Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Uruguay afronta una larga lista de desafíos e incertidumbres debido a diversos cambios en escala mundial y también a los que se vinculan, localmente, con la alternancia en el gobierno. Sin embargo, buena parte de las controversias actuales reeditan problemas y conflictos de larga data.

Lo más nuevo e inevitable tiene que ver con la pandemia de covid-19, y el Poder Ejecutivo encara la tendencia al alza de la cantidad de casos diarios, que causa un aumento del total de casos activos. Uno de los centros de atención es el departamento de Rivera, cuya vulnerabilidad es notoria desde hace meses por la fluida interacción con Brasil.

De todos modos, es evidente que, más allá de las obligaciones y responsabilidades del gobierno nacional y del departamental, la evolución de los hechos dependerá en gran medida de decisiones individuales y colectivas en la sociedad. Sin las dosis necesarias de conciencia y cautela en ese nivel, no hay dispositivo estatal capaz de garantizar la prevención.

Sea como fuere, parece cada vez más seguro que la temporada turística se verá muy acotada, y que esto agravará las consecuencias económicas y sociales de la crisis en sectores cuyas modalidades de trabajo harán especialmente difícil calcular el daño y los eventuales apoyos.

Por otra parte, el ex presidente Julio María Sanguinetti plantea que la actual alianza oficialista llegó para quedarse, pero que esto no desdibuja ni clausura diferencias históricas, como las que existen entre el Partido Nacional y el Colorado respecto del papel del Estado y de las empresas públicas. Y si alguien piensa que lo de Sanguinetti es anacrónico, la controversia acerca de la eutanasia y el suicidio asistido confirma que el diputado colorado Ope Pasquet y su par nacionalista Rodrigo Goñi están muy lejos de compartir una matriz ideológica.

Es muy interesante que esa controversia se desarrolle con frenteamplistas de ambos lados. Quizá sigue vigente, en algunos asuntos, aquello que escribió Juan Carlos Onetti: “Si allá abajo, en mi sur, alguien responde a un inquisidor insolente ‘soy socialista’, le dirán: ‘Claro, ya sé, ¿pero blanco o colorado?’”.

No es menos interesante que, cuando se le preguntó a Sanguinetti por sus discrepancias con Guido Manini Ríos, lo primero que haya señalado es la “actitud muy negativa frente al fenómeno forestal” que el ex comandante en jefe tiene; y lo segundo, que haya asistido de uniforme a misas católicas. Al parecer, no tiene o no quiere mencionar diferencias con otras estridentes características de Manini.

Por último, una investigación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Centro de Estudios Fiscales confirmó la persistencia de un problema muy diagnosticado pero no resuelto: pese al avance de la retórica sobre la “meritocracia”, la diferencia de ingresos entre sucesivas generaciones de una misma familia es muy escasa en los extremos socioeconómicos. En otras palabras, quienes descienden de personas con ingresos muy altos o muy bajos tienen grandes probabilidades de mantenerse en la misma franja. Y en tiempos de pandemia, más aún, podríamos agregar.

Hasta mañana.