Con escaso público arrancó ayer la mañana de trabajo en el piso 19 del Clínicas. Sin embargo, a medida que la jornada avanzó, más personas se fueron arrimando para escuchar a los panelistas invitados. La mayoría de los que llegaban tenían túnica blanca y poco abrigo, lo que indicaba que se trataba de personal del hospital que se desempeñaba en algún piso del edificio.

Previo al inicio, dos médicas manifestaban preocupación por la poca difusión que había tenido el programa diseñado para celebrar los 60 años de aniversario del hospital universitario. Las actividades comenzaron el jueves 19 y se extenderán hasta el 2 de octubre.

La investigación en distintas ramas de la salud estuvo presente en las semanas de trabajo y ayer el tema volvió tratarse en la propuesta denominada “Investigación clínica en Uruguay”. La doctora Lucía Delgado Pebé, integrante del Departamento de Oncología del Hospital de Clínicas, expuso sobre la falta de investigación clínica y se centró en la escasez de estudios en su área. Comparó la realidad de los países de América Latina con la de algunos de la Unión Europea y Estados Unidos. En este último país es donde más se produce conocimiento sobre cáncer según datos extraídos de Clinicaltrials.gov, sitio web que registra resultados de estudios clínicos con financiación pública y privada a nivel mundial. Mientras que Estados Unidos tiene la autoría de más de 6.800 investigaciones, varios países de Europa tienen 4.600, y los del sur del continente americano suman 380; Uruguay figura como autor de cuatro estudios.

Otro dato que la doctora destacó es que más de 90% de las investigaciones desarrolladas en la región fueron propuestas por países de otros continentes, lo que repercute en escasa o nula participación en el análisis de las muestras y en la autoría. Señaló como tendencia creciente que la industria farmacéutica financie investigaciones. Aclaró que no se trata de una “mala palabra”, porque es una forma válida de investigación. Sin embargo, sostuvo que en América Latina 73% de los estudios son financiados por esta industria, mientras que en Estados Unidos sólo sucede en 31% de los casos.

Delgado sintetizó que las investigaciones que impulsa la industria farmacéutica apuntan al desarrollo de nuevas drogas, lo que valoró como “importante”, aunque consideró que no siempre es necesario porque a veces se necesita “el desarrollo de nuevas estrategias con drogas ya conocidas”.

Vidas en juego

Tanto Raúl Ruggia, integrante del Comité de Ética de la Investigación del Hospital de Clínicas, como la doctora Delia Sánchez, del Comité de Bioética del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, se refirieron a los aspectos éticos en la salud. El primero detalló la importancia de la “autonomía” del comité y la “confidencialidad”. Indicó que desde la creación del organismo, en 1996, se ha avanzado mucho en el trabajo desempeñado; no obstante, todavía quedan debes en los tiempos de investigación y en el seguimiento de los casos estudiados.

Por su parte, Sánchez comenzó preguntándose si es ético investigar en personas, y aclaró que “cada ser humano es un fin en sí mismo, nunca un medio”. En su opinión, en bioética se está en tensión constante entre la “capacidad de adquirir nuevos conocimientos” y la “capacidad de distinguir entre el bien y el mal”. Citó ejemplos internacionales en los que los derechos de los pacientes quedaron relegados a la investigación médica, y sostuvo que el Estado es quien debe garantizar la seguridad de los sujetos de derecho.