Justito y de arriba. Así venció Nacional anoche a Bella Vista y se quedó con el liderazgo absoluto del Apertura con 19 unidades, una más que Defensor Sporting y dos más que Peñarol. Los tricolores, que contaron durante todo un tiempo con un hombre más por la expulsión de un jugador de Bella Vista al cierre de la primera parte, sólo quebraron la impensada paridad con un gol de cabeza, pensado así, de Sebastián Taborda cuando faltaba poco para terminar. Dante Panzeri, histórico periodista argentino, acuñó su frase-pensamiento de que el fútbol es la dinámica de lo impensado. De la misma manera, se podría decir que la competencia es la dinámica de lo impensado, que los clubes lo son, que la vida misma lo es. Porque menos de un año atrás, ¿a quién se le hubiese ocurrido inflar como tema fundamental o trending topic cómo podría responder Nacional sin Recoba?

Lo cierto es que parece que el juego de anoche se jugaba más en torno a la ausencia del Chino que a la importancia del partido por sí mismo, a los tres puntos, al campeonato.

Porque ahora, jugar bien, o ser determinante en el juego, parece que, más que un plus o una virtud, un peso para el resto de los compañeros, que tienen que “sufrir” su calidad y valiosos desempeños. ¿Cuál es el problema de contar con alguien que descuelle? Ninguno, y cuando no está ese alguien, el colectivo deberá responder como tal o apoyarse en otro “iluminado”.

Eso le pasó a Nacional, que trató de armar un Recoba aunando funciones de Calzada, Píriz, Matías Cabrera y Luna, ante un Bella Vista plantado con dos líneas de cuatro y dos pujantes que estuvieran para correr allá adelante. El Cacique Medina metió mucha presencia y presión arriba, y eso, sumado a las posibilidades ofensivas de Bueno y Luna, y a la retracción planificada de los papales, hizo que la primera media hora se jugara en campo de Bella Vista. Pero, al fin y al cabo, qué tanto teorizar y lamentarse sobre la ausencia del Chino si estaba Andrés Scotti, que a los 40 minutos metió un tiro libre a lo Recoba que se clavó en el arco de Diego Martínez, ahí donde las arañas hacen sus necesidades.

Y es así, hay veces en que uno está tan en vena que siente que puede hacer cosas que no esperan que uno haga. Scotti se paró atrás de la pelota y los demás miraban. Con poca carrera, tiró un chumbazo muy bien dirigido que se transformó en el gol que definió el primer tiempo. También lo pudo haber definido la postrera expulsión del joven carolino Basilio Acosta, que en la última acción de esa primera parte tuvo una dura entrada contra Luna.

El complemento tuvo un muy buen comienzo, con los tricolores moviendo la pelota arriba y algún intento papal, ahora con el Turbo Vargas, que volvió a nuestras canchas tras haberse ido de Defensor Sporting en 2006.

Ante la ausencia de Recoba seguramente los analistas e hinchas tricolores habrán podido apreciar el buen momento de Medina como cabeza de área, o cómo un pique puede cambiar todo. Es que iban 18 de la segunda parte cuando alguien del Bella la reventó para arriba. Iba bobita para Bava, pero le picó tan por arriba de su cálculo que se le fue para atrás y, a lo goleador, el Turbo la mandó a guardar y puso el empate.

Con el 1-1, y ya con las variantes de Juan Manuel Díaz y Matías Sosa, Chavo Díaz decidió incluir a Sebastián Taborda y jugar con dos cabezas de área, generando juego por afuera. El plan dio resultado y cuando faltaban seis minutos, un buen centro de Núñez y terrible cabezazo potente y esquinado de Taborda venció sin vueltas a Martínez. De arriba a la punta.