Desde este sábado y hasta el 1º de diciembre, Uruguay organizará por tercera vez en su historia el Mundial B de Hockey sobre Patines. Esta vez, a diferencia de las dos anteriores que se disputaron en el Cilindro, en Montevideo, la competencia será en Canelones, en el hermosísimo gimnasio municipal Sergio Matto, que ha sido reacondicionado específicamente para tan importante competencia.

Meta palo que ganamos

El hockey sobre patines es un deporte que se disputa entre dos equipos de cinco jugadores (cuatro jugadores de cancha y un golero), con dos arcos, en una cancha cerrada por una valla con las esquinas redondeadas. Todo el perímetro de la pista está cerrado por barandas. Los jugadores se desplazan gracias a unos patines de cuatro ruedas con un freno y utilizan un stick o palo de madera con forma curva para conducir una pelota de caucho con corcho comprimido. Cada equipo juega integrado por cinco jugadores en una cancha de 20 por 40 metros de acuerdo a la medida estándar, aunque la medida mínima es de 34 por 17 y la máxima de 44 por 22. Los partidos se dividen en dos tiempos de 25 minutos.

La postulación, designación y confirmación de Uruguay como sede fue gestada y tramitada por el capitán y máximo exponente de Uruguay, Claudio Maeso, que cuenta que a los tres años le regalaron los patines y no paró más. Arrancó en la selección mayor uruguaya cuando era liceal, a los 14 años, sacó a pasear su juego por Argentina, Brasil, Portugal y España y volvió al Platense Patín Club en 2009.

Cuenta Claudio que en Canelones vestirá la 9, adornada por el brazalete de capitán que "este Mundial lo pedí yo". "En Austria 2010 fuimos sin delegado, pero como conozco al presidente de la Internacional presenté yo la candidatura. No me hice muchas esperanzas pero se dio", agregó.

Finalmente, con un buen aporte de la Dirección Nacional de Deporte, que no se debería cuantificar en los 60.000 dólares aportados, y de la Comuna Canaria, se jugará el Mundial en Canelones, evento que pudo ser porque el año pasado la Federación Internacional de Patinaje (FIRS por su sigla en francés; Fédération Internationale de Roller Sports), que es el organismo deportivo que gobierna las diversas disciplinas del patinaje -hockey sobre patines, patinaje artístico sobre ruedas, patinaje de velocidad sobre patines en línea y hockey sobre patines en línea-, ante la falta de suficiente difusión del Mundial B se planteó volver a unificar la competición, sin embargo, en San Juan se votó que se siga jugando en dos series.

A rodar

En el hockey sobre patines, un deporte surgido como tal en la Inglaterra del victorianismo tardío, a fines del siglo XIX, la competencia Mundial se disputa en dos categorías desde la 26ª edición de los mundiales en 1984, cuando queda dividido en dos niveles, disputándose ambos en los años pares y vinculados entre sí por un sistema de ascensos y descensos, de forma tal que los tres últimos clasificados del Campeonato A disputen la siguiente edición del Campeonato B y los tres primeros clasificados del Campeonato B disputen la siguiente edición del A. En primera instancia, el Mundial A quedaba conformado por los diez primeros clasificados de la edición anterior, mientras que el B se jugaba con inscripción libre.

Cinco años después se llevó a 12 los participantes del Mundial A y a partir de 2001 el número de mundialistas que pelean por el título máximo pasa a ser 16, siempre con un régimen de tres descensos y tres ascensos de la B, que desde 1990 pasó a jugarse en los años pares, mientras que el A quedó en los impares.

En Uruguay se organizó ya tres veces el Mundial B y todos en el este siglo. En 2002, con la crisis al galope, corralito y Jorge Batlle inmortalizando el "We are fantastic", los celestes hicieron un gran campeonato y arañaron el ascenso y en el Mundial anterior terminaron en la cuarta colocación detrás de Andorra, Colombia y los padres del hockey sobre patines, Inglaterra. En 2006 la cosa fue más complicada y no se pudo figurar entre los de arriba. En aquel Mundial del Cilindro triunfaron los africanos de Mozambique, seguidos por Holanda, Colombia y Macao.

Ahora, una vez más, los celestes, que esta vez se denominan o se conocen por los halcones, pugnarán por volver a la máxima categoría, en la que ya participaron cuatro veces. Las tres primeras fueron cuando el mundial era uno solo -en Chile 1962 Uruguay terminó séptimo en el mundo con tres victorias, un empate y cinco derrotas- y la última, en 2001, en San Juan, Argentina, como consecuencia del cuarto puesto logrado en Inglaterra y ante la ausencia de los canadienses, que habían culminado en tercer lugar en el Mundial B de 2000. Para un país que dejó desde hace años su competencia interna, la sola participación en el mundial es maravillosa y ni que hablar en ese caso, que se jugó en el Mundial A.

Esta vez serán diez los participantes, una cifra muy lejana a los 22 países que se dieron cita en Macao en 1990, debido a que los tres que ascendieran al Mundial A de 1991 participarían en los Juegos Olímpicos de Barcelona, donde el hockey sobre patines participó como deporte de exhibición.

Como ha pasado en anteriores ediciones, siempre parecen como los rivales más duros, o los más firmes candidatos, aquellos que acaban de perder la categoría. En esta oportunidad los que salieron últimos el año pasado en San Juan en el Mundial A y esta vez vienen por la revancha son Inglaterra, Holanda y Sudáfrica.

La ceremonia de apertura será el sábado 24 de noviembre a las 19.30, cuando todas las delegaciones desfilarán en patines desde la plaza 18 de Julio hasta el escenario deportivo, a pura lonja. A las 21.00 Uruguay debuta frente a México. Los celestes comparten el grupo B con los aztecas, Inglaterra, Sudáfrica y Egipto. A sí mismo, en el grupo A están Holanda, Austria, Macao, Israel e India. Los tres primeros de este mundial clasifican a disputar en Angola el Mundial A. Las entradas tendrán un costo de 20 pesos.

Donde manda capitán

El entrenador de nuestra selección es Jorge Escobar, que está desde 2006, y su ayudante, el argentino Miguel Gómez, dirigió a Argentina, que subió a lo más alto del podio la única vez que este deporte fue olímpico, en carácter de exhibición, en Barcelona 1992.

Gómez no es el único nacido en Argentina que se pondrá la celeste, dado que Juan Manuel Campana es natural uruguayo por ser hijo de uruguayos, pero vive y juega allá. También es argentino nacionalizado el arquero Mariano Vignapiano, que defiende a San Lorenzo.

La selección hizo una extensa preparación con muchos partidos en Argentina y particularmente en San Juan, donde está el mejor hockey sobre patines de Sudamérica, y viene de jugar cuatro partidos con River Plate, acá y en Buenos Aires, y también con Huracán de Parque Patricios.

Los halcones jugarán esta noche a las 21.30 en el Platense Patín Club su último amistoso internacional en el que enfrentarán a la selección de Austria.