Uno de los ganadores del sábado fue Defensor Sporting. El violeta, jugando como local en el estadio Luis Franzini, se impuso 2-1 a Cerro. El gran actor de la victoria de Defensor fue el argentino Germán Rivero. El delantero metió los dos goles casi consecutivamente –a los 35 y a los 39–, pero además fue importante porque ambos tantos significaron dar vuelta el partido. Cerro había empezado ganando con un gol de Jonathan Barboza en el minuto 27, aprovechando un error del arquero Guillermo Reyes.

Con la victoria los de Eduardo Acevedo alcanzaron los 14 puntos y se sumaron al lote de los de arriba. Además, sumaron su segundo partido sin derrotas. La mala suerte para los violetas fue que Ayrton Cougo salió lesionado y tras la revisación médica le diagnosticaron un desgarro en el músculo posterior de la pierna derecha, por lo que no podrá jugar entre dos y tres semanas.

Empatados

Los restantes dos encuentros del sábado terminaron igualados. En el estadio Luis Tróccoli, escenario donde jugó de local Fénix –tiene su cancha suspendida tras el incidente en el que arrojaron dos gallinas pintadas de verde a la cancha durante el partido con Racing–, el albivioleta y Wanderers empataron 1-1. Alejandro Villoldo adelantó a los bohemios en el minuto 12 del primer tiempo, mientras que el gol de la igualdad llegó casi al final, a los 84, convertido por Juan Pedro Pereyra.

Por su parte, Danubio y Boston River empataron sin goles. Fue un partido trabado, disputado, con poca fluidez en la mitad de la cancha, no porque los dos equipos hayan preferido no hacerlo, sino porque lo que uno hacía el otro lo controlaba antes de que pasara a mayores. Fue uno de esos encuentros en los que las lecturas previas de cómo juega el rival salieron a la perfección, por un lado, mientras que, por otro, ninguno pudo explotar las debilidades o carencias defensivas ajenas. Decía el argentino Carlos Salvador Bilardo que el 0-0 es el “resultado perfecto” porque, precisamente, demuestra lo que pasó entre Boston y Danubio: las dos tácticas se neutralizan.

Quien no jugó, pero sumó de a tres, fue Torque. El reciente ascendido a Primera División se quedó con los puntos porque le tocaba jugar con El Tanque Sisley, ya descendido hace rato.