Ayer se llevó a cabo una reunión del Grupo de Lima en Colombia, con la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, el presidente colombiano, Iván Duque, y el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, para analizar la crisis en el país caribeño. Tras la reunión, Duque declaró: “Esto no es una cumbre que busque agravar la situación. No queremos dividir sino unir. Si hubiéramos querido empeorar la situación habríamos invitado a Luis Almagro”.

Pence, por su parte, hizo un llamamiento a Uruguay, México y los países “del este del Caribe” a reconocer a Guaidó como presidente legítimo. Fuentes de la diplomacia estadounidense admitieron: “No tenemos muchas esperanzas de que el pedido del vicepresidente sea escuchado por el gobierno. Más bien es una especie de acción protocolar, un paso previo al siguiente movimiento, que es empezar a enviar ayuda humanitaria a Uruguay”. Desde el Departamento de Estado de Estados Unidos explicaron: “El envío de ayuda humanitaria es la manera que tiene nuestro país de decirle a un gobierno extranjero que no está de acuerdo con sus posturas, y que si no depone su actitud, seguramente vengan sanciones económicas y eventualmente una intervención militar. Esperemos que los uruguayos sepan interpretar el mensaje”. Desde el gobierno uruguayo aseguran que el país “está preparado para resistir estas maniobras. “Acá somos tan garroneros que dejaríamos entrar la ayuda sin chistar. Si es de arriba, un rayo”, explicaron.