“¿Qué debo tener en cuenta si voy a hacer una obra de construcción?” fue la pregunta que se hicieron los autores del Manual Práctico de la Construcción, Alberto Baroffio y Viviana López, al comienzo de su investigación, presentada ayer en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

En enero de 2012 publicaron la primera edición del manual que, si bien contiene textos legales y jurídicos, fue escrito para que lo leyera todo aquel que tuviera interés. Un mes más tarde, Baroffio contó que recibieron un llamado del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) en el que les contaron que veían al trabajo como “valioso” porque “necesitaban un material de este tipo para contribuir a la capacitación de sus afiliados y delegados”. Además, les sugirieron contactar a las cámaras empresariales para generar un manual que tuviera el apoyo de todas las partes y sirviera “como referencia para avanzar en los problemas prácticos que surgen en el día a día”. Así surgió la segunda edición, presentada ayer, en la que los autores plasmaron en cinco capítulos las normas referentes a beneficios de los trabajadores, registro de obras, seguridad social, fondos sociales y la seguridad e higiene en el sector.

El trabajo con las cámaras y el sindicato fue “muy enriquecedor” según los autores, quienes definieron al sector como “muy avanzado” por su “gran tradición negociadora” y la existencia de convenios colectivos incluso en épocas en las que el Poder Ejecutivo no convocaba a los Consejos de Salarios. En este sentido, Baroffio rescató la capacidad de ambas partes para alcanzar consensos, que se dio “en la mayoría de los casos”. Consideró que, así como en la construcción del libro, esto “se puede hacer también en el día a día, en las relaciones de empresa, colectivas y en general, reconociendo a los representantes de la otra parte como personas que defienden un interés, pero que están dispuestas a avanzar”, opinó.

El presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, evaluó los acuerdos logrados en el manual como “prueba de madurez” y sugirió que éste “generará a la industria un marco consensuado y común en todo el territorio”, lo que “ayudará a tener una visión compartida de temas que habitualmente pueden tener interpretaciones diversas”.

La construcción del camino

El secretario general del SUNCA, Óscar Andrade, hizo un repaso por la historia “siempre compleja y contradictoria” de la industria de la construcción, que reconstruyó “parte del escenario de la negociación colectiva en la clandestinidad de un café en Ciudad Vieja”, en un escenario en el que el salario real posdictadura era “menos de la mitad” del alcanzado previo a 1973.

En el “momento de la historia de menor proporción de trabajadores en la informalidad” sobre el total de contratados en la industria, que alcanzan los 50.000, Andrade considera que muchos trabajadores “en negro” lo están por “desconocimiento”, por lo que el manual es oportuno.

Se trata de una industria que tiene funcionando la tripartita más vieja del país, para Andrade con una capacidad de discusión que “no niega las dificultades ni las contradicciones”, pero que pretende que “una vez que se firmen los acuerdos, se cumplan”. Por último y entre fuertes aplausos provenientes de sus compañeros, sugirió que espera “que el año que viene se pueda imprimir una nueva edición del manual, que incluya la alimentación en la jornada como un beneficio nuevo”.

Por su parte, el titular del MTSS, Eduardo Brenta, consideró que lo “más importante” es “la señal extremadamente positiva de que trabajadores y empresarios son capaces de elaborar juntos un material de estas características”, sobre todo en “un contexto en el que varios medios de prensa vienen pronosticando conflictos a futuro”.

“Esto muestra una voluntad de construir un escenario de relaciones laborales moderno, que es a lo que aspiramos los uruguayos”, valoró. “Al menos la gran mayoría”, agregó, “ya que acabamos de recibir una nueva ampliación de la queja presentada ante la OIT [Organización Internacional del Trabajo] por la Cámara de Industrias y la Cámara de Comercio [y Servicios]” donde se insta a “revisar la Ley de Negociación Colectiva”. Al respecto, resaltó que lo recibió con “tranquilidad” porque cree que en todo el sistema político “hay unanimidad en el sentido de que este sistema de relaciones laborales ha sido esencial en contribuir al crecimiento y desarrollo económico del país”. “Parto de la base de que nos queda mucho por caminar, pero que estamos en el camino acertado”, concluyó.