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“Estos vasos son buenos para ayudar al medioambiente, la bebida no agarra gusto a plástico y al ser de vidrio templado, si se rompen no te cortan. Además, tienen garantía de un año. Queremos empezar a ver a la gente con su vaso en la mano, pero que no sea un vaso descartable sino que puedas usarlo una y otra vez y evitar la polución”, dice Alicia Radi, fundadora de Cafetto Prado (Joaquín Suárez 3640) y representante de Keepcup en Uruguay. Keepcup es una marca de vasos reutilizables fabricados en Australia. Nació de la necesidad de dos hermanos que veían cómo, a medida que crecía su clientela, se generaba una cantidad inmensa de residuos. Eso fue hace diez años y ahora la empresa está también en Nueva Zelanda y en Estados Unidos. A Radi le regalaron uno de esos coloridos contenedores cuando se capacitaba en Inglaterra como entrenadora de la Asociación de Café de Especialidad de Europa y América, habilitada para proveer certificación internacional para formar baristas. “Lo del vaso me parecía que estaba muy bueno para poder armar un circuito y a la vez educar en ese sentido. Acá es un mercado muy pequeño, llevó un tiempo, pero comulgamos con los mismo valores”. La primera importación de vasos llegó en diciembre y desde entonces se está creando una red de cafeterías en las que el consumidor tiene 20% de descuento en todas las bebidas preparadas con café si va con su keepcup. “La idea es promover la cultura del café, fomentar la reutilización, generar sinergia”, insiste Radi. “El año pasado hubo una explosión de cafeterías con cafés trazables, de especialidad, no porque quede lindo decirlo; es de especialidad porque tiene un trato especial desde el almácigo, desde la planta hasta el consumidor final. De esa manera sabés qué es lo que estás tomando”.
Trajeron cinco modelos de keepcups: los originales, que llevan una banda de silicona, los de acrílico, los de vidrio, los que tienen corcho y la edición conmemorativa de Star Wars. Se los puede conseguir en tres tamaños, dependiendo del modelo: de 8 onzas, que equivalen a 227 mililitros (aproximadamente la capacidad de un capuchino); de 12 onzas, que son 340 mililitros, y de 16 onzas, es decir, 454 mililitros. El precio de venta va desde los 20 dólares hasta los 60 dólares (los de fantasía).
Cuando Cafetto abrió, en 2014, “del Cerro al Centro no había una sola cafetería de especialidad, y el año pasado explotaron en lo que llaman ahora Cordón Soho. Pero cuando empezamos tenías que hacer el ejercicio de traer el café de otro lado. Después empezamos a comprarle a MVD Roasters, cuando pudimos trajimos nuestros propios cafés y actualmente tostamos microlotes”, resume Radi. Aunque el servicio es en tazas, hasta hace poco, en la modalidad para llevar, ofrecían vasos compostables. “Están los defensores de los vasos compostables, lo veo correcto, pero en Uruguay no tenemos una planta que los biodegrade, así que van a liberar gas metano. Entonces contaminan igual o más que un vaso común”, fundamenta la barista. “Estos vasos, en cambio, son libres de bpa y de bps (bisfenol S) –que son químicos nocivos para la salud–, son reciclables, reutilizables, amigables con el medioambiente. Tienen una línea de doble vidrio templado, con corcho reciclado de vinos portugueses. Ellos se proclaman, y creo que tiene un valor agregado, como ‘una campaña que detrás tiene un excelente producto’. Es una empresa certificada como B, que es una categoría de comercio justo, y el producto comulga con lo que queremos para el café de especialidad, más allá de que también podés poner un té orgánico dentro de la taza”.
Los keepcups son herméticos, es decir que una vez que se los tapa, evitan las salpicaduras, se los puede dar vuelta y no derraman líquido. Otra ventaja es que toleran lavavajillas a 120 grados, lo que no es un detalle menor para las cafeterías que trabajan con gran volumen. De hecho, en Cafetto aspiran a, en algún momento, sustituir las tazas por vasos ecológicos rotulados. Radi cuenta que ya recibió consultas de universidades, laboratorios y de otras instituciones que quieren ir por ese camino, evitando la mugre y el gasto innecesario que implican los vasos desechables.
“El mundo del café es infinito”, asegura. “Siempre hacemos la analogía con el vino, pero el café tiene un eslabón más, porque después de que lo sacás de la bolsa, el barista te lo puede destruir, que es lo que ves 90% de las veces. No es esnobismo. Las modas y las tendencias nos sirven mucho para dar a conocer el café de especialidad, pero la moda se va y la cultura es la que queda. Lo hipster, la bici, los tatuajes... todo vende, pero esa onda se va. El café es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, y tenés derecho a saber qué estás tomando. Pero si vas a cualquier bar, nadie sabe; te van a decir marcas pero no te van a decir qué es. El glaseado no es bueno para la salud porque tiene hasta alquitrán. Hay un montón de personas que estamos tratando que eso no suceda más. Hay que educar y falta tiempo”.
Dónde conseguir descuento con los keepcups: Tandem (bici café), Café Gourmand, La Greca, Che.co.ffee, Sauco, Craft, Santana Café, Club Natural y Popular, La Caja, Casa Yagüe (Punta del Este), Colonia Sandwich Coffee Shop (Colonia), Dtertulia (Carmelo) y, por supuesto, Cafetto Prado.