Las cuentas de ANCAP “venían muy bien” en el correr del año, a pesar de que las cotizaciones del petróleo se han ubicado por encima del nivel de referencia establecido para fijar las tarifas, sostuvo Riet. La paramétrica del precio de los combustibles, recordó, toma en consideración la ubicación del crudo en el mercado internacional, el valor del dólar en la plaza local, los costos de refinación y distribución, y el volumen de combustible que se prevé comercializar.

Pero el petróleo estuvo “casi todo el año por encima de la referencia”, si bien, al mismo tiempo, el consumo fue superior, por lo que se vendió más combustible que el proyectado inicialmente. Esa situación originó un superávit de más de 30 millones de dólares entre enero y setiembre, que había sido el objetivo del ente para todo 2010. “Ya habíamos ganado lo proyectado para todo el año”, destacó.

Por eso es que el ente “se permite adoptar la decisión de mantener inalterado el valor de los combustibles” por ahora, lo cual implica, en cierta forma, “comer las ganancias” generadas en meses anteriores. La decisión de no aumentar las tarifas tiene un costo variable mes a mes (depende de la paramétrica), pero se estima en unos dos millones de dólares mensuales. De esa forma, de todos modos, el año cerraría con un balance superavitario, según calculó Riet.

No obstante, enfatizó que “las ganancias no son el tema que más preocupa”. Más inquietud deja “que el precio del crudo se distancie demasiado” de la referencia, pues la intención es evitar “saltos bruscos” cuando se deba ajustar. “No es lo mismo dar un salto de 75 a 85 dólares que de 75 a 95”, remarcó.

De mantenerse las condiciones en el precio internacional del petróleo, y si la inflación da margen, posiblemente haya un ajuste antes de fin de año, pues a 2011 “no podés entrar perdiendo”.

Peras al olmo

El barril de 159 litros de crudo West Texas Intermediate (el que usa ANCAP como referencia) cerró ayer a 81,74 dólares, 0,29% más barato que el viernes, aunque 6,74 dólares por encima de la pauta prevista por la empresa (75 dólares). Mientras, el dólar interbancario se cotizó a 20,136 pesos, cuando el ente había establecido como parámetro un precio de 20 pesos.

Riet estimó que “es difícil para un país como Uruguay saber a cuánto va a cotizar” el crudo en el mediano plazo, pero declaró que “de acuerdo con los informes internacionales”, es probable que se estabilice entre 80 y 100 dólares. Sin embargo, matizó que esos mismos informes “le erran como a las peras”.

Por su parte, el representante colorado en el directorio, Juan Justo Amaro, resaltó que la decisión del ente de no aumentar las tarifas fue “prudente”.

Amaro subrayó, en diálogo con la diaria, que ANCAP se encuentra en “una buena situación financiera” y “tiene respaldo”, por lo que a la hora de determinar un ajuste puede tener en cuenta las presiones inflacionarias y evitarles “dificultades a los sectores productivos” que “han perdido competitividad en los últimos meses”. Recordó, en ese sentido, que los combustibles en Uruguay son de los más caros de la región.

El director colorado sostuvo que la evaluación de posibles ajustes es “mes a mes”, pero reiteró la necesidad de “ser prudente” a la hora de decidir un aumento.

Seguramente

Riet también informó que se está “evaluando recontratar” un seguro para garantizar que el precio del crudo se ubique por debajo de determinados niveles. El directorio lo analizará en breve, pero el vicepresidente de la empresa no quiso abundar en comentarios al respecto.

Entre 2007 y 2008, el precio del petróleo comenzó a mostrar una fuerte tendencia ascendente, y lo que parecía improbable se confirmó en las bolsas de valores del mundo: en enero de 2008, cuando todavía no se había recuperado de la resaca de fin de año, el barril de crudo rompió la barrera de los tres dígitos. Lejos de frenarse, siguió creciendo en aquel turbulento año: el 11 de julio alcanzó los 147,27 dólares, su máximo histórico.

Sin embargo, luego de ese pico el precio internacional del crudo inició una tendencia a la baja, que se agudizó tras la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, que abrió la fase más grave de la crisis financiera internacional.

Pese a esa espiral descendente, ANCAP decidió contratar un seguro que cubría al ente si el crudo superaba los 95 dólares, pagando el sobreprecio, aunque si cotizaba por debajo de los 54 dólares el ente debía hacerse cargo de pagar ese piso y no el precio real. Este contrato dio pie a duras críticas en su momento, pues al cerrar ese año el barril de petróleo se ubicaba por debajo de los 40 dólares, lo que le causaba millonarias pérdidas a la empresa, que pagaba un precio superior al real. El contrato con la aseguradora venció el 1º de marzo y no se volvió a negociar hasta ahora.

Amaro recordó que fue “un duro crítico” de aquel seguro, porque estaba “fuera de precio” y por tanto era inconveniente. “Esa situación no fue manejada oportunamente”, opinó.

Sin embargo, explicó que “el mecanismo del seguro es algo a evaluar”, porque puede ser “ muy bueno”. “Estamos dispuestos a estudiarlo”, aseguró el directivo, aunque aclaró que se deberá firmar con “mejores condiciones” que el anterior.