con más tiempo y claridad las decisiones de FNC. “Iremos observando el desarrollo de los hechos en Montevideo y Minas, y profundizando en la huelga en caso de llegar a julio”, dijo.
Los trabajadores que irían a seguro de paro (o licencia) en la ciudad de Minas son alrededor de 200. Ferreira agregó que “es la decisión de cada uno de los compañeros. Suponiendo que ningún trabajador se toma licencia, unos 200 trabajadores irían al seguro de paro en un departamento como Lavalleja, que evidentemente tiene problemas de saltos de desocupación, lo que, en definitiva, afecta su economía”.
Por estos temas, Ferreira comentó que el pasado viernes 22 de marzo mantuvo una reunión con el intendente de Lavalleja, Mario García, en un encuentro en el que el jefe comunal “mostró preocupación” y dijo que tomaría contacto con las autoridades de la empresa. En la presente semana hubo también un encuentro con el subsecretario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti. Una delegación fue recibida el pasado miércoles por la Comisión de Industria, Energía, Comercio, Turismo y Servicios de la Cámara de Senadores.
El delegado comentó que “si la operativa se mantiene en Minas, al menos estaremos salvando determinada cantidad de puestos de trabajo, que son bienvenidos no sólo para el sindicato, sino también por la población en su totalidad y por el movimiento sindical en su conjunto”. Agregó que “en principio, los trabajadores de Montevideo no se tocan. Incluso hay un plan de cómo retornaremos a trabajar después del seguro de paro”.
Entre las preocupaciones del sindicato, según Ferreira, están la caída de la industria a nivel nacional y “la falta de protección del gobierno a la industria nacional”. Desde la FOEB se considera que “hay algunos puntos en los que la empresa argumenta una pérdida de ventas por el ingreso de mercadería desde Argentina y Brasil. Hay decenas de marcas de latas distintas a muy bajo precio, y eso distorsiona el mercado”.
Entre los datos que preocupan al sector, el titular del sindicato resaltó que “hay 20 millones de litros de cerveza que son importados desde varios países, pero principalmente de Argentina y Brasil. Esa mercadería sustituye la producción nacional”. En la situación incide que hay distribuidores mayoristas que se dedican a la importación, lo que ocasiona una importante competencia en materia de precios, los cuales afectan a los productos nacionales. “Es un tema impositivo y a la vez de costo productivo”, afirmó.
El dirigente sindical dijo que esta situación que atraviesa el mercado nacional, con la presencia de marcas de varios países a un precio más económico, comenzó en 2021. Agregó que influye también la cotización del dólar, que inevitablemente ayuda a la importación, y eso incluso sin considerar a las grandes superficies.
“Cuando los costos de la industria nacional se pagan en pesos y la importación en dólares, hay un desequilibrio entre un precio y otro. Con esto no decimos que el dólar tenga que estar a 58 pesos, como dice la Federación Rural. Simplemente decimos que está afectando en gran parte la competitividad nacional ante la importación”, afirmó.
Acerca de la relación actual entre el sindicato y la empresa, Ferreira respondió que es fluida y que este viernes se solicitará una reunión a la gerencia de la FNC. Los trabajadores esperan que ese encuentro sea “un punto de partida para negociar” y que “se brinden respuestas sobre la situación de los trabajadores que irán a seguro de paro o licencia”. “Queremos hablar sobre el futuro de la industria, desde junio en adelante”, señaló.