Este jueves, en la presentación de proyectos de infraestructura de la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU), en una rueda de prensa se le preguntó al secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, su postura sobre el tema. En su respuesta Sánchez enfatizó la actitud propositiva de la cámara y la mirada en el “Uruguay del futuro”. Los proyectos de inversión están siendo evaluados por el gobierno, comentó.

Además, se refirió al puerto de aguas profundas en Rocha propuesto por el expresidente José Mujica en 2011 y recordó que fue “duramente criticado” por mencionar el desarrollo mineral del país.

El secretario aseguró que además de este, hay otros proyectos de inversión productivos y sociales. Según dijo, el gobierno los está evaluando con cautela para definir y establecer “la mejor ley de presupuesto quinquenal que permita dar certezas, y un clima de oportunidades para potenciar el desarrollo del país que permita dar mayores y mejores inversiones”.

Sin embargo, Sánchez criticó que entre las iniciativas de la cámara no se tuvo en cuenta la posibilidad de captar centros de datos que, según expresó, son de gran importancia. Por esto, agregó que el gobierno pretende instalar un centro de inteligencia artificial, y aseguró que el país cuenta con las condiciones necesarias para una plataforma tecnológica y la generación de conocimiento. También advirtió que no hay un debate profundo sobre la vialidad, en lo que entiende que hay gran capacidad de desarrollo.

Desde lo productivo hasta lo social: las 11 propuestas

Alejandro Ruibal, el presidente de la CCU, y el economista uruguayo Ignacio Munyo explicaron en detalle los distintos proyectos presentados. Ruibal advirtió que lo principal tiene que ser “empujar las iniciativas” y darle al sector privado “lo que se precise”.

“Inversión, sol naciente”, la propuesta encabezada por Munyo, incluyó 11 proyectos para la aceleración del crecimiento económico, ya que, según lo expuesto, no alcanza con el ritmo actual para aumentar el desarrollo del país.

Las propuestas plantean que Uruguay “invierte poco” en comparación con otros países de dimensiones similares en cuanto a tamaño y magnitud. Algunas de las razones que generan “trabas burocráticas” tienen que ver con las normativas “costosas”, como una regulación excesiva e inadecuada. Para ello, se propone una revisión normativa con la participación directa del sector privado.

El conjunto de proyectos se presentó como una “provocación impresionista para la aceleración de la inversión en Uruguay”, ya que, según el economista, significa un impulso para el país.

Las inversiones que se exponen en los proyectos son “de alto impacto productivo”. Impulsan un sistema de riego, la instalación de una planta de hidrógeno verde, un puerto en Martín Chico para aumentar el valor industrial, la expansión de un gasoducto, extracción de hierro y un nuevo proyecto de puerto de aguas profundas que continúa el debate de 2011.

También se incluyeron algunas propuestas que impactan en lo social, entre ellas, la erradicación de los asentamientos, la instalación de un tranvía que conecte el área metropolitana, la recuperación de la zona patrimonial de la Ciudad Vieja y el mejoramiento en la infraestructura de canchas de baby fútbol.

La instalación de una planta de hidrógeno verde en el departamento de Paysandú incidiría en el aumento de la producción de energía, lo que posicionaría al país como “líder global”. La inversión se destinaría a la construcción de la planta y la infraestructura energética, a líneas de transmisión y a obras complementarias para crear una reserva de biodiversidad junto al río Uruguay.

La propuesta de la terminal portuaria de Martín Chico, en el departamento de Colonia, se enfoca en el desarrollo logístico destinado al procesamiento de la carga brasileña en tránsito, lo que implicaría una “oportunidad” para vender servicios, generar empleo y agregar valor a la industria nacional.

Por otro lado, se pretende expandir el abastecimiento de energía a través del gasoducto que conectaría Buenos Aires con Colonia hasta Aceguá para llegar hasta Porto Alegre. Su diseño busca proveer casi a la mitad de la población urbana con precios competitivos, y esa inversión millonaria podría ser financiada con el cobro de tarifas por su uso.

El siguiente proyecto enfocado en la minería y la producción parte de la base de que la calidad y la cantidad del hierro presente en los yacimientos de Uruguay es “elevada” y el precio internacional del hierro es “volátil”. Se especifica que para su concreción sería necesaria una etapa de industrialización de primera transformación para la extracción anual de millones de toneladas de hierro como insumo.

Para el transporte y la navegación se propone la construcción de un puerto multipropósito que reciba buques de gran calado, que sigue la línea del debate del puerto de aguas profundas. Tendría un rol “complementario” y se integraría al sistema portuario nacional y del Mercosur.

Para la transformación social se planteó mejorar la infraestructura de las canchas de baby fútbol, ya que se asocia a la integración social temprana, un espacio para la formación de valores y de construcción comunitaria. El antecedente más cercano fue un acuerdo con la Intendencia de Canelones cuando Yamandú Orsi, en ese entonces intendente, implementó un plan de mejoras en las condiciones.

En el rubro de vivienda, saneamiento y esparcimiento, se plantea la situación actual, con más de 550 asentamientos irregulares donde viven aproximadamente 190.000 personas que no tienen acceso formal a la vivienda. En esta línea, se propone enfrentar este tema con una mirada de “integración” para evitar el aumento de las fragmentaciones urbanas y la concentración de vulnerabilidades. Para eso se implementarían soluciones habitacionales que implican una inversión en gastos de saneamiento y de construcción de espacios públicos.

Se plantea que en Montevideo, a pesar de la expansión del parque automotor, no se brindan cambios significativos para la infraestructura vial. Algunas de las consecuencias que se enumeran son el aumento de los tiempos de traslado, el deterioro del espacio urbano y las desigualdades en movilidad. Respecto de esto se menciona que la ciudadanía ve con buenos ojos la introducción de un tranvía que conecte El Pinar con Montevideo.

Otro de los proyectos que suponen una inversión millonaria tiene como finalidad “impulsar la transformación urbana necesaria en la zona de Parque Batlle”, valorada como un entorno de condiciones “excepcionales” por su concentración de servicios. La inversión incluye la remodelación integral del parque y la renovación del estadio Centenario.

La última propuesta busca enaltecer el patrimonio y el turismo y está enfocada en la Ciudad Vieja con el fin de “revertir el deterioro”. La iniciativa tiene en cuenta los programas de estos últimos cinco años que se enfocaron en la reactivación de la zona –desde restauraciones hasta proyectos habitacionales y la rehabilitación de construcciones antiguas–, pero advierte que es necesario que se complementen con “mejoras en seguridad e infraestructura general”. La inversión incluye restaurar fachadas, mejorar la iluminación pública y disponer de patrullaje permanente.