Este martes, en el marco de la conmemoración del Día de la Trabajadora Doméstica, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) realizó una actividad de la cual participaron diversos actores que hablaron sobre la realidad del sector.

En la presentación estuvieron presentes el titular del MTSS, Juan Castillo, la presidenta del Banco de Previsión Social (BPS), Jimena Pardo; Laura Rivero, representante del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas, e integrantes de la Liga de Amas de Casa.

Castillo dijo que anotó las reivindicaciones trasladadas por las representantes del sindicato, y que “lo más noble, leal y honesto es que, si tienen reivindicaciones, las consideremos y no las escondamos. Más que derechos, de reivindicar mejores condiciones de empleo y de vida”.

El ministro dijo que cuando exista la posibilidad de tener categorías y laudos distintos, “ahí nos daremos cuenta de las actividades que se realizan normalmente dentro del servicio doméstico”, y que en varias cosas “se comienza con las leyes y decretos aprobados hace casi 20 años atrás, en un mundo que era más injusto e hipócrita, que invisibilizaba la tarea de la empleada doméstica”.

Recordó que los cambios en el sector se iniciaron cuando el primer gobierno del Frente Amplio asumió en 2005, y que “hubo un cambio político en el país”, “porque llegó un presidente de la República [Tabaré Vázquez] que fue sensible a estas demandas, y que efectivamente respaldó al movimiento sindical de ese momento que reivindicaba ese trabajo y a la organización de las mujeres”.

“Tomamos las demandas no como arte de demagogia, de decir que tienen razón en todo y que lo vamos a hacer. Lo tomamos como parte de la tarea diaria para trabajar juntos, a los efectos de que más temprano que tarde sigamos dando pasos hacia una justicia social, que es en el fondo el mayor de los compromisos políticos que tenemos”, concluyó Castillo.

Por su parte, y durante su intervención, Pardo manifestó que “es un día no solo para conmemorar y celebrar avances, sino también para hacer notar algunas características propias de lo que es el servicio doméstico, y entender que quedan desafíos por seguir trabajando”. La jerarca recuerda que en el sector, el primer convenio colectivo fue firmado el 22 de diciembre del 2008, fecha en la que se emitió el decreto.

Resaltó que este 19 de agosto, “se debe pagar doble” a las trabajadoras que asistan a su empleo, y que para quienes son empleadas jornaleras pero que se tomaron el día libre, se abona el día como si hubieran asistido a trabajar. Dijo que hay ocasiones en las cuales “se confunden” los roles de la trabajadora doméstica, por tareas que tienen que ver con lo laboral y lo personal, quien tiene “sus derechos y obligaciones”. También recalcó que es un trabajo “altamente feminizado”, ya que quienes se desempeñan en el sector son más del 99%.

Pardo explicó que la tarea de las trabajadoras domésticas fue más reconocida a través de la aprobación de la Ley 18.065, aprobada en el año 2006. “Es en esa ley donde se incluye a todas las trabajadoras domésticas dentro de los derechos y obligaciones de la seguridad social y de las leyes laborales. Gracias a esta ley hubo muchos avances, pero también quedan desafíos, sobre todo en lo que respecta a la formalización de las empleadas domésticas”.

En tanto, Rivero expresó que “este 19 de agosto volvemos a levantar la voz, porque mientras muchos dicen que Uruguay es ejemplo en el mundo, con leyes aprobadas, y si bien el país fue el primero en ratificar el Convenio 189 de Trabajo Doméstico en la Organización Internacional del Trabajo, la realidad del país es otra para las trabajadoras domésticas”.

En ese sentido, señaló que “lamentablemente, se sigue sin respetar a las trabajadoras domésticas, y seguimos ingresando a trabajar a las casas en condiciones de explotación. No hay otras palabras. No puede ser que se les diga a trabajadoras que no tienen derecho al aguinaldo, salario vacacional ni a la licencia porque trabajan dos o tres veces a la semana, por ejemplo, o lo que es peor, porque no están registradas ante la seguridad social”.

Dijo también que lamenta que situaciones y vínculos de esas características sucedan mucho en el interior profundo, en varios departamentos del país, y que “eso no es ignorancia, sino abuso, y es violación de la ley 18.065, que tanto costó alcanzar”. “Hoy tenemos un ministro que sabe todo lo que se trabajó para lograr ese decreto, en el 2005-2006, cuando las compañeras fueron a golpear el despacho de los legisladores. Pero tristemente hoy no se respeta la ley. Siguen explotando a las trabajadoras, en Montevideo y en el interior”, reivindicó.

Rivero mencionó que hace tres años que está en Montevideo, que atiende la realidad de las trabajadoras domésticas, y que cada vez son más las mujeres que se presentan con diversos reclamos e inquietudes, y que “lo peor, entre los casos tristes, es que si una trabajadora se niega a subir a un techo, o a subirse para limpiar un vidrio en una ventana, las amenazan con que las van a despedir. Eso pasa”.