La Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso que 2025 se proclame como Año Internacional de las Cooperativas, por segunda vez; el primero se celebró en 2012 y el tema principal fue el desarrollo sostenible. De cara a la segunda edición, la ONU invita a los estados miembros a continuar con el tema, y a que se forme un escenario para promover las cooperativas y repasar su contribución en la construcción de los objetivos de desarrollo sostenible.

En diálogo con la diaria Graciela Fernández, presidenta de Cooperativas de las Américas y la primera mujer en el rol, contó cómo se prepara la región para el próximo año y cuáles son los objetivos a plantear en un nuevo año de las cooperativas. Por otra parte, se refirió al cooperativismo en Uruguay y sostuvo que es necesario que dentro del movimiento se reconozca a los jóvenes que ingresan por medio de diferentes proyectos conjuntos.

¿Qué significado tiene que la ONU convoque a un nuevo año del cooperativismo?

En principio, el Día Internacional de las Cooperativas es el 6 de julio y se celebra con el lema “Las cooperativas construyen un futuro mejor para todas las personas”, es decir, un mensaje de esperanza y compromiso que abarca a las tres millones de cooperativas que existen en el mundo. Este año el lema, además, lleva el peso de que el 9 de julio nos reuniremos en Nueva York la representación del consejo mundial de la Alianza Cooperativa Internacional, junto con los representantes de la ONU especializados en cooperativa y organización social, para lanzar 2025 como año internacional de las cooperativas. Este tema es relevante, primero, porque ONU pone al cooperativismo internacional arriba de la mesa en un momento relevante en el que nos volvemos a plantear los temas de cooperación internacional, la globalización y la fragmentación en el contexto político. Se trata de volver a pensar diferentes caminos que no sean la concentración y buscar distintas maneras para la distribución de la riqueza.

¿Qué resultado tendrá ese primer encuentro y qué significa para las cooperativas de América?

El 9 de julio el objetivo será que la presidencia internacional cooperativa y la ONU intercambien visiones para el lanzamiento del año 2025. Ese día se hará la declaración y habrá un extenso intercambio. Se hará entender qué significa y qué actividades se pautarán para el próximo año. Tendrán intervención todas las regiones por medio de sus autoridades para decir qué aportará su región en el año de las cooperativas. Para América es importante el reconocimiento de nuestros conceptos, nos llama a la reflexión. La declaración de la ONU revive nuestro compromiso histórico. Las cooperativas en el continente americano tienen presencia en todos los territorios, y estamos incidiendo fuerte en el desarrollo local y territorial como transformadores de las sociedades.

¿Qué va a aportar el continente al año de las cooperativas?

Desde América estaremos planteando el concepto de cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible. Queremos mostrar cómo el cooperativismo ha avanzado en el cumplimiento de esos objetivos en territorios y localidades. Para eso queremos llevar dos o tres trabajos de relevancia; porque no alcanza con plantearlo, tenemos que mostrar números y estadísticas con los aportes que hemos realizado. No podemos visibilizar lo que hemos aportado si no lo traducimos a propuestas y aportes concretos.

¿Ya están hechos los estudios?

Para ello, llegamos a un acuerdo con organismos como la FAO [Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura] para la medición concreta en dos temas relevantes para nosotros dentro del desarrollo cooperativo. En principio, las cooperativas agrarias. Recordemos que en América es la actividad central. También nos interesa mostrar cómo estas cooperativas pueden tener un relacionamiento clave para lograr un consumo responsable por medio de las cooperativas de consumo. La intercooperación es lo segundo relevante, en este sentido queremos mostrar que con la conexión entre todo el sistema lograremos un desarrollo económico clave. También llevaremos adelante un acuerdo con la Cepal [Comisión Económica para América Latina y el Caribe] para insistir en el desarrollo económico atado a las políticas públicas, siempre atravesado por el tema de la intercooperación.

¿Qué otros temas son relevantes de cara a la instancia?

Insistiremos en la educación y capacitación tanto a hombres como a mujeres. Hay que recordar que el continente americano es el que tiene mayor informalidad en la prestación de servicios y empleo. A su vez, estamos pensando en generar alianzas en pos de la digitalización del comercio y la inteligencia artificial, con el objetivo de reducir la brecha que tenemos en el continente, donde la digitalización no está presente en todo el territorio. Queremos dejar claro que somos la herramienta del futuro y que la cooperación es el concepto clave para avanzar en el desarrollo de las localidades sobre la agenda de la ONU, que está lejos de ser cumplida. Podemos ser actores relevantes para hacerla cumplir. Solo nadie avanza, tenemos necesidad de alianza con el gobierno, la academia y los organismos.

Puntualmente en Uruguay, ¿cuál es la situación actual del cooperativismo?

Estuvimos reunidos en Chile hace 15 días con la Cepal por este tema. Acordamos hacer un estudio con la FAO sobre cómo avanzamos desde 2012 a 2024, en números, en incidencia en políticas públicas, y cuál ha sido la incidencia de las cooperativas en el desarrollo económico. El mes que viene lo discutiremos, celebraremos un consejo en Chile y estaríamos buscando el lanzamiento de estos proyectos específicos. Pero respecto de años anteriores, en 2008 en Uruguay se lanzó un marco normativo muy importante para el cooperativismo. Es el ejemplo de que si en los países existe una legislación acorde que logre una reflexión con el movimiento cooperativo, hay un mayor crecimiento de las cooperativas. Eso dio un resultado en el desarrollo de las cooperativas, fue tan así que el modelo uruguayo ha sido estudiado y puesto en las nuevas organizaciones de América, como en Chile. De todas maneras, hay desafíos pendientes, por ejemplo, cómo atraer a los jóvenes al movimiento. La Incubadora de Cooperativas [Incubacoop] es fundamental. Hay que entusiasmar a quienes tienen un proyecto, sobre todo donde el cooperativismo no estaba presente. Necesitamos darles visibilidad a quienes se acaban de incorporar, que sean tenidos en cuenta no sólo dentro del cooperativismo. También hace falta que haya procedimientos más sencillos para obtener una personería jurídica, queda mucho por hacer, pero tenemos una legislación que ayuda en el tema, aunque no ha sido debidamente explorada.