En redes sociales circula una propaganda de la candidatura de Guido Manini Ríos a la presidencia de la República en que se vierten datos respecto a la juventud, la educación y el uso problemático de drogas. Al señalamiento de la cantidad de jóvenes que no finalizan sus estudios, se sumó un aviso en el que se afirma que “más de 10.000 uruguayos son adictos a la pasta base” y que siete de cada diez adictos “no terminaron el ciclo básico”.

Los datos sobre adicciones se aproximan a los que arrojó un estudio del Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD) en 2018. De acuerdo a la publicación “Personas, calle y consumo: dos estudios sobre el uso problemático de pasta base en Uruguay”, en el área metropolitana de Montevideo se estima que hay entre 7.475 y 9.974 personas con un consumo problemático activo de pasta base de cocaína (PBC). Esto significa entre 0,9% y 1,2% de la población entre 18 y 65 años. No obstante, la cifra no incluye a las personas que sufren esta adicción en el interior del país.

El estudio realiza la recogida de datos a través de la metodología Respond Driven Sampling (RDS). Esto implica una primera selección de individuos no aleatoria que a su vez deben “reclutar” a tres “pares” (usuarios) más para participar como objeto de estudio. Esto garantiza una muestra representativa con una estimación “no sesgada”. Asimismo, los datos obtenidos se cruzan con los registros de ingreso de organizaciones de rehabilitación como el Portal Amarillo y el Centro Izcali, así como refugios del Mides.

La estimación en 2012 arrojaba una cifra estimada de 14.000 personas con consumo problemático de esa droga, cifra que en seis años se redujo un 35%. Entre los factores que estimulan este descenso, se considera un proceso de “sustitución” de sustancias, en que se abandona la PBC por cocaína u “otra forma de cocaína fumada”, así como una reducción en la reproducción del fenómeno debido a la “no iniciación” de nuevos consumidores.

Nivel educativo bajo

El aviso infiere también que siete de cada diez consumidores de PBC no completaron ciclo básico de secundaria. Uno de los capítulos del informe trata sobre la “desafiliación educativa” y detalla los distintos niveles alcanzados por los usuarios.

Un 10,4% no completó estudios de educación primaria, algo que sí logró un 27,4%, y 29,5% tiene cursos de ciclo básico incompleto. Estos tres grupos totalizan 67,3%, lo que se aproxima a lo señalado por Cabildo Abierto.

Asimismo, 16,8% completó el ciclo básico, y solamente 3,3% finalizó estudios de nivel secundario. De acuerdo al estudio, 0% de la población objeto de estudio completó estudios universitarios.

El trabajo concluye que se evidencian “debilidades”, por ejemplo el bajo nivel educativo que antecede al consumo problemático de drogas, y que existe un “perfil de usuario con condiciones preexistentes de desafiliación educativa”. Además, determina que el perfil mayoritario de los consumidores de pasta base está constituido de personas jóvenes, en su mayoría varones y en situación de alta vulnerabilidad social.