En la nochecita del café incluido, el Nacional de Álvaro Gutiérrez, útil, utilitario y ahora goleador -aunque a la crítica parece no gustarle-, volvió a ganar, esta vez 4-2 a Rentistas. De esta manera parece próximo a quedarse con la Anual, allanar camino en las finales y clasificarse a la segunda fase de la Copa Libertadores 2016. Si los tricolores le ganan a Fénix en la próxima fecha se asegurarán ser el equipo que más puntos cosechó en la temporada.

Si alguien quiso desquitar el cafecito inclusive en los primeros minutos del partido, pensando que no se iba a perder nada, vaya si se lo perdió: en el primer ataque de Rentistas, una fuerte falta del colombiano Carlos Valdés permitió una exquisita ejecución de Nicolás Rodríguez, que le hizo festejar el primer gol del partido y del Renta.

Claro, eso no era nada, y el del café apenas si se hizo mala sangre. Sólo iban dos minutos. Unas vueltas de segundero después, un ollazo de mediacancha de Gonzalo Porras permitió un preciso e impactante cabezazo de Carlitos de Pena, que colocó el 1-1 y seguramente hizo que se derramara el café recién servido.

Ya que estamos con el café, buen ídem les debe haber pasado Manolo Keosseian a sus defensas cuando, en el cuarto de hora y luego de un córner, el floridense Leandro Barcia puso el segundo gol tricolor. En adelante -y faltaba muchísimo-, las oncenas parecieron establecerse en sus ideas iniciales: Nacional controlaba la pelota, con mucha participación de Porras, mientras que Rentistas buscaba correr de contra.

Tal vez lo podría haber empatado el elenco de Keosseian, con un cabezazo solito de Marcelo Fernández, pero en una maravillosa triangulación de Iván Alonso con Diego Polenta -en posición de 10 filtrador-, y una habilitación de gol del zaguero transformado en pasador permitió la segunda conquista de Barcia, todo a un toque, y Nacional se puso 3-1.

Dentro del esquema de análisis clásico (aquel que analiza exclusivamente las prestaciones de los grandes, basándose en supuestos o proyecciones de cómo debería jugar Fulano, o con qué esquema táctico), fue un partido raro. Pero si se atiende la competencia entre protagonista y antagonista, se puede concluir que fue una interesante acción conjunta de los jovencitos de Nacional, con un De Pena preponderante que permitió que el equipo creciera en el partido.

El segundo tiempo fue mucho más laxo, suelto, cómodo, en este caso para Nacional, que se permitió reincorporar a Jorge Fucile en el campo y establecer una línea de tres. Además, ingresó Sebastián Fernández, que, en virtud de su condición goleadora de estar ahí, puso el 4-1 al aprovechar el rebote de un remate de De Pena. También hubo un poquito más, pero sólo en goles, de Rentistas: Federico Laens, el goleador forjado en las juveniles tricolores, terminó colocando el 4-2 definitivo.

Nacional sumó su tercera victoria consecutiva, con ocho goles en los dos últimos encuentros. Teniendo en cuenta las acciones que acumuló en el Apertura, parece que el plazo fijo de aquella diferencia de puntos le puede dar tempranamente la seguridad de la tabla Anual y las ventajas que eso significa en la definición del Uruguayo.