La asamblea de la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE) recibió este martes en sus oficinas al presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Alfredo Cabrera, para dialogar sobre diversos temas, entre ellos, el plebiscito por la reforma de la seguridad social.

En una rueda de prensa luego del encuentro, el presidente de la CCE, Diego O’Neill, fue consultado sobre distintos temas. En particular se refirió a la reducción de la jornada laboral y a la iniciativa que plantea el PIT-CNT en ese sentido. Al respecto, el dirigente expresó que es un tema que está en la agenda desde hace mucho tiempo y recordó que “hay sectores de actividad que han avanzado en esa dirección: la construcción es uno de ellos, la bebida y la metalurgia más recientemente, en la última negociación colectiva”. “Es una práctica de muchas empresas, pero quizá no de sectores: tener jornadas más cortas, o jornadas por cumplimiento de objetivos, o los días viernes de media jornada. En la CCE no nos parece conveniente avanzar en esa dirección por la vía legislativa”, agregó.

Acotó que “no parece que sea conveniente una ley que para todos los trabajadores en general reduzca el tiempo de trabajo. Se debería seguir manejando a nivel de negociación colectiva o en negociación por empresa, y no en un carácter general legislativo”.

Acerca de la experiencia en esta materia en el sector de la construcción, respondió que “hace ya 16 años que se pasó de 48 a 44 horas semanales. La industria se fue adaptando a esa nueva realidad. Indudablemente tuvo impacto en la producción, sí, pero en el tiempo las cosas se van acomodando, corrigiendo y asimilando la nueva realidad. Está incorporado en la industria”.

“La reducción de la jornada laboral puede tener cosas positivas, depende del sector. En términos generales, para todos los sectores y todos los trabajadores, no nos parece una buena idea”, sostuvo O’Neill.

Plebiscito por la reforma de la seguridad social: “Una muy mala iniciativa”

Por su parte, en relación con la posición sobre el plebiscito que buscará derogar la reforma del sistema previsional, el dirigente empresarial dijo que “la posición es contraria”. “Creemos que es una muy mala iniciativa. Es muy atractivo cuando la gente escucha jubilarse a los 60 años, aumentar las jubilaciones, pero en esto, como en todos los órdenes de la vida, no hay cenas gratis”, consideró.

En ese sentido, agregó que “alguien lo tiene que pagar, y los que van a pagar eso van a ser nuestros hijos, nuestros nietos, con mayores impuestos y mayores aportes patronales. Entonces, realmente nos parece que no es una reforma que sea buena para el país ni que sea buena para la gente. Nos preocupa mucho. Por lo tanto, es una iniciativa que no apoyamos”.

Acerca de si el sector empresarial debería financiar más la seguridad social, contestó que “el sector empleador tiene una carga tributaria en general, en la que se incluye el aporte patronal al Banco de Previsión Social, bastante elevado, por lo que entendemos que no corresponde aumentar”. “No hay que perder de vista que Uruguay tiene aproximadamente unas 300.000 empresas y más de 250.000 de ellas son microempresas, es decir, aquellas que tienen menos de cuatro trabajadores”, señaló.

Mencionó que “cuando estamos hablando del sector empleador, estamos hablando de un universo heterogéneo, pero mayormente estamos hablando de ese tipo de empresas. Entonces, indudablemente, esas empresas tendrían graves problemas si nosotros aumentamos el aporte patronal”.

Consultado acerca de qué consecuencias podría haber en caso de que se apruebe el plebiscito, O’Neill afirmó que “lo que vemos en el tiempo es que se va a incentivar la informalidad, por el aumento de la presión tributaria, ya sea por el IVA o por otro impuesto, o sea, por el aporte patronal o personal, eso va a incentivar la informalidad. En los números que presentó el presidente del BPS, justamente en estos años hubo un aumento de la formalidad, lo cual es algo importante, porque el aumento de la formalidad también implica aumento de la protección social”.