La 9ª fecha del Apertura se abrió el viernes de noche en el Parque Central con Nacional, en su calidad de dueño de casa, y Tanque Sisley, en su condición de visitante que llega con un buen pasar tras varias victorias.

Con el pitazo inicial quedó en claro cuál sería el ritmo y el desenlace del trámite: El Tanque, bien parado con su 5-2-1-2, sistema que a Moller le venía dando buenos resultados, y Nacional con la posesión del balón, desplegando a lo ancho en el campo de juego su “abanico”, caracterizado por el toque horizontal.

El conjunto de los repuesteros de la calle Galicia casi da el golpe de fortuna cuando corrían cinco minutos. Pero a Machado no se le dio y el balón se perdió apenas afuera. Los tricolores siguieron cautos, buscando el hueco en la defensa verdinegra para que Medina o Viudez concretaran, pero ese cometido era abortado por la visita que se cerraba bien y dejaba en posición adelantada a los bolsos.

Recién a los 25 minutos el volante argentino Matías Sosa penetró el área, pero la pelota se perdió apenas ancha del palo izquierdo. El partido se trancaba como carreta en el lodo, en el medio se raspaba bastante, un trámite espeso, con una monotonía que favorecía a la visita, que hasta el momento aplicaba su libreto al pie de la letra. Pero faltando siete minutos para el cierre de la primera parte, Matías Abero bajó una bocha para el Cacique Medina, quien la durmió con el pecho y después media vuelta y un flechazo firulete que terminó colándose en el arco de Hernández.

Pese a la apertura del marcador por parte de los tricolores, el rebelde Tanque Sisley resistió, estuvo cerca con un disparo a distancia de Mathías Saavedra -formado en la cantera tricolor- que obligó a Muñoz a mandar el esférico al córner. Los trico se marchaban al vestuario arriba 1-0, pero la actitud del Tanque dejaba la sensación de que el partido todavía estaba abierto. Los verdinegros en el complemento arrancaron mejor, Machado y Murillo inquietaban arriba, Nacional no mostraba un taiming arrollador ni nada por el estilo, seguía en la misma avanzando a paso cansino pero a su vez controlador dentro del campo. Luego de una incursión ofensiva visitante a los 26 minutos, el local pegó el segundo golpe: Pichón Nuñez lanzó un centro desde la derecha que encontró, como en el primer gol, la capocha de Abero, pero esta vez la guinda no necesitaba intermediario e ingresó al arco de manera llovida contra el palo izquierdo. La cosa ya se cerraba, y el ambiente en el Parque se distendía.

Ya con Boghossian y el Chino Recoba en cancha el bolso se dio el gusto de florearse, generando un bonito tercer gol: el espigado Boghossian la bajó, amagó, para luego tirar un taco de atrás -similar a “un paso” de los Wachiturros-, con aires de juventud llegaba el Chino, quien la abrió para el Taba Viudez y éste abrochó venciendo la valla. Nuevamente los bolsos superaron a su contricante 3-0, en esta ocasión ante un rival con un planteo más “duro” que los dos anteriores. Lleva tres partidos ganados al hilo, algo que otorga confianza y aplomo a cualquier esquema futbolístico. El tricolor se acomoda, relojea, arrima la bocha y espera.