Este viernes se alcanzó un preacuerdo entre el sindicato de Pilsen –con el respaldo de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB)– y Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), que pertenece a la multinacional Anheuser-Busch InBev, con sede en Bélgica, para evitar el cierre de la planta en Minas, que fue anunciado el 10 de mayo por la empresa.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, informó que en agosto comenzará a operar nuevamente la planta con 60% de los trabajadores, cuyo reintegro será gradual. Al resto de los operarios se les presentará un plan de retiros incentivados. Consultado respecto de qué se requiere para alcanzar un acuerdo definitivo, Arizti indicó que el preacuerdo laboral alcanzado este viernes debe ser refrendado por la asamblea de los trabajadores.
En diálogo con la diaria, el presidente del sindicato de Pilsen y de la FOEB, Fernando Ferreira, confirmó el preacuerdo y detalló que se mantienen 59 de los 98 puestos laborales.
Además, adelantó que este lunes se reunirá la mesa directiva del sindicato para analizar el preacuerdo y está previsto que la asamblea nacional tenga lugar el jueves en la tarde. “Somos optimistas en que la asamblea va a validar lo que esta delegación acordó”, ya que está “dentro de los parámetros que había marcado la asamblea del 4 de abril”, planteó Ferreira.
El presidente del Sindicato de Pilsen indicó que habrá cambios en la modalidad de trabajo y en el régimen de horarios en la planta de Minas. Puntualmente, indicó que en Minas se van a llenar las latas de las marcas nacionales –Pilsen, Patricia, Norteña y Zillertal–, mientras que el envasado de vidrio se va a trasladar a las plantas de Montevideo.
“Se está avanzando en consensos entre las partes para garantizar la continuidad de la operación de Minas bajo un nuevo esquema”, que estará bajo revisión periódica para garantizar la competitividad y productividad de la operación a largo plazo”, informaron desde la FNC en un comunicado.